Dios valora LA HUMILDAD GENUINA más de lo que nos podemos imaginar. Dios le dijo a David que Salomón recibiría el honor de construir el templo. David respondió con gran humildad, y no con resentimiento.
Este rey que había conquistado a sus enemigos, y que era amado por su pueblo, se presentó delante del Señor, y dijo en 1 Crónicas 17:16, Señor y Dios, ¿quién soy yo, y quién es mi familia, para que me hayas traído hasta aquí? David oró humildemente, exaltando a Dios, reconociendo Sus bendiciones, y aceptando Sus mandatos y promesas.
Esto me hace acordar a cuando éramos chicas y jugábamos en el subibaja. Cuando dos niños o niñas se suben al subibaja… HAY UNA SOLA REGLA: “PARA IR HACIA ARRIBA, TIENES QUE IR HACIA ABAJO”.
ASÍ COMO LO NIÑOS OBRAN EN CONJUNTO PARA ELEVARSE EN UN SUBIBAJA, ASÍ MISMO DIOS ELEVA A SUS HIJOS A LUGARES ALTOS – cuando nuestro orgullo, ambición, y delirios de grandeza… BAJAN…
El Rey David era un pastorcito… CUANDO DIOS LO SACÓ DE LOS PASTOS VERDES… para que gobernara un reino. Esta experiencia podía habérsele subido a la cabeza… AL TENER RIQUEZAS, SIRVIENTES, Y “PODER” AL ALCANCE DE SU MANO. Sin embargo, David nunca perdió de vista que Dios era el poder detrás de todos sus triunfos.
Aun en medio de la alegría de una batalla brillante y exitosa… DAVID SE HUMILLABA A SÍ MISMO… ¡Y LEVANTABA EL NOMBRE DE DIOS POR ENCIMA DEL SUYO! Él había entendido QUE SU SECRETO DE SER UN GRAN GOBERNANTE… se lo debía al poder del único y verdadero Rey.
Proverbios 29:23 dice, La soberbia humilla al hombre; al humilde de espíritu lo sostiene la honra. ¡EL ORGULLO NOS TRAE ABAJO! El orgullo es el gran enemigo de la cristiana. El orgullo es tener una opinión demasiado alta de uno misma. Te motivan a hacer cosas que tú sabes que no son piadosas… y te impiden hacer aquello que le da gloria a Dios.
El orgullo influenció a Adán y a Eva a tratar de ser como Dios. El orgullo motivó a Caín a matar a su hermano. El orgullo hizo que los hermanos de José lo vendieran como esclavo. El orgullo causó que el Rey Saúl se resintiera con David… ¡Y TRATARA DE MATARLO! ¡EL ORGULLO FUE LA RAÍZ DE LA IRA QUE LOS FARISEOS SENTÍAN CONTRA JESÚS!
El orgullo fue la razón que los discípulos comenzaron a discutir acerca de quién de ellos era el más importante en el reino. ¡EL ORGULLO ES TU ENEMIGO IMPLACABLE! Si sucumbes a su influencia… ¡HABRÁ CONSECUENCIAS! Tú podrás saber que has ofendido a alguien, pero tu orgullo no te dejará pedir perdón.
Tú te darás cuenta… QUE NECESITAS RECONCILIAR UNA RELACIÓN ROTA… pero tu orgullo te llevará a negar esa necesidad. El Espíritu te puede condenar porque estás viviendo un estilo de vida pecador… ¡PERO TU ORGULLO NO TE DEJARÁ ADMITIRLO! El orgullo te convencerá de que te mereces un tratamiento mejor.
¡EL ORGULLO TE IMPEDIRÁ SERVIR A OTROS! Más bien, TU ORGULLO peleará por obtener los lugares prominentes. El orgullo te hará escuchar a las ADULADORAS, e ignorar a las consejeras honestas. El orgullo te guiará a aislarte para no tener que ser responsable ante otros. En cambio, la humildad es agradable a Dios… ¡ÉL TE HONRARÁ POR ELLO!
