Un equipo de camarógrafos – asignado por un noticiero de televisión – estaba en el sur de la Florida filmando la terrible destrucción causada por el huracán Andrés.

En una de las escenas, en medio de toda esta devastación, había quedado solo una casa en pie. Mientras que el dueño de la casa limpiaba los escombros de su jardín, se le acercó un reportero, y le preguntó. “Señor,” ¿a qué se debe que su casa SEA LA UNICA que todavía está en pie? “

¿Cómo pudo aguantar su casa los fuertes vientos del huracán? El hombre le contestó. “Yo construí esta casa YO MISMO. No solo eso, la construí de acuerdo al código de construcción de la Florida. Todo lo que el código exigía, ¡YO HACIA!

A mí me dijeron que una casa construida, siguiendo el código, podría aguantar cualquier huracán. Así que, ¡así lo hice! Y como puede ver, ¡MI CASA SOBRELLEVÓ EL HURACÁN!

Cuando el sol está brillando y los cielos están azules, edificar nuestras vidas en algo fuera del código de la Palabra de Dios ¡PUEDE SER TENTADOR! Pero solo hay una manera de estar lista para sobrellevar las tormentas de la vida. ¡Obedeciendo la Biblia!

EMPECEMOS EN ORACIÓN

Padre, el mundo alrededor nuestro se está desmoronando… con corazones rotos, hogares rotos, y esperanzas rotas. Necesitamos más de Ti, Señor. Anhelamos Tu Presencia. Queremos escuchar Tu voz. Recibir Tu Paz.

Dirige y conforta nuestras vidas con Tu Palabra. Tu Palabra es VERDAD. Es VIDA, LUZ, Y ESPERANZA. Queremos conocerte más, Señor, y amarte cada día más. En el nombre de Jesús, Amén.

El título de este mensaje es “¿A QUIEN TE PARECES?” y está dividido en tres normas:

(I)CONOCER ES OBEDECER (1 Juan 2:3-4); (II) OBEDECER ES AMAR (1 Juan 2:5) (III) PERMANECER ES IMITAR (1 Juan 2:6)

ASI QUE COMENCEMOS CON LA PRIMERA NORMA…

I. CONOCER ES OBEDECER - 1 Juan 2:3-4

3 Con esto podemos saber que lo conocemos: si obedecemos Sus mandamientos. 4 El que dice: ‘Yo lo conozco’, y no obedece Sus mandamientos, es un mentiroso, y no hay verdad en él.

¿Qué es obediencia? ¿Por qué es la obediencia tan importante? ¡A VER! Comencemos por el principio. Comencemos en el paraíso. En Génesis 2:16 leemos, “Y Dios el Señor dio al hombre la siguiente orden: Puedes comer de todo árbol del huerto.

17 Pero no debes comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, porque el día que comas de él, ciertamente morirás.”… Y luego en Génesis 3:11, Dios le pregunta a Adán, mientras que él y Eva se escondían de Dios en el jardín. “¿Acaso has comido del árbol del que Yo te ordené que no comieras?”

Nota como la obediencia al mandato de Dios es la gran virtud en el paraíso. La obediencia fue el único mandato dado para que el hombre pudiera quedarse ahí. Es la única condición que su Creador le puso. Nada se dice acerca de la fe, o de la humildad, o del amor. ¡Porque la obediencia los incluye a todos!

¡EL MANDATO DE DIOS “DE OBEDECER”… ¡ES SUPREMO! En la vida del hombre… o de la mujer… ¡OBEDECER ES LO MAS NECESARIO!

¡AHORA BIEN! PASEMOS… DEL PRINCIPIO… al final de la Biblia. En su último capítulo, podemos leer en Apocalipsis 14:12, “Aquí se verá la paciencia de los santos, de los que obedecen los mandamientos de Dios, y mantienen la fe en Jesús.”

Y Apocalipsis 12:17 también dice, “”Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer, y se fue a luchar contra el resto de sus descendientes, ES DECIR, contra los que obedecen los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.”

De principio a fin, desde el paraíso perdido al paraíso recobrado, LA LEY NO CAMBIA. Es solo la obediencia la que da acceso al árbol de la vida, Y A LA GRACIA DE DIOS.

