La Esposa de Potifar

GENESIS 39

El famoso reportero y escritor Inglés, Henry Vollam Morton, en su bosquejo de la esposa de Potifar, dice que ésta ocupa un lugar notable, como la primera mujer sensual en la galería de mujeres Bíblicas. Los pecados contra la moralidad, cometidos por mujeres hasta este punto en la Biblia, fueron cometidos por razones dinásticas, o debido a las costumbres de aquellos tiempos.

Pero la historia inmortal de la lujuria de la esposa de Potifar por José es el retrato de una mujer, malcriada… rica… bella, que codicia a uno de los hombres más santos y atractivos de Egipto.

EMPECEMOS EN ORACION

No hay una persona, que haya vivido en esta tierra, incluyendo a nuestro Señor Jesucristo, que no se haya enfrentado a la tentación. Y no hay una sola persona que haya vivido, a excepción de Cristo, que no haya sucumbido, en algún momento u otro, y NO haya pagado las consecuencias.

La tentación es una parte inevitable de nuestro mundo caído. No podemos escaparnos de ella. La tentación también tiene muchas caras. Hay, por ejemplo, la tentación material, que es la codicia por tener cosas materiales.

Puede ser tan grande como una casa o tan chiquita como una sortija. Puede ser tan brillante y deslumbrante como un “Mercedes Benz nuevecito,” o tan aburrido y polvoriento como un viejo escritorio.

Sin embargo, ¿quien no ha sentido “esa codicia” de tener cosas? ¿Y quien no, a veces, ha sucumbido tontamente?

También hay lo que llamamos tentación personal, que es la codicia por tener fama, autoridad, poder, o control sobre otros. Puede ser algo tan simple como la codicia por un título… como el de presidenta, o de doctora, de profesora, o hasta juez.

No hay nada de malo con estos títulos o estos puestos, hasta que la codicia se manifiesta y dice, “Tú te mereces eso, por lo que puede significar para ti.”

Finalmente, tenemos la tentación sensual, que es la codicia por otra persona – o, en realidad, la codicia por el cuerpo de otra persona. Son aquellos deseos de tener y gozar, lo que no es nuestro, ya sea legal o moralmente.

Como José batalla con la tentación sensual, en este capítulo nos dedicaremos a la tentación sensual.

El título de este mensaje es “ Deseo… viene de Adentro.” Y en este capítulo nos enfocaremos en cuatro cosas: (1) Cuando la Integridad Triunfa; (2) Cuando la Tentación Ataca; (3) Cuando la Santidad brilla; (4) Cuando la injusticia hiere.

En este pasaje, veremos como José trata con tentaciones sensuales increíbles, y como obedece la voluntad de Dios, en vez de violar el código moral de Dios. Sin embargo, su decisión le cuesta cualquier cantidad. Pasa de tener una de las posiciones más altas y más respetadas, como esclavo en Egipto, a ser sentenciado a la cárcel por muchos años.

Sin embargo, lo más alentador de esta historia es que Dios nunca abandona a José. En realidad, Dios usa esta experiencia para prepararlo para un puesto, aún mejor, en el reino Egipcio.

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Miremos a algunos antecedentes históricos… antes de comenzar…Como los hermanos de José lo odiaban, lo vendieron a un grupo de Ismaelitas, que viajaban en caravana a Egipto. Los hermanos le dicen al papá que un animal había matado a José. Y el pobre Jacob queda deshecho pensando que su querido hijo estaba muerto.

Para los hermanos, José había desaparecido para siempre, tal vez hasta habría muerto. Eso es lo que ellos creían, pero en realidad, José estaba vivito y coleando…

ASI QUE COMENCEMOS…

I. Cuando la Integridad Triunfa (Génesis 39:1-6)

“Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá.”

José se encontraba ahora en un país y una cultura que no conocía, y rodeado por un idioma que no entendía.

