Mateo 5:3 dice, Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

La Biblia presenta MUCHAS PARADOJAS que desafían nuestra forma humana de pensar. Nosotras pensamos QUE SER POBRE SIGNIFICA TENER POCO. Pero Jesús dijo que las riquezas del cielo le pertenecen a los pobres de espíritu. ¡LA AUTOSUFICIENCIA NOS ROBA DE LOS BUENOS DONES DE DIOS!

Jesús dijo, QUE SI QUERÍAMOS SEGUIRLO, teníamos que negarnos a nosotras mismas. Siempre y cuando confiemos en nuestros propios recursos, NUNCA PONDREMOS NUESTRA FE EN ÉL. A lo que reconocemos la pobreza de nuestras almas, nos damos cuenta, CUAN DESESPERADAMENTE, necesitamos un Salvador.

Jesús declaró en Mateo 4:17, Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado. Dios tiene mucho para darle a aquella que reconoce su necesidad… ¡Y CLAMA A JESÚS! Jesús dijo, QUE LE ERA MÁS FÁCIL A UN CAMELLO PASAR POR EL OJO DE UNA AGUJA, que a un rico entrar en el reino de Dios.

A LO QUE JESÚS SEGUÍA SU CAMINO, se encontró con Zaqueo, que era un pecador muy rico y muy conocido. A pesar de sus riquezas materiales, Zaqueo reconoció SU POBREZA ESPIRITUAL, y encontró salvación. Jesús les enseñó a Sus discípulos QUE LA VERDADERA RIQUEZA se encuentra en una relación con Dios.

AQUELLAS QUE RECONOZCAN SU POBREZA ESPIRITUAL PORQUE ESTÁN SEPARADAS DE DIOS… CONFIARÁN EN JESÚS… y Él enriquecerá sus vidas inmensamente.

No dejes que tus recursos, sabiduría, talento o habilidades NO TE DEJEN CONFIAR EN LA PERSONA que te puede dar vida abundante.

4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. ¡Dios quiere que experimentes Su gozo! Juan 15:11 dice, Estas cosas les he hablado, para que Mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea completo. Sin embargo, no podemos experimentar Su gozo HASTA QUE NO NOS HAYAMOS APENADO POR NUESTRO PECADO.

SI NO NOS AFLIGIMOS POR EL PESO DE NUESTRO PECADO, no tendremos EL MÁS MÍNIMO CONCEPTO del poder devastador del pecado. Si tratamos al pecado a la ligera, DEMOSTRAMOS QUE NO TENEMOS NINGUNA NOCIÓN de la enormidad de nuestra ofensa contra el Dios Todopoderoso. ¡Nuestro pecado causó la muerte del Hijo de Dios!

Romanos 3:23 dice, Por cuanto TODOS PECARON y están destituidos de la gloria de Dios. El pecado trae dolor y pena a otros, al igual que a nosotras mismas. La Biblia dice que aquellas que se afligen por sus pecados… ¡SE ACERCARÁN A DIOS! Aquellas que lloran acerca de su pecado ¡ESTÁN LISTAS PARA ARREPENTIRSE!

Pero no puede haber arrepentimiento SI NO NOS DAMOS CUENTA DE LA GRAVEDAD DEL PECADO. Remordimiento, POR LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO, no es lo mismo QUE TENER DOLOR POR HABER PECADO CONTRA EL DIOS SANTO. Confesión del pecado NO ES NECESARIAMENTE una señal de arrepentimiento.

Jesús dijo, QUE AQUELLAS QUE ESTÉN QUEBRANTADAS POR SU PECADO, encontrarán consolación. Ellas experimentarán nuevas dimensiones del amor y el perdón de Dios. Su gracia infinita es suficiente para el pecado más terrible. Dios no te dejará llorando por tu pecado. ÉL TE PERDONARÁ, te consolará, y te llenará de Su gozo.

