Yo crecí en Lima en un ambiente muy religioso. Fui a colegio de monjas durante mis 12 años de educación primaria y secundaria. Participé en todas las tradiciones de la iglesia.
Pero sentía en mi corazón que algo me faltaba. Traté de llenar ese vacío adquiriendo dinero, títulos universitarios… me decía a mí misma, “Si tuviera una casa más grande, o un auto mejor, si pudiera viajar más,” ¡ENTONCES SERÍA MAS FELIZ! Pero nada me llenaba completamente.
Siempre me quedaba ese vacío, y pensaba ¿Y ahora qué? ¿Es esto todo lo que la vida ofrece? Hasta que hace 18 años fui a una iglesia cristiana, invitada por un amigo. Fui más que nada para no quedarle mal al amigo. Pero con Dios no hay casualidades. No tenía idea que ese día tenía una cita divina con Dios. Tú no estás aquí por casualidad. Estás aquí por cita divina.
Y cuando escuché el evangelio explicado en forma simple y maravillosa, me di cuenta cuanto había anhelado esto y cuán grande había sido mi hambre de Dios y Su Palabra. El Pastor dijo que para llegar al Padre necesitaba venir por el Hijo… que tenía que arrepentirme de mis pecados y aceptar a Jesucristo como mi Señor y Salvador.
Que Jesucristo es el único camino para llegar al Padre. Por eso Jesús dice Juan 14:6, “Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida, y nadie viene al Padre si no es por Mí.” Ninguna religión… ninguna una iglesia… ninguna buena obra… te llevará al cielo... al Padre. ¡Solo Jesús puede hacerlo!
¡ASI ES COMO FUI SALVADA! Porque pensé: “Si Jesús es el único camino, yo quiero tomar Su camino. Si Él es la única verdad, yo quiero esa verdad, y si Él es la única vida, yo la quiero. Ahora se, sin duda alguna, que tengo salvación eterna. Esto no tiene nada que ver con religión, sino con un encuentro verdadero con Dios. ES CONOCERLO… ES AMARLO.
Es tener una relación íntima con El. ¡Mi vida cambió desde ese momento! Ha sido un proceso maravilloso que continuará para toda mi vida. Dios te ama y quiere darte vida abundante. Y El estará contigo contra viento y marea. Él nunca te dejará ni te abandonará. Jesús me ha dado paz y alegría… me ha dado propósito…
Pedro 4:12 dice, “En ning ún otro hay salvación, porque no se ha dado a la humanidad ningún otro nombre bajo el cielo mediante el cual podamos alcanzar la salvación.” Confía en Jesús. No todos los caminos llevan a Dios, como dice mucha gente. Solo hay un camino verdadero. ¡Jesucristo es Su nombre! Cristo es la única puerta para entrar al cielo.
Romanos 10:9 dice, “Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.”
Juan 1:12 dice “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechas hijas de Dios.”
¿Te sientes sola en estos momentos? ¿Vacía? Solo Jesús puede satisfacer los anhelos más profundos de tu corazón. Solo Jesús te puede dar gozo… y la paz que sobrepasa todo entendimiento.
¿Qué si este es tu último momento? ¿Tu último día? ¿Estás segura que si te mueres hoy, te irás al cielo? La Biblia dice que puedes estar segura. ¡Que hoy es tu día de salvación!
Efesios 2:8-9 dice, “Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Esta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; 9 ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie.”
Mucha gente, hoy en día, tienen la falsa esperanza de que se pueden ganar un lugar en el cielo tratando de ser buenas, o haciendo buenas cosas. Sin embargo, el estándar de Dios de perfección, requiere una vida totalmente sin pecado. No hay forma que ninguna de nosotras pueda ser lo “suficientemente buena.”
Tú te puedes ir al cielo, no por tus buenas obras, o tu moralidad, o tu decencia, o el dinero que ofrendas. ¡NO! Tú te puedes ir al cielo SOLO por el mérito de la obra terminada de nuestro Señor Jesucristo, que murió en la cruz en tu lugar, y en el mío, y Él pagó la sentencia de la ley, en sí mismo. La Biblia dice que por Sus heridas fuimos sanadas.
Escúchame. No importa lo que hayas hecho… No es demasiado tarde. No importa cuán bajo hayas caído. No es demasiado tarde. Jesús te acepta tal como eres. Jesús te está invitando, pero tú tienes que venir. ¡Ven tal como eres! ¡Jesús te ama!
Él quiere perdonarte. Quiere hacerte una mujer nueva. Dios te puede dar un nuevo comienzo. Una nueva vida. ¡Un corazón limpio! ¡Manos limpias! ¡Tú no estás viendo este video por casualidad! Tenías una cita divina con Dios.
Tú fuiste creada para tener una relación con Dios. ¡Tú puedes aceptar a Cristo hoy mismo! Pero tú te preguntarás… ¿Qué es lo que tengo que hacer? Primero que nada, tienes que alejarte de tus pecados. Es decir, tienes que arrepentirte.
Segundo, tienes que recibir a Jesús como tu Señor y Salvador. Tú lo puedes hacer en este mismo momento. ¡Jesús te dará paz y alegría! ¡Él transformará tu vida si te entregas a Él.
Así que… sí quieres aceptar a Jesús por primera vez, o si te has alejado de Él, y le quieres re-dedicar tu vida, REPITE ESTA ORACIÓN DESPUES DE MÍ --RECUERDA QUE LE ESTAS HABLANDO AL SEÑOR, DE CORAZÓN A CORAZÓN.
Señor Jesús, Sé que soy pecadora. Perdóname. Yo creo que moriste por mis pecados, y resucitaste de entre los muertos. Ya no quiero pecar más. Ahora te invito a que entres en mi corazón y vida. Quiero seguirte, como mi Señor y Salvador para el resto de mi vida. En el nombre de Jesús… Amen.
¿Confiaste sinceramente en Jesucristo, y le pediste que entrara en tu vida? Si así lo has hecho, puedes tener la seguridad, que Él ha entrado en tu vida, porque lo que Él promete en Su Palabra, ¡Él lo cumple!
Cuando recibimos a Jesucristo, somos perdonadas y puestas en una nueva relación con Dios, cómo sus hijas, por medio de la obra sobrenatural del Espíritu Santo, que ahora vive en ti. Esto es lo que la Biblia llama “nacer de nuevo”.
Todo esto es sólo el principio de una vida nueva y maravillosa en Cristo. Para poder crecer en tu nueva relación con Dios:
- Lee la Biblia cada día. Comienza con el Evangelio de Juan, en el Nuevo Testamento.
2. Háblale a Dios todos los días a través de la oración. La comunicación es esencial para una buena relación. Anda a una iglesia que enseña la Palabra de Dios, la Biblia.
- Vive para Jesús, dejando que El guíe tu vida día tras día.
¡As í que! ¡Bienvenida a la familia de Dios! ¡Ya eres hija de Dios! ¡Qué emoción! Los ángeles se están regocijando en el cielo. La Biblia dice que los ángeles tienen fiesta cada vez que un pecador o pecadora se arrepiente. ¡Y nosotras también!