José era el chico que Raquel siempre había deseado, y el hijo favorito de Jacob, quien fue vendido como esclavo, y forzado a una situación, que era, aún peor, que la cisterna, a la cual sus hermanos lo habían aventado al principio.

José es vendido a un hombre llamado Potifar, quien es descrito aquí, como “el capitán de la guardia.” Potifar estaba en las fuerzas armadas… era un oficial muy importante. Inclusive, el historiador judío, Alfredo Edersheim, nos dice que Potifar era “el Jefe de los Verdugos.”

Realmente, a Potifar había que tenerle miedo. Era un militar de mucha experiencia… con poder sobre la vida y la muerte.

2 Más Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. 3 Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.

4 Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. 5 Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.

6 Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.

Dios estaba envuelto íntimamente en la vida de José. El lo guiaba… y es El, el que hace que Potifar mire a José con buenos ojos. Es obvio, que el secreto del éxito de José era Dios. ¡La buena suerte no tenía nada que ver!

Lo que José hace, como sirviente, es una ilustración muy poderosa de lo que Jesús le enseñaría a Sus discípulos cientos de años después en Mateo 25:21, “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más.” ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”

Eso es exactamente lo que le sucede a este joven esclavo. José usa todo lo que tenía a su disposición, y Dios honra sus esfuerzos. Este oficial tan importante reconoce que José no era un hombre cualquiera.

En realidad, José tenía un testimonio tan extraordinario que Potifar, quien adoraba a los dioses falsos de Egipto, se daba cuenta que José servía a un Dios muy grande… muy especial.

Potifar llega a la conclusión, “De que el Señor estaba con José, y que todo lo que él hacía, el Señor lo hacía prosperar.” ¡Que maravilloso sería si cada Cristiana de hoy, tuviera esa clase de testimonio… tan vibrante… por nuestro Señor Jesucristo!

Al final de cuentas, el capitán de la guardia pone todo lo que posee en las manos de José. Se imaginan que tal promoción – de ser un esclavo común, probablemente uno de los muchos esclavos en la casa de Potifar -- a ser el encargado máximo de la supervisión de la casa del militar más importante de Egipto.

Por eso una empleada fiel siempre hace el mejor trabajo posible para su jefe o jefa, no lo que le es más fácil.

José estaba realmente prosperando. Aquí vemos a un esclavo que se había ganado el derecho a ser respetado. Cuanto más grande el éxito, más grande la estima, que, inevitablemente, lleva a grandes momentos de vulnerabilidad.

El éxito de José se debía a la bendición de Dios, pero eso no lo aislaba de Satanás. No importa cuan grande sea nuestro éxito, debemos de estar atentas, porque es, en esos momentos, en que el enemigo ataca.

El apóstol Pablo dice en 1 de Corintios 10:12, “Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.”

Si Satanás pudiera agarrarnos desprevenidas, nos podría derribar en cualquier momento. Y cuando menos lo esperamos, nos podemos encontrar en una situación comprometedora, especialmente, si hemos flaqueado de alguna forma.

6 “Y era José de hermoso semblante y bella presencia.” José era guapo… era churro… bien parecido. No hay nada de malo con ser guapo o churro, o bien parecido, o atractiva… o linda…

Pero con estas cualidades, también vienen grandes tentaciones. Aquí tenemos a un chico, que prácticamente lo tenía todo – fama, poder, autoridad y respeto.

Encima de todo esto, ¡era churrísimo! Y sin quererlo, atraía a las mujeres. Por eso, no nos sorprenda, que el enemigo del alma de José, el diablo, se concentrara en sus características físicas.

ASI QUE, DESPUES DE VER COMO LA INTEGRIDAD TRIUNFA, MIREMOS QUE SUCEDE

II. Cuando la Tentación Ataca (Génesis 39:7-10)

7 Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo.”

Potifar no era el único que encontraba a José simpático. A la Señora de Potifar también parece haberle caído bien. Sin embargo, sus intenciones no eran exactamente las de su esposo.

