Oseas 6:3 dice, Entonces conoceremos al Señor, y más y más lo iremos conociendo. Vendrá a nuestro encuentro como la luz del alba, como vienen a la tierra las lluvias tempranas y las lluvias tardías.

Cuando estás enamorada, anhelas compartir “QUIEN ERES TÚ”… con tu amado. Quieres que él conozca tus pasiones y tus pensamientos más profundos. QUIERES QUE ÉL ADMIRE TUS HABILIDADES… y tus talentos. Quieres que él comprenda tu dolor cuando estás triste, y que te apoye para lograr tus metas.

A veces prefieres no compartir “ALGUNAS COSAS DE TÍ MISMA” porque la transparencia podría hacerte vulnerable al rechazo. Pero, idealmente, en lo más profundo de tus sueños, quieres ser conocida y apreciada por ser quien eres. ¡TODAS QUEREMOS CONECTAR! ¡Y DIOS TIENE EL MISMO DESEO!

En realidad, esa es la razón que Dios creó a la gente a Su imagen… ¡PARA SER CONOCIDO Y APRECIADO POR SER QUIEN ES! Él ha compartido Su pasión y Sus pensamientos con nosotras para que lo conozcamos.

Él hace cosas que son dignas de elogio para que podamos alabar Su poder y Su sabiduría y Sus obras. Él nos habló acerca de Su tristeza – POR MEDIO DE LOS PROFETAS -- para que pudiéramos comprender Su pena por las relaciones rotas. Él nos llamó a Su misión para que pudiéramos trabajar con Él, y llevar a cabo Sus propósitos.

A ÉL LE ENCANTA COMPARTIR SU CORAZÓN CON NOSOTRAS, aun cuando cualquier transparencia “DE SU PARTE” lo exponga a ser rechazado. Pero a pesar de la posibilidad de ser rechazado, Dios anhela recibir el amor de Su creación… ¡ÉSTA ES LA RAZÓN POR LA CUAL NOS CREÓ! Como nosotras… ¡DIOS QUIERE CONECTAR!

Si escogemos “BUSCAR A DIOS… Y CONOCERLO”, Dios responderá con Su disponibilidad y Su amor. Por eso Santiago nos dice, Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes.

Cuando asistí a la Escuela de Ministerio de mi iglesia en el año 2001, nuestra primera reunión como estudiantes – ANTES DE COMENZAR LA PARTE ACADÉMICA DE LA ESCUELA – FUE LA DE IR A UN PARQUE PRECIOSO. ֎ A lo que admiraba este bello lugar --y su vista tan impresionante -- me imaginaba a Jesús, hablándole y enseñándole a Sus discípulos.

El director de la escuela, nos preguntó, por qué habíamos decidido asistir a la Escuela de Ministerio. Uno por uno, los estudiantes se ponían de pie, y explicaban el motivo de estar ahí. Yo comencé a orar. “Señor, ¿por qué estoy aquí? ¡REALMENTE! ¡Yo quería sonar bien.

Lo primero que se me vino a la mente fue “Conocer a Dios más. Amarlo más, y servirlo mejor. “Pero Señor,” le dije, “¿no tienes nada más profundo para darme?” Todos los estudiantes estaban recitando versículos… todos sonaban tan piadosos…

Cuando llegó mi turno, Dios todavía no me había dicho nada más, así que me paré y dije, “La razón por la cual estoy asistiendo a la Escuela de Ministerio es que “Quiero Conocer a Dios más, amarlo más, y servirlo mejor.”

Y a través de los años -- me he dado cuenta -- QUE NO HAY NADA MÁS IMPORTANTE NI MÁS PROFUNDO, NI MÁS ESENCIAL… ¡QUE CONOCER A DIOS! Desde ese momento, CONOCER A DIOS, se convirtió en la búsqueda de mi vida… y le pido a Dios que sea la tuya también.

6 Lo que yo quiero es misericordia, y no sacrificio… ¡CONOCIMIENTO DE DIOS, más que holocaustos!

A través de los siglos, la gente de Dios, se ha convencido “así misma”, de que puede agradar a Dios -- por medio de su servicio y sus ofrendas -- sin importar la condición de su corazón.

Por ejemplo, el rey Saúl ofreció sacrificios “muy generosos”, con la esperanza de que Dios pasara por alto su desobediencia. Por eso, Samuel le dice a Saúl en 1 Samuel 15:22, Obedecer al Señor es mejor que ofrecerle sacrificios.

David tal vez asumió – QUE DESPUÉS DE TODO LO QUE ÉL HABÍA HECHO POR DIOS -- que Dios pasaría por alto su pecado. Ananías y Safira pensaron que su generosa ofrenda a la iglesia, compensaría por su engaño. ֎Definitivamente que Pablo pensaba que su celo le agradaría mucho a Dios.

Sin embargo, después de su conversión, él llegó a la conclusión de que aun si él tuviera la fe para mover montañas, diera todo lo que tenía para alimentar a los pobres, y ofreciera su cuerpo para ser quemado por devoción a Dios, -- AUN ASÍ -- SI SU CORAZÓN NO ESTABA BIEN CON DIOS – de nada le serviría.

Nosotras estamos propensas “AL MISMO MALENTENDIDO” … como esa gente lo fue. Nosotras podemos estar engañadas asumiendo… QUE DIOS ESTÁ MÁS INTERESADO EN NUESTRA ACTIVIDAD POR ÉL… que en la condición de nuestro corazón.

En muchas ocasiones, DIOS HA DEJADO BIEN CLARO, que Él no será apaciguado por las ofrendas más generosas ni el servicio más fervoroso -- SI ES QUE NUESTROS CORAZONES NO ESTÁN BIEN CON ÉL.

El propósito de la venida de Jesús, y Su muerte en la cruz por nosotras… ¡ABARCA MUCHO MÁS!... ¡MUCHÍSIMO MÁS!... ¡ÉL VINO PARA QUE LO CONOCIÉRAMOS – PARA QUE NOS RELACIONÁRAMOS ÍNTIMAMENTE CON ÉL.

Claro, aquellas que creen en Jesús, y Su obra salvadora… ¡SON BIENVENIDAS A SU REINO! Muchas se han enfocado en las obras, en el estudio, y en los milagros… “SIN CONOCER A JESUS ÍNTIMAMENTE…” ¡AUN SIENDO SALVAS!

¡CONOCER A DIOS ES LA META! El deseo de Dios es que digamos, “Señor, quiero conocerte, quiero amarte. Quiero estar contigo.” SI NOS PERDEMOS ESTO EN LA VIDA -- la iglesia, la familia, o cualquier otra área de la vida -- ¡NO IMPORTAN REALMENTE! Podemos buscar apasionadamente las cosas de Dios… “SIN CONOCER A DIOS.”

Podemos estudiar Su Palabra -- Y HASTA ENSEÑARLA -- SIN CONOCER A DIOS. Podemos especializarnos en las verdades y acciones del evangelio -- SIN CONOCER “EL CORAZÓN” DETRÁS DEL EVANGELIO. ¡ESO PASA TODO EL TIEMPO! … ¡Y ES TRÁGICO!

¡ASÍ QUE! ¿QUÉ ES LO QUE JESÚS MÁS QUIERE? SU DESEO MÁXIMO ES QUE NOS DEDIQUEMOS A CONOCERLO MÁS… ¡Y A AMARLO CON TODO NUESTRO CORAZÓN!