Y si tú te preguntaras ¿Qué pasó entre la desobediencia que leemos al principio de la Biblia - esa desobediencia que cerró el camino al árbol de la vida – Y LA OBEDIENCIA DEL FINAL -- que nuevamente nos da acceso al árbol de la vida?

¡ANDA A LA MITAD DE TU BIBLIA!-- entre el principio y el fin – ¡Y ENCONTRARÁS LA CRUZ DE CRISTO! ¡ESO ES LO QUE PASÓ!

Por eso, Romanos 5:19 dice, “Porque así como por la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de UNO SOLO, muchos serán constituidos justos.” También Filipenses 2:8-9 dice, “Jesús se hizo obediente hasta la muerte… por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo.”

Y Hebreos 5:8-9 dice, “Jesús aprendió a obedecer… y una vez que alcanzó la perfección, llegó a ser el autor de la salvación eterna para todos los que le obedecen.” ¡La redención de Cristo pudo restaurar LA OBEDIENCIA a su lugar!

La belleza de Su salvación consiste en esto: JESÚS NOS TRAE DE VUELTA A UNA VIDA DE OBEDIENCIA. El paraíso, el Calvario, el cielo, todos proclaman, con una sola voz: “¡HIJA DE DIOS!” Lo primero y lo último, “que tu Dios quiere de ti” ES TU OBEDIENCIA, simple y llanamente.

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Un día, en el Congo Belga, el clima estaba caluroso y húmedo. No había una gota de briza. Las hojas colgaban de los árboles como si tuvieran un peso encima. En el jardín, no muy lejos de la casa misionera, un chiquito jugaba bajo un árbol.

De repente, su papá lo llamó, “Jaimito, obedéceme inmediatamente. Tírate de cara al suelo.” El chiquito reaccionó al toque, y se tiró de cara al suelo. Y su papá continuó, “Ahora gatea hacia mí ¡rápido!” El chiquito de nuevo obedeció. Cuando ya estaba a medio camino, su papá le dijo, “Ahora párate, y corre hacia mí.”

El chiquito llegó adonde estaba su papá, ¡y se volteó a mirar! Colgando de la rama del árbol, donde él había estado jugando, había una culebra de casi cinco metros.

¿Estamos nosotras siempre dispuestas a obedecer sin chistar? O decimos, “¿Dime por qué?” “Explícame primero.” “Lo haré más tarde.” Más bien, DEBEMOS DECIR, “Háblame, Señor, Tu sierva te escucha.”

3 Con esto podemos saber que lo conocemos: si obedecemos Sus mandamientos. 4 El que dice: ‘Yo lo conozco’, y no obedece Sus mandamientos, es un mentiroso, y no hay verdad en él.

Juan escribió esta epístola “para corregir los problemas de creencia y de comportamiento, que los cristianos de Éfeso estaban teniendo. Cada palabra de esta carta es una respuesta “a algo que la iglesia necesitaba escuchar.

Este pasaje nos dice COMO PODEMOS SABER “REALMENTE” si somos cristianas. Sabemos que somos cristianas SI OBEDECEMOS LOS MANDATOS DE JESUS. Aparentemente, algunos de Éfeso, decían conocer a Dios, pero no hacían ningún esfuerzo por obedecer la Palabra de Dios.

La religión conocida como “nosticismo” se enorgullecía de conocer a Dios, por medio de una iluminación mística, aunque ese conocimiento no parecía influir en su comportamiento moral. NO ENTENDIAN, de que el pecado era una barrera en su relación con Dios.

Con respecto a esta declaración, el apóstol Juan “pone los puntos sobre la íes”. Si tú conoces a Dios, CUMPLE SUS MANDAMIENTOS, y si no haces ningún esfuerzo por cumplirlos, pero todavía insistes que eres cristiana, ERES UNA MENTIROSA.

La Biblia NO DICE que tenemos que demostrar una obediencia perfecta. ¡NO! El asunto es -- si realmente tomamos la Palabra de Dios EN SERIO, ¡O NO! ¡Y SI ESTAMOS TRATANDO DE OBEDECERLA!