La esposa de Potifar no fue nadita sutil. Fue directamente al grano… Le dice, “Acuéstate conmigo. Hagamos el amor…” Me pregunto si el interés sexual de la Señora Potifar por José habría sido motivado por otras razones.

A lo mejor eran celos, por la estima que su esposo le tenía a José. O, capaz Potifar estaba muy ocupado en otras cosas, que no se dedicaba a ella… no la satisfacía ni física ni emocionalmente.

A lo mejor quería vengarse de su esposo. Considerando los valores morales de la cultura Egipcia, Potifar probablemente tenía otras mujeres en su vida. Ž Además, en ese tiempo, ¡las egipcias eran de lo más liberadas!

Sin embargo, el texto nos da la razón más obvia de la atracción de la Señora Potifar por José. Simplemente dice que “José era hermoso de semblante y tenía bella presencia.” José era guapo…era churrísimo! Y a ella le gustaba…

8 Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. 9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?

10 Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella,

Pero, en resumidas cuentas, la esposa de Potifar era la patrona de José. ¡La jefa! El era su sirviente.

Y fuera de eso, José estaba rodeado de ejemplos negativos: La inmoralidad impregnaba la cultura Egipcia. Los hermanos de José tampoco habían sido un dechado de perfecciones. Así que, en medio de este ambiente, su resistencia es aún más admirable.

La Señora Potifar debe haber usado toda clase de técnicas seductoras para atraer a José. Pero día tras día, José se negaba ha acostarse con ella, o ha estar con ella.

PAUSA

Recuerden también, que el conocimiento que José tenía de la Ley de Dios, era muy limitado. Pasarían otros cuatrocientos años más, antes de que el Señor sacara a Su pueblo, a los judíos, de Egipto, y los llevara a la tierra de Caná.

Y ES en el Monte Sinaí donde se escucha la voz impresionante de Dios, cuando le dice a los Israelitas en Exodo 20:14,17, “No cometerás adulterio.” 17 “No codiciarás la mujer de tu prójimo.”

Pero a pesar del conocimiento limitado que José tenía de la Ley de Dios; a pesar de los malos ejemplos de su familia y de los Egipcios; a pesar de sus propios deseos y tendencias naturales, y – quizás más importante, a pesar de la oportunidad que José tenía de cooperar en un ambiente relativamente secreto y seguro, aún así, José resiste.

PAUSA

Hay por lo menos tres razones, por las cuales José resiste continuamente esta tentación sexual. Primero, José no quería violar la confianza de Potifar. José sabía que Potifar confiaba totalmente en él – aún con su esposa.

De otra forma, ¿por qué pondría, este hombre tan poderoso, a José a cargo de todo? Porque sabía que José nunca se aprovecharía de los avances amorosos de su esposa – comportamiento, que probablemente, sabía que sucedería.

Potifar tendría que haber sido bien cándido para no darse cuenta que su esposa se interesaría en José. Esto hace la responsabilidad que le da, y la confianza que pone en él, aún más increíble.

Segundo, José no violaría sus convicciones espirituales. El no desobedecería Dios. A pesar de que su conocimiento de la Ley de Dios era limitado, él conocía a Dios personalmente. El tenía una relación íntima y personal con su Dios.

El sabía, en su corazón, que era malo tener relaciones sexuales con la esposa de Potifar, o con cualquier otra mujer, que no fuera su propia esposa. Sus valores morales eran muy altos. El no se permitiría así mismo “pecar contra Dios.”

Y tercero, José resiste esta tentación porque no quería dañar la reputación de Dios.

No nos olvidemos que Potifar estaba muy conciente de la fe de José en Dios. El había observado las convicciones morales y éticas de este joven – que estaban basados en su relación con Dios. Por eso es que Potifar confiaba en él plenamente.

