El ser cristiana nos moldea – ¡A VECES DE MANERAS SORPRENDENTRES! Descubrimos una fortaleza que solo Dios puede dar. Y la usamos de formas que nunca nos hubiéramos imaginado.
Pero también descubrimos nuestros defectos. Y nos damos cuenta… de los esfuerzos que tenemos que hacer para vencer estos pecados. Dios llama a Su gente a ser diferente. Diferentes a lo que hubiéramos sido, si no hubiéramos creído en Jesús. ¡Y DIFERENTES A LOS NO-CREYENTES ALREDEDOR NUESTRO!
EMPECEMOS EN ORACIÓN
Padre, que gran privilegio poder ser Tus hijas. Poder ser llamadas cristianas. Gracias que Tú nos has llamado a ser diferentes. A ser la luz del mundo. Solo por Tu gracia, y por el sacrificio de Jesucristo, podemos ser distintas al mundo.
Padre, gracias que Tu Palabra nos cambia. Que nos hace santas. Que nos lava y nos purifica. Por eso nos encanta abrir nuestras Biblias y leer lo que Tú tienes que decirnos. Háblanos, Señor, Tus hijas te escuchan. En el nombre de Jesús, Amén.
El título de este mensaje es ¡SÉ DIFERENTE! Y está dividido en dos criterios: (I) UNA MENTE SANTA; y (II) UNA VIDA SANTA.
ASÍ QUE COMENCEMOS CON EL PRIMER CRITERIO…
I. UNA MENTE SANTA – 1 Pedro 1:13-14
“Por lo tanto, preparen su mente para la acción, estén atentos y pongan toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando Jesucristo sea manifestado.
¡Tu mente es una cosa maravillosa! Tú puedes memorizarte preciosos pasajes de las Escrituras, que pueden afianzarte en tu vida diaria.
Tú puedes meditar en la Palabra de Dios, descubriendo Sus magníficas verdades. Tú puedes discernir entre lo verdadero, y lo falso. Tú puedes recordar las bendiciones pasadas de Dios.
Algunos de los siervos más efectivos de Dios fueron aquellos que disciplinaron sus mentes para Su servicio. Moisés, educado en los mejores colegios y universidades de Egipto, escribió los libros de la Ley para los Israelitas. Isaías usó su mente erudita para escribir un gran libro profético en la Escrituras.
Pablo se educó bajo Gamaliel, el famoso maestro de su época, y fue a través de Pablo, que Dios presentó MUCHA DE LA TEOLOGÍA del Nuevo Testamento.
Desgraciadamente, muchas cristianas de hoy en día NO EJERCITAN SUS MENTES para servir a Dios. Ellas permiten que otros piensen por ellas. Si pueden encontrar su teología en un libro, no se tomarán la molestia de estudiar la Palabra de Dios. Si un orador hace una declaración autoritaria, la aceptan fácilmente sin verificar, SI LO QUE DICE, es bíblico.
Hace años, dos de mis amigas asistieron a una charla presentada por un prominente líder cristiano. ¡Al menos, eso es lo que ellas creían! ¡Uy! ¡Estaban tan ilusionadas de ir! Unos días después de la charla, una de ellas me llamó por teléfono “de lo más contenta”, para darme todos los detalles del evento.
Lo que me dejó perpleja, es que ella me contó que este orador les había dicho que Judas, realmente, no se había suicidado. ¡Y dijo que él tenía LA PRUEBA de que Judas había vivido hasta su vejez, en Jerusalén . ¡Y ellas le creyeron sin chistar! Entonces yo le pregunté, “¿Y les presentó la prueba”? “NO”, dijo ella, “¡Pero nosotras le creemos!”
“Me vas a decir que prefieres creerle a un hombre, que ni conoces, ¿qué creerle a Dios”? ¡Este fue un evento histórico testificado por muchos testigos que estuvieron ahí! ¡Y todos coinciden con las Escrituras! ¡La Palabra de Dios es verdad!
Pablo nos dice que debemos ser como la gente de Berea, que recibieron la palabra con mucha atención, y luego examinaron las Escrituras para ver si era cierto lo que se les había dicho. Nosotras también debemos chequear las Escrituras para asegurarnos, de que lo que nos dicen, es la verdad de Dios.
Por eso, Pablo nos alienta a que nos esforcemos a madurar en nuestro pensar. Primero Corintios 14:20 nos dice, “Hermanos, no sean como niños en su modo de razonar. Sean como niños en cuanto a la malicia, pero en su modo de razonar, actúen como gente madura.”