Puede que no la cumplamos perfectamente, pero si hemos vuelto a nacer, no vamos a vivir nuestras vidas sin tener en cuenta la ley de Dios.

PAUSA

Carlos Bonilla era uno de los asistentes en una tienda muy distinguida de telas. La especialidad de la tienda eran las sedas y los satines. Un día, el jefe le sugirió a Carlos que tratara “de estirar la seda” mientras la medía, para así, poder aumentar las ventas y las ganancias de la tienda. Y también para aumentar el beneficio de Carlos a la empresa.

El joven Carlos, se enderezó del trabajo que estaba haciendo, miró a su jefe valientemente, y dijo, “Señor, sus sedas se podrán estirar, pero NO mi conciencia.” DESAFORTUNADAMENTE, ALGUNAS DE NOSOTRAS, NO SOMOS TAN HONESTAS..

PAUSA

No hace mucho se hizo una encuesta, y encontraron que el 91% de los encuestados, mentían con frecuencia. Un 50% pasaba, por lo menos, dos horas diarias en Facebook, mandando textos, y en el internet, en general, robándole a la empresa horas de trabajo.

Y el 74% le robaban a aquellos, ¡que no se daban cuenta! Algunos ejemplos de estos robos, incluían: cogerse los útiles de la oficina, tomarse largos almuerzos, aceptar regalos de clientes, ignorar las leyes de derechos de autor, etc… etc.

Pero un hombre o mujer de integridad evita todas estas tentaciones. Él es éticamente honesto. ¡El honra a Dios con su integridad y obediencia! ¿Hay alguna situación en la que no has sido completamente honesta?

Admítele a Dios que has pecado, y pídele perdón. Luego pídele perdón a la persona, a la que has engañado, y has las cosas bien de ahora en adelante. Órale a Dios para que te mantenga honesta.

¡ASI QUE! YA VIMOS QUE CONOCER ES OBEDECER, AHORA VAYAMOS A NUESTRO SEGUNDO TEMA…

II. OBEDECER ES AMAR - 1 Juan 2:5

5 El amor de Dios se ha perfeccionado verdaderamente en el que obedece Su Palabra, y por esto sabemos que estamos en El.

¿Legalismo o Amor? Miguel Pardo cuenta esta historia… ”El otro día, mientras manejábamos, le dije a mi esposa, que se abrochara el cinturón de seguridad. Después de todo, le dije, ¡ES LA LEY!”

Mientras ella se abrochaba el cinturón, pensé, “¡Qué tontería de mi parte!” La razón, por la cual quiero que mi esposa SE ABROCHE EL CINTURON, no es por miedo a tener que pagar una multa, sino para que ella no sufra ningún daño, en caso de accidente, o de una parada brusca.

PAUSA

¿Cómo podemos relacionar ESTA HISTORIA con nuestra obediencia a Dios? Casi todo lo que hacemos viene de algún tipo de motivación. Sin embargo, ¿Cuál es la motivación suprema?

¿Obedecemos porque tenemos miedo a la ira y el juicio de Dios? ¿Sentimos que Él nos va a romper una pierna, o que nos va a quemar la casa, si no lo obedecemos? ¿Sentimos que el cristianismo es solo un conjunto de reglas que se tienen que obedecer? ¿Y que nuestra satisfacción viene de cumplir todas esas reglas? ¡NO!

Debemos de obedecer a Dios porque lo amamos. Obedecemos porque Él ha hecho tanto por nosotras, y nosotras, hemos hecho tan poco por El. Obedecemos porque el amor nunca está contento con solo recibir. ¡El amor siempre quiere dar! Jesús dijo en Juan 14:15, “Si me aman, obedezcan Mis mandamientos.”

NUESTRA DESOBEDIENCIA, no solo rompe las leyes de Dios, sino también rompe el corazón de Dios. ************************************************************************************

Imagínate a una mujer que es enfermera y madre. Ella puede trabajar en el hospital todo el día cuidando a los enfermos. Cuando ya ha trabajado sus ocho horas, ella se va a su casa.

Pero cuando llega a su casa, se encuentra con que su hijita está seriamente enferma. ENTONCES ELLA LE DA A SU HIJA EL MISMO CUIDADO, que le da a sus pacientes del hospital.