Si José violaba la voluntad de Dios en este asunto, ciertamente que esto interferiría con cualquier interés que Potifar pudiera haber tenido en el único y verdadero Dios. ¡José hubiera destruido su testimonio!

Clarence Macartney nos da un toque de realismo en este asunto cuando dice: “Esta no era una tentación cualquiera. José no era de piedra, ni era una momia; era un joven de sangre ardiente, que estaba en sus veinte-y-pico de años. Esta no era una tentación de un solo día, sino una tentación constante… día tras día.”

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Hay una vieja historia que cuenta que cuando José le estaba hablando a la Señora Potifar, de Dios, ella levanta el vuelo de su falda y tapa el busto del dios que estaba en la cámara, y dice, “¡Ya! Dios no puede ver.” José le contesta, “¡Mi Dios ve!”

No creas la mentira de que Dios no está al tanto del pecado secreto. Como José, ten presente que todo pecado es contra Dios, que lo sabe todo.

Una vez alguien dijo, “¿Cómo es que la suerte SOLO toca una vez, pero la tentación me toca a la puerta todos los días?”

José era un chico joven con todos los deseos y pasiones naturales de la juventud. No tenía amigos… sus hermanos lo habían abandonado… Y ahora era un extraño y esclavo en esta tierra lejana. Esta mujer persistente lo debe de haber tentado tremendamente.

El diablo seguro que le susurraría, “ Después de todo, José, ¿por qué no? Nadie te conoce aquí. Acepta lo que ella te ofrece. La moralidad en Egipto es libre y fácilí– con tal que no te chapen. Después de todo, es natural que un chico joven, como tú, coquetee con una mujer atractiva.”

Después, sin duda, el demonio cambiaría su enfoque. Pintaría imágenes en la mente de José… imágenes perversas y seductoras, la clase de imágenes que el diablo ha estado pintando en las mentes de hombres y mujeres desde la caída de Adán y Eva.

Si tú crees, que una vez que hayas resistido a la tentación, ésta desaparecerá para siempre, ¡hum! Más te vale que abras los ojos. A decir verdad, cuando piensas así, te conviertes en el blanco perfecto para el demonio.

Cuando salgas de este lugar, Dios mediante, te convertirás en una mujer respetable, en una chica de éxito, en una la mujer de alma devota. ¡Esa es la chica que el diablo quiere atacar! ¡A El no le gusta que camines con Dios!

Por eso que no te sorprenda que la esposa de Potifar fuera tras José con tanta vehemencia. José era un buen partido. Si lo agarraba, habría conquistado algo valioso. ¡Pero José no se dejaría vencer!

Santiago 1:13-14 dice, “Que nadie, al ser tentado, diga: Es Dios quien me tienta. Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen.”

El encanto de la lujuria sensual es como un imán… que atrae a dos fuerzas feroces una hacia el otro – que son - el deseo interno, y la carnada externa. En realidad, si vives en este mundo, no podrás escapar la carnada.

Y aún cuando lograras aislarte del mundo real, tu mente no te dejará escapar la carnada externa. Pero recuerda que no hay pecado en la carnada. El pecado está en la mordida.

Oscar Wilde dijo, “Yo puedo resistir todo, menos la tentación.”

ASI QUE, DESPUES DE VER COMO TRIUNFA LA INTEGRIDAD, Y COMO LA TENTACION ATACA, VEAMOS QUE SUCEDE…

III. Cuando la Santidad brilla (Génesis 39:11-20)

11 Aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí. 12 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.”

1 de Corintios 6:18 dice, “Huyan de la fornicación.” Cuando el Nuevo Testamento habla del tema de la tentación sensual, nos da una sola orden: “CORRE.” La Biblia no nos dice que razonemos con ella, o que lo pensemos cuidadosamente, ni tampoco nos dice que recitemos versículos bíblicos. ¡Nos dice que HUYAMOS!