Y en 1 Corintios 13:11, Pablo también dice, “Cuando yo era niño, mi manera de hablar y de pensar y razonar era la de un niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé atrás las cuestiones típicas de un niño.”
Cuando te volviste cristiana, Dios renovó tu mente. Por eso, Romanos 12:2 dice, “Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación DE SU MENTE, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.” ¡Es importante que uses tu mente para la gloria de Dios!
Este principio es muy importante. Tú no puedes cambiar tu corazón. ¡Pero tú sí puedes cambiar tu mente! ¡SOLO DIOS puede cambiar tu corazón! ¡El no cambiará tu mente! Pero si tú escoges cambiar tu mente, ¡Dios cambiará tu corazón!
¡ASÍ QUÉ! YA VIMOS LA IMPORTANCIA DE TENER UNA MENTE SANTA. AHORA VAYAMOS A NUESTRO SEGUNDO CRITERIO…
I. UNA VIDA SANTA – 1 Pedro 1:14-16
14 Pórtense como hijos obedientes, y no sigan los dictados de sus anteriores malos deseos, de cuando vivían en la ignorancia.
El argumento aquí es lógico, y muy sencillo. Los hijos heredan la naturaleza de sus padres. ¡DIOS ES SANTO! Y por consiguiente, como sus hijas, debemos de vivir vidas santas.
2 Pedro 1:4 dice que somos “participantes de la naturaleza divina” y nosotras debemos demostrar esa naturaleza, viviendo una vida santa.
Pedro les recordó a sus lectores lo que habían sido antes de confiar en Cristo. Habían sido hijos de desobediencia, pero ahora deberían ser hijos obedientes. La verdadera salvación siempre resulta en obediencia. También habían sido imitadores del mundo, “conformándose a sí mismos” según las normas y placeres del mundo.
Los no creyentes dicen que quieren ser “libres y diferentes”. ¡Sin embargo, solo se imitan unos a otros! La causa de todo esto es la IGNORANCIA… que conduce a la autocomplacencia. Los no creyentes carecen de inteligencia espiritual, y esto los hace entregarse a toda clase de apetitos carnales y mundanos.
Puesto que nacimos con una naturaleza caída, es natural que vivamos vidas de pecado. La naturaleza determina los apetitos y las acciones. Por ejemplo, un perro y un gato se portan de forma diferente, porque tienen naturalezas diferentes.
Todavía estaríamos en esa triste situación de pecado, si no hubiera sido por la gracia de Dios. ¡Él nos llamó! Un día Jesús llamó a Pedro, y a sus amigos, en Marcos 1:17, y les dijo: “Síganme, y Yo haré de ustedes pescadores de hombres”. Ellos respondieron, por fe a Su llamado, ¡y eso cambió sus vidas completamente!
Tal vez esto explica por qué Pedro usó la palabra “LLAMADOS” tan a menudo en esta carta. Somos llamadas a ser santas. 1 Pedro 2:9 dice que somos llamadas “de las tinieblas a Su luz admirable”. Somos llamadas a sufrir y a seguir el ejemplo de Cristo… en humildad.
En medio de la persecución somos llamadas a “heredar bendición”. Y lo mejor de todo, es que 1 Pedro 5:10 dice que somos llamadas a “Su gloria eterna”.
Dios nos llamó antes de que nosotras clamáramos a Él en busca de salvación. Y todo es completamente por gracia. Ser elegidas, NO ES SOLO UN PRIVILEGIO, ¡sino es también una responsabilidad!
Efesios 1:4 dice, “En Él, Dios nos escogió antes de la fundación del mundo, para que en Su presencia seamos santos e intachables.”
El 28 de Mayo de 1972, el Duque de Windsor, quien fuera también el Rey Eduardo VIII, murió en Paris. Esa misma noche, un programa de televisión estaba pasando los eventos más importantes de su vida.
Los televidentes veían metraje de películas, en las cuales, el duque contestaba preguntas acerca de su niñez, de su corto reinado, y de su eventual abdicación. Este es el rey que abdicó al trono de Inglaterra para casarse con una divorciada americana.