Sin embargo, cuando ya ha cuidado a su hija por ocho horas, ¡ella no la va a dejar de cuidar! ¡ELLA “LE SIGUE DANDO” SU MEJOR ATENCIÓN! ¡Porque ama a su hija! ¡La diferencia aquí está en la motivación!

Por eso, “BUSCA CONOCER A DIOS MÁS”, y te encontrarás obedeciéndolo por amor. No solo se volverá tu amor más completo y más profundo, sino que se volverá más dulce, conforme pasen los años.”

Jesús dijo en Juan 14:2, “El que tiene Mis mandamientos, y los obedece, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por Mi Padre, y Yo lo amaré, y me manifestaré a él.”

La obediencia a la Palabra de Dios viene de tu corazón. CUANDO OBEDECER A DIOS, se convierta en una lucha para ti, esa es una señal bien clara de que tu corazón se ha alejado de Él. Algunos dicen: “¡Yo amo a Dios!” Pero estoy teniendo problemas obedeciéndolo en ciertas áreas de mi vida.” ¡ESO ES ESPIRITUALMENTE IMPOSIBLE!

Si yo te preguntara, “¿Amas a Dios? Probablemente me contestarías muy fácilmente, “¡SI!” ¡CLARO! ¡YO AMO A DIOS! Sin embargo, si yo te preguntara, “¿Estás obedeciendo a Dios?” ¿Me contestarías “SI” tan rápidamente? ¿PERO TE DAS CUENTA, QUE REALMENTE ¿TE HE HECHO LA MISMA PREGUNTA?

El verdadero amor por Dios lleva a la obediencia de todo corazón. ∐Si tú le dijeras a tu esposo que solo lo amas en ciertos momentos, pero luchas con amarlo en otros, tú relación no estaría muy buena. Sin embargo, nosotras asumimos que Dios tiene que estar satisfecho, con un amor de vez en cuando, y una obediencia a medias.

Ningún papá puede entrenar a sus hijos, a menos que ellos sean obedientes. Ningún maestro puede enseñarle a un niño, ¡que sigue desobedeciendo! Ningún general puede dirigir a sus soldados a la victoria, ¡SIN OBEDIENCIA INMEDIATA! Ora para que Dios grabe esta lección en tu corazón: ¡La vida de fe es una vida de obediencia!

Así como Jesús vivió una vida de obediencia al Padre, nosotras también necesitamos obediencia para vivir una vida en el amor de Dios.

¡Qué reacias somos al no querer relacionar el amor con la obediencia! Vemos el amor y la obediencia como dos entidades separadas. Ya sea si se trata de un asunto matrimonial, o de amistad, o del discipulado. Decimos que amamos a Jesús aun cuando no tenemos ninguna intención DE OBEDECERLO.

¡PERO JESÚS NO NOS DA ESA OPCIÓN! La obediencia muestra lo que hay en el corazón. Si lo obedecemos, significa que lo amamos. Y SI NO LO OBEDECEMOS, quiere decir que realmente no lo amamos – o por lo menos – no lo amamos tanto como a otros amores.

Yo me acuerdo hace años, que una amiga y yo, estábamos registrando a las mujeres que querían asistir al estudio bíblico de las mujeres. Una señora estaba registrando a su sobrina, y nos pidió, que por favor, oráramos por su sobrina, porque había desobedecido a su mamá, y se había mudado con el enamorado.

Mi amiga le preguntó: “¿Ama su sobrina a Jesús?” La tía contestó rápidamente: “¡Claro que sí! Ella ama mucho a Jesús.” Y mi amiga, que no tiene pelos en la lengua, le dijo: “¡Pero ama a su carne mucho más de que lo que ama a Jesús!

Por eso Jesús dice en Mateo 6:21: “Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” Si nuestros corazones no están dedicados a Sus enseñanzas, ¡NO LO SEGUIREMOS! -- no importa cuánto tratemos de convencernos “a nosotras mismas” de que somos discípulos de Jesús.

Nuestro amor y nuestra obediencia están intrínsecamente unidos. Nuestras acciones y nuestros corazones están entrelazados. Eso no quiere decir, QUE A VECES, no podamos actuar superficialmente o hipócritamente, como lo hicieron los fariseos.