No puedes sucumbir a la inmoralidad si te estás corriendo de ella. ¡Así que corre por tu vida! ¡Salte de ahí! Si tratas de razonar con la lujuria o perder el tiempo con pensamientos sensuales, terminarás cediendo. ¡No puedes ganar! Por eso el Espíritu Santo dice: ¡CORRE!

Y eso es exactamente lo que José hace. Sale corriendo a la calle, y la esposa de Potifar se queda ahí parada, despechada, rechazada una vez más, con el manto de José en sus manos. La doña no estaba contenta. Si ella no podía poseerlo… lo incriminaría. Así que grita, ¡VIOLACION!

Las famosas palabras de William Congreve se hicieron realidad, cuando dicen:

“El infierno no tiene furia más grande que la de una mujer despechada.”

13 Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera, 14 llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;

15 y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió. 16 Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa. 17 Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme.

18 Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera. 19 Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor.

20 Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel.

¡Qué tal cambio de acontecimientos! José había sido arrancado de su casa a los diecisiete años de edad… luego fue llevado a Egipto… Una cosa tras otra. Y sin embargo, José sabía que Dios estaba con él. ¡Esto es lo increíble! Ya sea en prosperidad o en la adversidad, José jamás duda de Dios.

PAUSA

Que resistas a la tentación y te premien, es una cosa. Pero que resistas, y que te castiguen por eso, es otra. Del punto de vista humano, José había pagado un precio muy alto por sus convicciones morales.

Avances sexuales combinados con rechazo obvio, generalmente producen, una intensa hostilidad. Los gritos de rabia de la Señora Potifar se podían escuchar por toda la casa,

¡Su lujuria se convierte en odio! Gritando por sus sirvientes, ella acusa a José de atentado de violación; y cuando Potifar llega a la casa, ella le repite su tergiversada historia, enseñándole el manto de José como prueba. Mentiras… mentiras… y más mentiras.

PAUSA

Las Escrituras nos dicen que Potifar “se pone furioso,” y que inmediatamente lo hace encerrar.

PAUSE

En circunstancias normales, un hombre acusado de dichas acciones en la cultura Egipcia, ¡hubiera sido ejecutado al toque! Con mayor razón si se trataba de la esposa de Potifar, ya que éste era el “Jefe de los Verdugos.”

Una simple orden significaría la cabeza de José – ¡inmediatamente! ¿Por qué entonces tendría Potifar misericordia de José? Obviamente sabemos que la mano de Dios estaba protegiendo a José, y que Dios tenía un plan muy especial para su vida.

Pero, del punto de vista humano, Potifar probablemente sospechaba que su esposa estaba mintiendo. Capaz su furia estaba dirigida más a ella, que a José.

Después de todo, para no quedar mal, ahora tendría que tomar medidas contra el hombre, que le había dado tanto éxito.

Y considerando el puesto tan importante que tenía Potifar en Egipto, no le quedaba otra alternativa. Tenía que hacer algo. Así que opta por dejar que José viva – pero en la cárcel.

FINALMENTE, DESPUES DE VER COMO LA INTEGRIDAD TRIUNFA, LA TENTACION ATACA, Y LA SANTIDAD BRILLA, CONCLUYAMOS…

IV. Cuando la Injusticia Hiere (Génesis 29:21-23)

21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. 22 Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.

23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.

¿Notan esta frase de nuevo? “El Señor estaba con José.” La mano de Dios estaba sobre él. Pero la relación era recíproca. José también obedecía a su Dios. Y en vez de molestarse y amargarse por todo lo que le estaba pasando, él seguía sirviendo a Dios en todo. Y como resultado, prospera – aún en la cárcel.

Caterina Fox dice, “Que las desilusiones de la vida son simplemente las citas secretas del amor de Dios.”

Cuando Dios permite que pases por una “prueba fuerte,” por tu obediencia a El, hasta la cárcel se convierte en el lugar más bendito del mundo, porque Dios va contigo. Y José sabía esta verdad.