Si han visto la película “El Discurso del Rey,” saben de qué rey estoy hablando. Recordando su niñez, dijo, “Mi padre, el Rey Jorge V, era un hombre muy estricto. A veces, cuando yo hacía algo malo, él me llamaba la atención, diciendo, “Mi querido hijo, debes de recordar SIEMPRE quien eres. Después de todo, ¡ERA EL HIJO DEL REY!
Yo realmente creo que nuestro Padre Celestial nos dice lo mismo todos los días. “Mi querida hija, debes de recordar SIEMPRE “quien eres.” ¡RECUERDA QUIEN ERES EN CRISTO! ¡Tú eres la hija del REY! LLEVA LA SANTIDAD CON DIGNIDAD REAL.”
15 Al contrario, vivan una vida completamente santa, porque santo es Aquel que los ha llamado. 16 Escrito está: Sean santos, porque Yo soy santo”. ¿Qué significa ser santa? Significa ser separada, distinta, diferente. La esencia de la santidad es imitar el carácter de Dios. Todo lo demás, fluye de eso.
Significa luchar contra todo aquello que nos impide vivir en Su imagen. Significa cultivar todo aquello que reproduzca Su imagen en nosotras.
Significa volvernos más centradas en Dios, MÁS COMO CRISTO, y facultadas por el Espíritu Santo. Una persona realmente santa es una persona de personalidad bella y atractiva.
Es una persona dedicada a Dios, entregada a amar, a aceptar, y a perdonar a otros. Está enfocada a vivir una vida de rectitud y gozo. Tiene la personalidad más saludable, que te puedas imaginar. Sus conversaciones son piadosas, y su estilo de vida, reflejan lo que habla.
No hay ningún conflicto entre sus palabras y su caminar cristiano. Está contenta porque ella confía en Dios. ¡ESO ES LO QUE LA SANTIDAD REALMENTE ES! Hebreos 12:14 dice que, “SIN SANTIDAD… nadie verá al Señor.”
La Santidad es el hábito DE TENER EL MISMO SENTIR DEL CORAZÓN DIOS. Es el hábito de estar de acuerdo con el juicio de Dios, odiando lo que Él odia, amando lo que Él ama, y midiendo todo en este mundo, a través del estándar de Su Palabra. Π La mujer, que está completamente de acuerdo con Dios, es una mujer santa.
La mujer santa busca la mansedumbre, la paciencia, la benignidad, y la bondad. Y también busca dominar su lengua. Una mujer santa se niega a sí misma. Ella es dadivosa y bondadosa. Ella se esfuerza por cumplir LA REGLA DE ORO en Mateo 7:12, “Todo lo que quieras que la gente haga contigo, eso mismo has tú con ellos”.
La mujer santa tiene un gran amor por las hermanas… amor por el bienestar de sus cuerpos, de su propiedad, de sus caracteres, sus sentimientos y sus almas. Una mujer santa tiene un espíritu de misericordia y de benevolencia hacia otros. Una mujer santa tiene un corazón puro. Ella teme a Dios.
Ella no hace nada por contienda o por vanagloria. Al contrario, es humilde, considerando a los demás, como superiores a sí misma. La mujer santa es fiel en todas sus obligaciones y relaciones en la vida. Y por último, una mujer santa sigue todo aquello que es espiritual. Pone su mira en las cosas del cielo, y no en las cosas de la tierra.
¿Puede la santidad salvarnos? ¿Puede la santidad quitar el pecado, cubrir iniquidades, y pagar nuestra deuda a Dios? ¡NO! La Santidad no puede hacer ninguna de estas cosas. ¿Entonces, por qué es la Santidad tan importante? Por qué el apóstol dice “Que sin santidad, nadie verá al Señor”.
Debemos de ser santas, porque la voz de Dios en las Escrituras lo ordena así. Debemos de ser santas, porque este es el propósito,por el cual, Cristo vino al mundo. Debemos de ser santas, porque ésta es la única evidencia, de que tenemos verdadera fe en nuestro Señor Jesucristo.
Debemos de ser santas, porque esta es la única prueba de que amamos a nuestro Señor Jesucristo sinceramente. Debemos de ser santas, porque es la mejor forma de hacerles el bien a los demás. Nuestras vidas son un sermón silencioso… que todos pueden leer.
Me encanta lo que C.S. Lewis, famoso escritor inglés, dice acerca de la santidad: “Que poco conoce la gente, que piensa que la santidad es aburrida. Cuando uno ve la verdadera santidad… es irresistible.” Santidad significa ser pura, limpia, y libre de pecado. Ser santa es reflejar la esencia moral de un Dios Santo.