Un corazón que ama a Jesús, “ES FERVOROSO” con respecto a Sus enseñanzas. Pero un corazón, que no lo ama, solo sigue Sus enseñanzas superficialmente -- ¡CUANDO MUCHO! Definitivamente, QUE EL AMOR Y LA OBEDIENCIA VAN MANO A MANO.

PAUSA

¿Cómo es tu obediencia? ¿Obedeces solo de vez en cuando? Entonces, ¡ASÍ ES TU AMOR! ¿Es tu obediencia poco entusiasta? Entonces, ¡ASÍ ES TU AMOR! No pienses que tu amor por Él es todo lo que cuenta, y que tus acciones no cuentan.

Tú no puedes ganarte Su favor con tu obediencia, pero tú realmente no puedes amarlo, sin tu obediencia. Así como un esposo y esposa se deben de demostrar amor, uno al otro -- ASI IGUAL – “EL DISCÍPULO Y SU PATRÓN”. Jesús ya ha demostrado Su amor. ¡Muéstrale ahora el tuyo! ¡Obedece Sus enseñanzas!

En Juan 14:23, Jesús dice: “El que me ama, obedecerá Mi Palabra.” Daniel Emmons dijo “La obediencia a Dios es la evidencia infalible de un amor supremo y sincero por Él.” La obediencia, sin amor, es legalismo. Muchas cristianas escrupulosas de conciencia buscan cultivar disciplinas en sus vidas, para poder ser más obedientes a Cristo.

Por muy útiles que las disciplinas espirituales puedan ser”, nunca podrán reemplazar tu amor por Dios. ¡PORQUE EL AMOR ES LA DISCIPLINA! Dios mira más allá de tus hábitos piadosos, más allá de tu vida moral, y más allá de tu participación en la iglesia. ¡JESUS EXAMINA TU CORAZON!

¿Se ha convertido tu alabanza en algo vacío y rutinario? ¿Has perdido tu motivación de leer la Palabra de Dios? ¿Estás experimentando un letargo espiritual? ¿Se ha convertido tu vida de oración en un rito?

Estos son los síntomas de un corazón que se ha alejado de Dios. ¡ASI QUE! ¡REGRESA A TU PRIMER AMOR! El amor es la gran motivación para tener una relación íntima con Dios, Y PARA SERVIRLO.

Hermana, si tú quieres permanecer en Jesús, ¡GUARDA SUS MANDAMIENTOS! Guárdalos en el amor de tu corazón. No te contentes con tenerlos, COMO REFERENCIA EN TU BIBLIA, sino transfiérelos a tu corazón, por el estudio cuidadoso de la Palabra, por la meditación y la oración, y por la enseñanza del Espíritu Santo.

Nuestra unión con Jesucristo no es una cosa del intelecto, o de los sentimientos SINO ES UNA UNION VERDADERA DE CORAZON Y VIDA. La vida santa de Jesús, con Sus sentimientos y disposición, “es soplada dentro de nosotras” por el Espíritu Santo. En la vida de Cristo en la tierra, la obediencia fue una realidad solemne.

¡QUE SEA TU VIDA UNA VIDA DE OBEDIENCIA! Ten cuidado con la desobediencia, aun en las cosas pequeñas. La desobediencia adormece la conciencia, oscurece el alma, y sofoca nuestras energías espirituales.

Cuando nos alejamos de Dios, cuando rompemos Su ley, y lo desobedecemos, Jesús todavía quiere poner Sus brazos alrededor nuestro, y decirnos, “Te amo.” Desde la cruz, Dios nos está diciendo, “Te amo.”

¡ASÍ QUE! ¡Guarda los mandamientos de Cristo CON OBEDIENCIA ABSOLUTA! ¡Sé un soldado QUE NO PIDE NADA sino las órdenes de su Jefe Supremo! Dios da Su Espíritu AL DISCIPULO OBEDIENTE. ¿Y qué le dice Cristo al discípulo obediente en Mateo 28:20? “Yo estaré contigo todos los días hasta el fin del mundo.”