El no hace pucheros, ni se descorazona, ni se rebela, ni llora pensando, “¿Por qué todo lo malo me pasa a mí?” Si él hubiera hecho eso, el guarda de la cárcel nunca hubiera confiado en él.

Si tú permites que la amargura de cabida en ti, Dios nunca más te usará… hasta que no te deshagas de ella. José simplemente pone toda su confianza en Dios, y como resultado, el guarda de la cárcel, pone todo a cargo de José.

Madame Guyón dice, “He aprendido a apreciar la oscuridad del dolor, porque es ahí donde puedo ver el rostro de Dios brillar.”

Cuando Pedro fue encarcelado por el rey Herodes, el Libro de Hechos 12:7 dice, “Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.”

Esta es la manera como Dios obra. En tu hora más difícil, El camina sobre las olas, tal como lo hace el ángel cuando va a la celda de Pedro, exactamente el día en que lo iban a ejecutar.

Lo mismo vemos en el Libro de Ester, que cuando ya habían terminado el andamio para ejecutar a Mordoqueo, sucede que el rey no podía dormir, y como resultado, los judíos fueron salvados… de ser exterminados.

A lo mejor tú tengas que pasar “por lo peor” antes de que seas librada, ¡pero tú serás librada! A lo mejor Dios te hace esperar, pero El siempre recuerda Sus promesas, y aparece en el momento preciso para cumplir Su Palabra. Su Palabra no puede romperse.

Tú estás en la cárcel porque estás pagando las consecuencias de tu pecado. Pero llegará el día en que tu condena se cumplirá, y Dios abrirá las puertas para que salgas de aquí, y te dará las fuerzas para vivir una vida limpia, una vida linda, y para que puedas ser un gran ejemplo para tu familia. Sobretodo… para que puedas vivir una vida digna del llamado de Dios.

En la vida de José, vemos como Dios obra: (1) por medio de otro prisionero, luego, por medio de un sueño, y finalmente, vemos como Dios lo asciende… lo saca de la cárcel, y lo pone de Primer Ministro de Egipto.

Y el tiempo que José pasa en la cárcel es lo que le da fuerza y firmeza para ser Primer Ministro. No desperdicies el tiempo que estás aquí. Acércate al Señor, y deja que El cure tus penas y tus sufrimientos. Dios te ama, a pesar de lo que puedas haber hecho, y quiere ayudarte.

Prepárate AHORA para poderte enfrentar al mundo cuando salgas… Aprende aquí amar a Dios con todo tu corazón, y aprende a querer y a respetar a tus compañeras. ¡Ese es el mandamiento No.1 de Dios!

Cuando ames a Dios y a tu prójimo, como a ti misma, nunca más tendrás que volver a este lugar, porque no harás nada que pueda herir a Dios o a otros…

Dios, en Su providencia, tiene mil llaves para abrir mil puertas diferentes para librarte, no importa cuan desesperada sea tu situación. Seamos fieles de hacer nuestra parte, que es simplemente sufrir por Cristo, y luego, poner el resto en Sus hombros, y dejarlo ahí.

1 Pedro 5:7 dice, “Depositen en El toda ansiedad, porque El cuida de ustedes.”

PAUSA

Espero que la esposa de Potifar no haya podido dormir por muchas noches -- pensando en José… en esa pequeña celda… todo por su culpa… por su pasión baja, y su perjurio.

En medio de todo, tenemos que darle crédito a José. No tenemos ningún escrito que diga que él haya hablado en defensa propia, o en contra de esa mala mujer, responsable de su deshonor y vergüenza.

El hizo exactamente lo que Jesús hizo muchos siglos después. Hechos 8:32 dice que el Mesías, “Como oveja fue llevado al matadero; Y como cordero que enmudece ante su trasquilador, ni siquiera abrió su boca.”