Si el orgullo ha aparecido en algunas áreas de tu vida… PÍDELE A DIOS QUE TE DE VICTORIA SOBRE ÉL, antes de que éste te robe de la voluntad de Dios para ti. Jesús dijo en Lucas 14:11, Porque todo el que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.
Hay dos maneras de alcanzar alta estima. Una manera es la del mundo, que dice… ¡APROVECHA CADA OPORTUNIDAD PARA PROMOVERTE A TÍ MISMA ANTE OTROS!
Aprovecha las ocasiones de ser reconocida… ¡Y SER EL CENTRO DE ATENCIÓN! Sin embargo, la forma de Dios es: ¡HUMÍLLATE A TÍ MISMA! En vez de esforzarte por ser reconocida, y por obtener posiciones de influencia… ¡BUSCA PONER A OTROS PRIMERO! CULTIVA LA HUMILDAD… porque la humildad “NO NOS VIENE” naturalmente.
Una de las muchas paradojas de la vida cristiana, es que cuando Dios ve nuestra verdadera humildad… ¡ÉL NOS EXALTA! En Lucas 22:27 Jesús pregunta, ¿Quién es mayor? ¿El que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿Acaso no es el que se sienta a la mesa? Sin embargo, Yo estoy entre ustedes como el que sirve.
La medida de la grandeza en el reino de Dios es muy diferente a la del mundo. Nuestra cultura idealiza a los ricos, a los poderosos, a los bellos y hermosos, y a los atletas. Hasta magnifican a las celebridades – QUE ALARDEAN DESCARADAMENTE ACERCA DE SU INMORALIDAD. ¡EL MUNDO DICE QUE ES DEGRADANTE SERVIR A OTROS!
Sin embargo, EL REINO DE DIOS RECHAZA COMPLETAMENTE LA FORMA QUE TIENE EL MUNDO DE VALORAR A LA GENTE… ¡DÁNDOLE EL HONOR MAYOR A AQUELLA QUE SIRVE MÁS! La persona que sirve desinteresadamente, amorosamente, y sin quejarse -- y sin buscar reconocimiento – ¡ES ALTAMENTE RECONOCIDA EN EL REINO DE DIOS!
Cuando Jesús y Sus discípulos entraron en el Aposento Alto, los discípulos buscaron un lugar prominente para sentarse. EN CAMBIO, ¡JESÚS BUSCÓ UN LUGAR PARA SERVIR! A lo que los discípulos esperaban ser servidos, JESÚS TOMÓ UNA TOALLA Y UN RECIPIENTE, y les lavó los pies. Lavar los pies era el trabajo de un esclavo. ¡PERO DIOS LO HIZO!
¡A las cristianas nos gusta referirnos “A NOSOTRAS MISMAS” como siervas, pero pocas veces, estamos contentas con ser tratadas como siervas! Estamos más tentadas… ¡A ADOPTAR LA FORMA COMO EL MUNDO EVALÚA LA IMPORTANCIA!
Pero cuando miramos a Jesús – COMO NUESTRO MODELO -- vemos que se necesita un carácter mucho más noble… PARA SERVIR QUE PARA SER SERVIDO.
El mundo estimará tu importancia por el número de personas que te sirven. ¡PERO DIOS ESTÁ MÁS INTERESADO POR EL NÚMERO DE PERSONAS QUE TÚ SIRVES!
Si te sientes incómoda sirviendo, es muy posible que tu corazón se haya alejado del corazón de Dios. Pídele a Jesús que te enseñe a ser desinteresada… ¡Y QUE TE DE SU FUERZA PARA SEGUIR SU EJEMPLO! A pesar del éxito de David, COMO GUERRERO, él era verdaderamente humilde.
Él nunca se olvidó de su origen modesto, COMO PASTOR, y le dio todo el crédito a Dios por sus victorias… ¡EN VEZ DE VANAGLORIARSE POR SUS PROPIAS PROEZAS MILITARES! Como rey, David estaba muy al tanto de su propia identidad… ¡PERO GUSTOSAMENTE DOBLABA LA RODILLA ANTE EL VERDADERO REY – EL SEÑOR DE LOS EJÉR CITOS!