Era una noche fría, y más de 90 personas buscaban a un niñito, llamado Pedro. A lo que Pedrito esquiaba con su papá, se salió del camino, sin darse cuenta. Todos tenían la esperanza de encontrarlo en la nevada montaña, antes de que fuera demasiado tarde.

Conforme pasaban las horas, el equipo de búsqueda, y la familia del chiquito, se sentían más y más preocupados. AL ALBA, todavía no habían encontrado rastros de él. Dos helicópteros se unieron a la búsqueda, y después de media hora, pudieron ver huellas de los esquís.

Un equipo terrestre comenzó a seguir las huellas. Las huellas se volvieron en pisadas chiquitas. Las pisadas los llevaron a un árbol donde finalmente, encontraron al niño. El grupo de rescate le dijo a la familia, y a la prensa: “¡Pedrito está en gran estado físico. En realidad, él está en mejores condiciones, QUE NOSOTROS, en este momento.

El rescatador explicó por qué Pedrito estaba tan bien, a pesar de haber pasado la noche entera bajo condiciones heladas. Su papá había tenido la suficiente previsión de decirle lo que debía hacer, en caso de que se perdiera. Y su hijo había tenido la suficiente confianza en su papá, para hacer exactamente lo que él le había dicho.

Pedrito se salvó de congelarse, acurrucándose a un árbol y cubriéndose con ramas. Como niño, a él nunca se le hubiera ocurrido hacer esto, por su propia cuenta. Él estaba simplemente obedeciendo el consejo sabio y amoroso de su papá.

¿Obedecemos nosotras el consejo sabio y amoroso de nuestro Padre Celestial? Su Palabra está llena de advertencias con el propósito de protegernos y preservarnos. Pero cuando ignoramos las advertencias de Dios, sufrimos las consecuencias.

¡ASI QUE! YA VIMOS QUE CONOCER ES OBEDECER, Y QUE OBEDECER ES AMAR, AHORA TERMINEMOS CON NUESTRA TERCERA NORMA…

III. PERMANECER ES IMITAR – (1 Juan 2:6)

6 El que dice que permanece en Él, debe andar como El anduvo.

Permanecer en Cristo, y andar como Cristo, son dos de las bendiciones de la nueva vida. El fruto de una vida en Cristo, ¡ES UNA VIDA COMO CRISTO!

¿Y cómo es Jesús? ¡Olvídate de las interpretaciones de Hollywood! Ellos siempre tratan de adivinar Sus expresiones, Sus movimientos, y Sus estados de ánimo. Pero, CON RESPECTO A SUS PALABRAS Y A SUS OBRAS, ¿cómo es Jesús realmente?

El prefiere el perdón, a la condenación. Él es misericordioso con aquellos que están sufriendo. El odia la hipocresía, y ama la humildad. El hace obras extraordinarias, y alienta a Sus discípulos a que hagan lo mismo. ¡Y EL AMA LA PALABRA DE DIOS!

Jesús fue el hombre perfecto. ¡Nunca pecó! El dio siempre las respuestas perfectas, y tenía la actitud perfecta en toda situación. Él sabía exactamente como ayudar a aquellos que necesitaban Su ayuda.∐ LEYENDO LOS EVANGELIOS, vemos una y otra vez, como Jesús se ocupaba de todo perfectamente.

El convirtió el agua en vino, calmó las tormentas, expulsó a los demonios, sanó a los enfermos, y trajo a la vida a los muertos. Después de Su crucifixión, Jesús resucitó de entre los muertos y se sentó a la mano derecha del Padre. Algún día Jesús regresará, se llevará a Su gente al cielo, Y FINALMENTE, destruirá toda maldad.

El llamado es DE IMITAR A JESÚS en nuestra conducta. Sin embargo, Juan no solo nos exhorta a imitar a Cristo, ¡SINO A SER COMO EL! Andar como Jesús anduvo ES VIVIR, no por reglas, sino por Su ejemplo. ES SEGUIRLO. Es ser Su discípulo. ¡Es amarlo!

Tomás Brooks dice, “La vida cristiana ES NADA MENOS que una representación visible de Cristo.” Nosotras, que afirmamos salvación por fe en Jesus, que estamos llenas del Espíritu Santo, y que adoramos a nuestro Padre en espíritu y en verdad – somos muchas veces, totalmente distintas a nuestro Salvador. ¡No irradiamos Su belleza!