Jesús fue abusado por el Consejo, ridiculizado por Herodes, azotado por Pilatos, y burlado por los soldados. Toda la dignidad, que viene de la vestimenta de uno, le fue despojada. Lo dejaron desnudo. Pero Su silencio lo vistió con tal dignidad… que ningún insulto o daño del hombre, se la pudo quitar.

PAUSA

Quisiera darles algunos consejos prácticos para que puedan resistir a la tentación. Estos son principios bíblicos que funcionan, por la gracia de Dios. Si tú realmente quieres resistir la tentación sexual (probablemente cuando salgas de aquí), tendrías que cumplir con estos cuatro requisitos.

Primero , “No debes de permitir que tu situación te haga flaquear.” En cuanto a la situación de José, él lo tenía todo. Económicamente, estaba seguro. Profesionalmente, era respetado y de confianza. Personalmente, era un churro.

El ha podido permitir que todas estas cosas debiliten su determinación… de rendirse a la oportunidad que se le brindaba, pero no lo hace. “Nuestra habilidad de vencer a la tentación depende más de nuestra integridad y firmeza, que de nuestras circunstancias.”

Segundo , “No te dejes engañar por la Persuasión”. El hombre que te quiera tentar… te hablará con palabras convincentes… persuasivas.

  • “Mi esposa no me puede satisfacer como tú podrías…”
  • “Si haces esto, probarás que realmente me quieres.”
  • “¿Quién se va a enterar? Estamos completamente solos, absolutamente

seguros.”

  • “Mi vida, si nos vamos a casar dentro de poco. ¿Por qué esperar?”
  • “Me siento tan solo. Dios entiende – por algo te ha puesto en mi vida.”
  • “Solo esta vez. Te prometo que nunca, nunca más.”

El regalo más grande que le puedes dar a tu esposo es tu pureza, tu fidelidad. La cualidad más grande que le puedes brindar a tu esposo y a tu familia es tener dominio sobre ti misma, tanto moral como éticamente.

Carnadas engañosas se nos presentan todos los días, y no siempre vienen de los hombres. Hay muchas tentaciones que vienen de estímulos verbales y visuales. Y no siempre podemos evitarlos.

Pero, ¡SI! tenemos control sobre nuestro medio ambiente. Por ejemplo, muchas veces, cuando nos exponemos al mundo del entretenimiento, esto afecta nuestros pensamientos, nuestros deseos, y nuestro comportamiento. El internet, las películas, las revistas… Muchas están ahí para atraparnos. ¡Así que tengan cuidado!

Si lo que ves y oyes con frecuencia “promueven” valores que no están de acuerdo

con la voluntad de Dios, te estás buscando un problema. ¡Si juegas con fuego, te vas a quemar!

Escucharás palabras tentadoras… persuasivas una y otra vez. No te dejes engañar por la persuasión, no importa cuan bellas y conmovedoras las palabra puedan ser. Es una mentira. Recuerda, que es todo una mentira.

Tercero , “No debes de ser bondadosa con tus emociones.” Tus sentimientos te suplicarán que los satisfagas. La tentación obrará en ellos, rogando que entiendas. ¿Te acuerdas de José? El versículo 8 dice que “El no quiso.” ¡Dijo que NO! Y en el versículo 9, José dice, ¿Cómo podría hacer yo este gran mal, y pecar contra Dios?

Dag HammarskYold escribió, “No puedes jugar con el animal en ti, sin convertirte en un animal completo. El que quiere mantener su jardín limpio, no puede reservar una parcela para la mala hierba.

Y Cuarto, y finalmente, “No te debes de confundir por los resultados inmediatos.” Después de haber hecho lo correcto y haber resistido la maldad, José es acusado falsamente y arrojado a la cárcel.

Puede que pierdas tu trabajo. Puede que pierdas a tu amante (si quieres llamar a ese hombre… amante). Puede que pierdas la aceptación de muchos… o que seas ridiculizada.

