El Perdon
Salmo 32
No hay alegría más grande que saber que nuestros pecados han sido perdonados. Y no hay pena más grande que vivir albergando pecado. El pecado produce culpa, miedo, angustia, y hasta nos afecta físicamente. Y que alivio cuando confesamos nuestro pecado… cuando somos perdonadas. El peso de nuestra culpa es levantado, y podemos finalmente gozar de la paz de Cristo.
¿A lo mejor alguien te ha causado una gran pena? ¿A lo mejor estás batallando con la cuestión del perdón? ¿Capaz estás tratando de deshacerte de la amargura que está destruyendo tu vida? ¡A lo mejor es tiempo de perdonar!
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