5 Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. En el pensamiento popular, el término MANSO implica debilidad. Sin embargo, la palabra que Jesús usó aquí tenía un significado diferente. El retrato de manso ES LA DE UN SEMENTAL, que ha sido domado por su amo.

Mientras que hubo un tiempo, EN QUE EL SEMENTAL LUCHÓ CONTRA TODO INTENTO DE SU AMO POR DOBLEGARLO, ahora se entrega dócilmente a la voluntad de su amo. El semental no ha perdido su fuerza, ni su resistencia. El, simplemente, está permitiendo que el amo lo controle.

Para la cristiana, la mansedumbre requiere someter nuestra voluntad al AMO SUPREMO. La mansedumbre no es someterse a todo el mundo alrededor nuestro. ¡ES SER DIRIGIDAS POR DIOS! La mansedumbre significa que no tenemos que defender nuestros derechos, sino dejar que nuestro Señor nos defienda.

La mansedumbre significa una vida sometida al Espíritu Santo, dándole a Él rienda suelta para hacer los cambios necesarios en nuestras vidas. La mansedumbre involucra dominio propio QUE VIENE DE CONFIAR EN DIOS. La mansedumbre DEMUESTRA PACIENCIA, que le permite a Dios lidiar con las injusticias, a las que nos enfrentamos.

La vida de Jesús fue un modelo de mansedumbre. Él podía haber llamado a una legión de ángeles para que lo bajaran de la cruz. Sin embargo, El permitió, que pecadores lo torturaran y lo mataran. A pesar de que Jesús podía haberse defendido, El escogió someter Su vida a la voluntad del Padre.

Jesús hizo eso PORQUE ÉL CONFIABA COMPLETAMENTE EN EL PADRE. Cuando nosotras dudamos del Padre… ¡TENDEMOS A ACTUAR POR NUESTRA PROPIA FUERZA, en vez de confiar en Su poder. Jesús dijo QUE CUANDO LE ENTREGAMOS EL CONTROL DE NUESTRAS VIDAS A DIOS -- ¡RECIBIMOS VIDA ABUNDANTE!

6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. El hambre y sed son la forma como el cuerpo nos dice que estamos “VACÍAS”. Nuestra reacción natural, AL HAMBRE Y A LA SED FÍSICA, es de buscar comida y agua para satisfacer nuestra necesidad.

Toda cristiana tiene un anhelo interior ¡QUE SOLO CRISTO PUEDE SATISFACER! Pero no podemos ser llenadas DE LA JUSTICIA si estamos llenas de NOSOTRAS MISMAS.

A través de las Escrituras -- Dios recalca QUE AQUELLA QUE LO DESEE A Él DE TODO CORAZÓN -- ¡LO ENCONTRARÁ! Por eso Jeremías 29:13 dice, Cuando ustedes me busquen, me hallarán, si me buscan de todo corazón. A lo que ansiamos la justicia, nosotras nos arrepentiremos de nuestro pecado, y Dios nos limpiará de toda maldad.

Nuestro egoísmo será reemplazado por el fruto del Espíritu. Tendremos amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. ¡EL ESPÍRITU NOS HARÁ MÁS COMO JESÚS! Buscar la justicia significa QUE NOSOTRAS VALORAMOS LA OPINIÓN DE DIOS MÁS… que las opiniones de otra gente.

La justicia no es simplemente la ausencia del pecado. Es dejar que Dios nos llene con Su santidad. ¡ES SER COMO CRISTO! Jesús es el modelo DE AQUEL QUE BUSCÓ LA JUSTICIA DE DIOS PRIMERO, y luego, ¡EL PADRE LO GLORIFICÓ!

¡ASÍ QUE! No solo debemos de buscar el reino de Dios, ¡SINO TAMBIÉN SU JUSTICIA! Si tenemos hambre y sed de justicia, ¡QUEDAREMO S ATISFECHAS!