¿Cuál es la causa de esta incongruencia en nuestras vidas? Queremos solo los beneficios de salvación, SIN SUS RESPONSABILIDADES. “NOS COGEMOS EL REGALO GRATIS DE LA GRACIA” pero nos olvidamos que el discipulado también implica cargar nuestra cruz.

A lo mejor Juan escribió este pasaje, mientras recordaba las palabras de Jesús, cuando éste les pregunta a Sus discípulos en Lucas 6:46, “¿Por qué me llaman ustedes ¿SEÑOR, ¿SEÑOR”, y no hacen lo que YO les mando hacer?”

Juan había visto a las multitudes rodear a este Jesús, QUE HACIA MILAGROS. Los había visto mirarlo con admiración, y hasta adorarlo. Pero también los había visto abandonarlo, cuando Sus enseñanzas se volvieron muy difíciles. ¿Buscamos también nosotras solo los milagros? ¿Buscamos una salvación que no complique nuestras vidas?

¿Declaramos nosotras que vivimos en El, y sin embargo, no vivimos como El? Nosotras necesitamos ser como Jesús. Los estudiantes se parecen a sus maestros. Los siervos se parecen a sus patrones. Los niños se parecen a sus padres. Y los cristianos nos parecemos a Cristo. ¡ES UN HECHO!

El mundo que te observa es escéptico de la fe porque ha visto a cristianos que no se parecen a Cristo. La Palabra de Dios llama A SUS TESTIGOS a que sean como Jesús.

6 El que dice que permanece en Él, debe andar como El anduvo.

La frase, “permanece en El” es exactamente la misma cosa que “tener comunión con El.” Nuestro Señor Jesucristo dijo bien claro en Juan 15:4, “Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Así como la rama no puede dar fruto por sí misma, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en Mí.”

Tú puedes estar en Cristo, como parte de la vid, y solo dar hojas. ¡Esa es una simple relación! Pero si tú quieres dar fruto en tu vida, tienes que permanecer en Jesús…Tienes que descansar en El. Es esa permanencia la que produce resultados significativos en la vida.

La prueba DE PERMANECER es de andar de la misma forma como Cristo anduvo. Eso no quiere decir “hacer las mismas cosas que Jesús hizo.” Más bien, significa ACTUAR con LOS MISMOS PRINCIPIOS, con que Jesús actuó. Y tener la misma relación con el Padre, QUE JESÚS TUVO. ¡Esta es la prueba de que tienes comunión con El!

PAUSA

El hermano Lorenzo, autor del libro “La Práctica de la Presencia de Dios,” tenía un anhelo muy profundo de conocer a Dios, Y POR ESO, entró a un monasterio. Sus consejeros espirituales le dieron libros de oración para que usara, pero él ni los tocó. Él dijo, “De que sirve orar,” SI NO CONOCES AL DIOS, a quien le estás orando.”

Todos los días, el Hermano Lorenzo permanecía largo tiempo en adoración silenciosa para poder entrar a la presencia de este Dios grande, majestuoso y Santo. El continuó esta práctica, hasta que pudo vivir consciente y constantemente en la presencia de Dios, experimentando la bendición de Su cercanía y Su poder.

PAUSA

Así como el amanecer ES UNA PROMESA DE LUZ para todo el día. Así mismo, el tiempo que pasamos esperando en Dios, será la promesa, que Su Presencia y Su poder, permanecerán en nosotras todo el día.

PAUSA

Un escritor anónimo escribió, “Debemos orar siempre, no hasta que Dios nos escuche, sino hasta que podamos escuchar a Dios.”

¿Por qué es que rara vez experimentamos el gran poder de Dios? Porque no le damos a Dios suficiente tiempo para revelarse a nosotras. Cuando oramos, pensamos que sabemos perfectamente cómo hablarle a Dios.

Pero nos olvidamos, que una de las primeras cosas en la oración, es estar en silencio delante de Dios, PARA QUE ÉL SE PUEDA REVELAR. Por Su gran poder, Dios manifestará Su Presencia, permanecerá sobre nosotras, y obrará en nosotras. Conocer a Dios, EXPERIMENTANDO SU PRESENCIA Y SU AMOR ¡es, realmente, “VIDA”.

