John Newton dijo, “Lee la Biblia, no como un abogado leería un testamento -- simplemente para conocer su contenido -- SINO COMO LO LEE EL HEREDERO, como la descripción y prueba de su herencia… de su patrimonio.
Hebreos 4:12 dice, La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que las espadas de dos filos, pues penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Martin Lutero dijo, “La Biblia es VIVA. ¡ME HABLA! Tiene pies… CORRE TRAS MÍO. Tiene manos… ¡ME ATRAPA”!
La Palabra de Dios no es simplemente una colección de las palabras de Dios, o un medio para comunicar ideas. ¡LA PALABRA DE DIOS ES VIVA! Cambia vidas, ¡Y ES DINÁMICA!... a lo que obra en nosotras. Con la precisión de un bisturí en las manos de un cirujano, la Palabra de Dios revela quienes somos… ¡Y LO QUE NO SOMOS!
La Palabra penetra el corazón de nuestra vida moral y espiritual. Discierne lo que hay dentro de nosotras… TANTO LO BUENO COMO LO MALO. Lo que la Palabra de Dios demanda de nosotras es que tomemos buenas decisiones. Nosotras no solo debemos de escuchar la Palabra, sino también dejarla que moldee nuestra vida.
¿Alguna vez te has sentido incomoda con la Palabra de Dios? ¿Cuándo lees la Biblia, lo que lees te molesta a veces… te disgusta? ¿Te pasa que cuando escuchas sermones, la Escritura parece estar apuntándote a ti directamente?
¿Estás experimentando LA REALIDAD de que la Palabra de Dios ES VIVA, y que puede leer tus pensamientos y juzgar tus intenciones? Cuando la Palabra de Dios te habla, ¡ES SIEMPRE CON UN PROPÓSITO! Dios conoce tu corazón, y sabe lo que necesitas hacer para vivir una vida digna de Cristo.
Si tú tienes un problema con tu vocabulario -- hablando vulgaridades y lisuras -- la Palabra de Dios confrontará tu lengua. Si estás luchando por perdonar, la Palabra de Dios te confrontará con Su estándar del perdón. Si el orgullo tiene demasiado poder en tu vida, la Palabra te hablará acerca de la humildad.
Cuando el pecado necesita ser encarado, serás confrontada por la Palabra de Dios al respecto. Una manera de escaparte de la incomodidad de la convicción, ES DE TRATAR DE NO ESCUCHAR CUANDO DIOS TE HABLA. Tú podrás descuidar la lectura de tu Biblia, y de mantenerte alejada de los lugares donde la enseñan.
También puedes evitar “A AQUELLAS PERSONAS QUE CONOCES”, que obedecen las verdades de la Escritura. Sin embargo, lo mejor que puedes hacer, ES ORAR, como el salmista hizo, en el Salmo 139:23, Señor, examina y reconoce mi corazón: pon a prueba cada uno de mis pensamientos.
Con frecuencia, deja que la palabra de Dios TE LAVE COMPLETAMENTE, limpiando cualquier pecado e impureza que tengas. Es importante, QUE CONECTES LO QUE ESTÁ PASANDO EN TU VIDA, con lo que Dios te está diciendo a través de Su Palabra.
Toma en serio cada palabra de Dios – ¡SABIENDO QUE ÉSTA PUEDE JUZGAR TU CORAZÓN Y TU MENTE! Además, tanto la Palabra de Dios, COMO LA ORACIÓN, son indispensables para tener comunión con Dios. Y nunca deben de estar separadas durante nuestra hora de devoción con Él.
EN SU PALABRA, ¡Dios nos habla! EN LA ORACIÓN, nosotras le hablamos a Dios. La Palabra nos enseña ¡COMO CONOCER AL DIOS AL QUE ORAMOS!
La Palabra nos da preciosas promesas para alentarnos en la oración. Muchas veces, Él nos da maravillosas respuestas a la oración. La oración es el medio de comunión ENTRE EL CORAZÓN DE DIOS Y EL NUESTRO. La Palabra nos enseña acerca de la voluntad de Dios para nosotras.
Sus promesas son el alimento para nuestra fe, A LO QUE NOS SOMETEMOS EN OBEDIENCIA por amor. Cuánto más oramos, más sentiremos la necesidad de la Palabra. ¡Y MÁS ALEGRÍA TENDREMOS!
Una de las grandes causas de la falta de oración ES QUE LEEMOS MUY POCO LA PALABRA DE DIOS, o solo la leemos superficialmente, o a la luz de la sabiduría humana. El Espíritu Santo, A TRAVÉS DEL CUAL LA PALABRA FUE HABLADA, es también el Espíritu de la oración. Él nos enseñará COMO RECIBIR LA PALABRA… y como acercarnos a Dios.
Cuando acogemos la Palabra de Dios CON PROFUNDA REVERENCIA EN NUESTROS CORAZONES, en nuestros labios, y en nuestras vidas, esta será siempre una fuente infalible de fuerza y bendición para nosotras. Dios inspiró Sus palabras por medio de los seres humanos. ¡ESO ES LO QUE “INSPIRADA” SIGNIFICA!
Y la Palabra sigue siendo inspirada cuando es leída y escuchada hoy en día. La actividad del Espíritu no terminó, UNA VEZ QUE LAS PALABRAS FUERON ESCRITAS en los antiguos manuscritos.
Él está obrando, aun hoy, HACIENDO QUE MENSAJES ESPECÍFICOS ¡SALTEN DE LA PÁGINA… A NUESTROS CORAZONES!, haciendo que nuestras mentes se encuentren con la verdad, ALENTANDO A NUESTROS CORAZONES A CREER Y A CRECER, e impartir la verdad y sabiduría a nuestros espíritus.
Cuando nuestros espíritus están abiertos, LA VOZ DE LA PALABRA SE VUELVE VIVA. ¡La Escritura todavía habla! ¡Así que! Lee tu Biblia. Satúrate de ella. Saboréala. Deja que moldee tu corazón, tu mente, y tu espíritu. Cuando hagas eso, ¡SU VOZ ABRIRÁ TUS OÍDOS!
¿Pero por qué es que a veces, no podemos escuchar la voz de Dios? ¿No será porque nuestras Biblias se encuentran por ahí… olvidadas en alguna repisa… ¿ESPERANDO INSPIRAR “LAS PALABRAS DE DIOS” DENTRO DE TI?
Cada vez que lees un pasaje de la Biblia… un capítulo, o un libro, tienes la oportunidad de extraer algo nuevo, O DE VER ALGO BAJO UNA LUZ DIFERENTE, y de dejar que Dios te hable acerca de la situación EN QUE TE ENCUENTRAS AHORA.
A lo mejor eres una experta en las Escrituras, con gran conocimiento del texto en los lenguajes originales, al igual que en el contexto cultural. ¡AUN ASÍ! EL ESPÍRITU SANTO TODAVÍA TE PUEDE ENSEÑAR ALGO NUEVO CADA DÍA. ¿Estás dispuesta a leer la Biblia CON UNA MENTE ABIERTA para que el Espíritu Santo te diga algo nuevo?
Y cuando necesitas la Presencia de Dios, tú puedes encontrarla “DE UNA FORMA U OTRA” EN SU REVELACIÓN. ¡EN SU LIBRO! No leas Sus palabras simplemente… ¡PERMITE QUE TE HABLEN! ¡DEJA QUE CAMBIEN TU DÍA! ¡Y TU VIDA!