Si nombras el nombre de Cristo, nómbralo plenamente, nómbralo completamente, y mantente moralmente limpia … aún si eso significara un descenso, o pérdida de tu trabajo o pérdida de tu importancia. ¡SALTE DE AHÍ! Se lo debes a tu persona… se lo debes a tu familia. Y más que nada, se lo debes a tu Dios.

La Verdad QUE vemos en la vida de José es para todas nosotras – casadas, solteras, divorciadas, o vueltas a casar, hombre o mujer, joven o vieja. Cualquiera que fuere tu situación, no importa cuan seductora, agradable, o momentáneamente encantadora sea la carnada… ¡NO TE QUEDES!

En los momentos de tentación, reclama la fuerza sobrenatural que da Cristo, actúa bajo el control de Su Espíritu Santo, y mantente erguida en Su poder. Ahora mismo, desde este momento, ¡decide ser como José! Solo así podrás resistir. Si no, flaquearás…es solo cuestión de tiempo.

PAUSA

Ahora… la gran pregunta es “¿Donde estaba Dios en todo esto?” Podemos ver a Dios en las cosas buenas. Lo podemos ver aún en las cosas un poco dudosas. ¿Pero dónde está Dios cuando todo es injusto? ¿Será que no te oye? ¡NO!

José ve la mano de Dios en la cárcel. En lo que pudo haber sido una situación horrible, uno de los lugares más deprimentes, José prospera. Y por lo tanto, pudo ser usado por Dios, estratégicamente, en las vidas de mucha gente.

Cuando una “prueba difícil” viene a tu vida, ¿no es, casi siempre, tu primera reacción la de sentirte abandonada por Dios? “¿Señor, cuando me vas a contestar?”

PAUSA

Y si caes en pecado, todo no está perdido. Hay perdón en Jesucristo. Puedes comenzar de nuevo. Hay cosas en tu PASADO que no puedes cambiar, pero con la ayuda de Dios, puedes hacer grandes cambios en el FUTURO – y estar en paz con El, y contigo misma.

No te equivoques, José no se merecía la cárcel, pero responde a ella magníficamente. Esto es lo maravilloso de esta historia. Primero y principalmente era su relación íntima y constante con su Dios. Y debido a esto, Dios lo usa poderosamente.

EN CONCLUSION

Una de las razones por las cuales admiramos tanto a José, es su fidelidad. D. Mennen, en su artículo titulado, “Cómo el Hombre Sabio Vence a la Tentación,” dice de José, “en sus obligaciones fue leal, en la tentación fue fuerte, y en la prisión fue fiel. ¡Qué gran vida para imitar!

José no estaba rodeado de su familia, ni de su iglesia, ni de sus amigos devotos. Ni siquiera tenía una copia de las Escrituras, porque todavía no habían sido escritas. Pero si tenía el medio de la oración, y el recuerdo de las promesas que Dios le había dado en sus sueños, y probablemente también, en sus conversaciones con su padre, Jacob, años antes.

Para José, conocer a Dios y Sus atributos, era suficiente para ser leal en sus obligaciones, fuerte resistiendo a la tentación, y fiel aún en circunstancias injustas.

OREMOSLE AL SEÑOR

Padre, en el nombre de Jesús y en el poder de Tu Espíritu, decidimos hoy mismo ser como José. Danos el poder de resistir a la tentación. Ayúdanos a no flaquear ante el pecado para no ofenderte. Danos la fuerza para huir… para salir corriendo de la tentación.

Y Padre, gracias, que no importa cuan difíciles nuestras circunstancias puedan ser, Tú estás siempre con nosotras. Tú tienes mil llaves para abrir mil puertas diferentes, si es necesario, para librarnos. Danos la fuerza para esperar en ti… de estar quietas y reconocer que Tú eres Dios. Gracias Señor. En el nombre de Jesús. Amen