El Salmo 46:10 dice: “Estate quieta y reconoce que Yo soy Dios.” Y el Salmo 4:6 clama a Dios, “¡Que la luz de tu rostro, Señor, nos ilumine!” “¿No sería lindo poder practicar la Presencia de Dios en tu vida? Sin embargo, aun cuando estamos decididas a enfocarnos en Dios, los eventos de cada día parecen disminuir nuestro enfoque.

Muchas de nosotras no vivimos en un monasterio, o en una cabaña en el bosque, existiendo solamente para tener comunión con Dios. Tenemos horarios. Distracciones. Urgencias. ¡Compromisos! Y toda una cacofonía de voces COMPITIENDO por nuestra atención. ¡Enfocarnos en Dios no es a veces fácil!

Es por eso que debemos de practicar PRESTARLE ATENCIÓN A DIOS – que es lo que el Hermano Lorenzo, y muchos otros, hacían y hacen hoy en día. “Ellos practican la Presencia de Dios.” Debemos de aprovechar todos los momentos, que tenemos disponibles, para darle a Dios nuestra atención. Debemos de estar constantemente conscientes de Su Presencia.

¿Y cómo podemos hacer eso? Piensa en todos aquellos momentos en que tienes que esperar por algo. Ya sea, en la cola en el súper mercado, o esperando en el teléfono para hablar con alguien, -- o en cualquier otro momento de inactividad -- que es cuando nuestros pensamientos comienzan a vagar.

¡COMIENZA A CONVERSAR CON DIOS EN ESOS MOMENTOS!

Al principio de una reunión, o hasta en la mitad de una conversación con alguien, di una oración silenciosa invitando a Dios a tu reunión o a tu conversación. Pídele que llene tus palabras con Su Presencia, o que obre a través de las circunstancias.

¡Dios puede HACER USO de una crisis para Su gloria! El curso del día—O DE UNA VIDA – PUEDE CAMBIAR, cuando invitas a Dios a todos los detalles de tu vida, ¡EN CUALQUIER MOMENTO DADO! ∐¡Prueba a hacerlo hoy! Cada cierto tiempo, invita a Dios a cualquier cosa, que está sucediendo en ti, o alrededor tuyo.

Él puede invisiblemente, “pero poderosamente,” cambiar el ambiente con Su paz y Su Presencia, y tus días pueden tomar un nuevo significado. Así que establece un sentido de la Presencia de Dios en tu vida conversando continuamente con El. ¡ESO ES PERMANECER EN CRISTO! ¡LA PRESENCIA DE DIOS TRAE VIDA!

2 Corintios 3:18 dice, “Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”

¿Quieres experimentar un cambio en tu vida, “real y duradero,” que sea agradable a Dios, y que te llene de satisfacción, paz, alegría, amor y propósito? Entonces no busques satisfacción en el trago, o la pastilla, o la sicóloga, o hasta DE IR a la iglesia una vez por semana.

Busca la Palabra de Dios, por ti misma. Lee tu Biblia todos los días, para entenderla… para aplicarla y obedecerla. ¡Para que transforme tu vida! Y a lo que vives en el poder del Espíritu Santo, y en obediencia a Su Palabra, tus amigas se quedarán admiradas, y te dirán, “GUAU! VEO A JESÚS EN TI.”

OREMOSLE AL SEÑOR

Señor, gracias por las advertencias que nos haces en tu Palabra. Tu intención es siempre la de protegernos y preservar nuestras vidas. Ayúdanos a prestarle atención a tus exhortaciones… a tus instrucciones.

Señor, muchas veces ignoramos Tus advertencias, y terminamos sufriendo las consecuencias. ¡Queremos ser hijas obedientes! ¡Tú nos has dado Tu Palabra para nuestro bien!

Padre, queremos conocerte más. Queremos obedecerte, no porque tenemos que hacerlo, sino porque te amamos. Señor, queremos ser como Jesús. Queremos imitarlo… seguirlo. Andar como El anduvo. ¡Reflejar Su nombre y darle toda la reverencia que se merece! En el nombre de Jesús. Amén.