La santidad comienza por dentro – con nuestros pensamientos, actitudes, valores y motivaciones – que son las cosas más profundas de nuestro corazón… QUE SOLO DIOS PUEDE VER. Lo que tenemos dentro afecta lo de afuera -- afecta como nos comportamos. ¡AFECTA NUESTRA CONDUCTA!
La santidad le da credibilidad a nuestro testimonio. Aquellos que proclaman un Salvador que cambia vidas, NO IMPRESIONARÁ A NADIE, si sus propias vidas no parecen ser diferentes, a las de otros. Un comportamiento santo realza nuestro testimonio, mientras que un comportamiento mundano, lo debilita. ¡Tú eres la luz del mundo!
Por eso, Jesús dice en Mateo 5:14,16, “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte, no se puede esconder.
16 De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras, y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos.”
CUANDO OTROS OBSERVAN TU COMPORTAMIENTO, ¿pueden “ELLOS” ver el retrato del corazón humilde y bondadoso de Jesús, o ven en ti un ejemplo de soberbia y arrogancia?
Jesús fue bondadoso y cordial. El sintió compasión. Él le demostró ternura al leproso cuando lo sanó. ¡HASTA LO TOCO! Como debe de haber anhelado este hombre QUE ALGUIEN LO TOCARA, en vez de tirarle piedras para que se alejara. ∐ Jesús podía haberlo sanado primero, y después tocado. Pero no lo hizo.
Compasión requiere más que palabras. Compasión requiere acción. Jesús habló siempre la verdad. Perdonó a aquellos que le hicieron daño. Habló palabras amables, que ministraban a las necesidades de Sus oyentes. Pero también confrontó con valentía a los fariseos y escribas por su hipocresía.
Jesús estaba lleno del Espíritu Santo. El personificó el fruto del Espíritu Santo en todo momento: Él era amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y templanza.
Jesús es verdaderamente el retrato de la santidad. Colosenses 1:15 dice que “Jesús es la imagen del Dios invisible.” Y Hebreos 1:3 dice que “Jesús es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que Él es.”
A.W. Tozer describe LA SANTIDAD DE DIOS de esta manera: “Santo es la forma como Dios es. Para ser santo, Él no tiene que ceñirse a ningún estándar. ¡ÉL ES EL ESTANDAR! ∐ Y PORQUE ÉL ES SANTO, Sus atributos también son santos. Todo lo relacionado con Dios debe ser considerado santo.”
Yo me acuerdo que hace años, me fui a la Florida para asistir a una conferencia. Me hospedé en casa de una amiga. Un día, después de participar en un evento, regresé a su casa. La encontré viendo la televisión con su mamá. Ellas, gentilmente, me pidieron que me sentara a ver la película con ellas. ¡Y así lo hice!
No bien me senté, me quedé fría al ver las indecencias y obscenidades que pasaban por la pantalla, y escuchar las lisuras y malas palabras que decían. ¡No sabía que hacer! ¡Cerré mis ojos! ¡Pero seguía escuchando las vulgaridades!
A los pocos minutos, ¡YA NO PUDE MÁS! Me levanté, me excusé y me fui a mi cuarto. ¡Mi corazón palpitaba aceleradamente! Una hora después, se acabó la película, y la mamá de mi amiga vino a mi cuarto a despedirse de mí. Yo me disculpé por haberme levantado tan repentinamente.
Le dije, QUE YO NO PODIA VER TANTA INMORALIDAD. Que lo consideraba un insulto a mi Dios… ¡QUE VIVE EN MÍ! ¡Ella me regañó! Me dijo que me tenía que acostumbrar a las películas de hoy en día. ¡Que este es el mundo en que vivimos! ¡Carmen, déjate de necedades!
Yo le dije que era hija de Dios, y que no iba a bajar mis estándares, ¡Y ser como todo el mundo! Dios nos ha llamado a ser santas. ¡A ser diferentes! ¡A ser distintas! ¡Nosotras, las cristianas, hemos sido separadas para Dios!
¿Te estás conformando a un mundo pecador? ¿No tienes ningún problema en ver o hacer cosas impuras? ¿Hemos caído tan bajo de los estándares de Dios? ¿Sabes qué? Cuando miras cosas malas, entristeces al Espíritu Santo que vive en ti. Tus ojos son las ventanas de tu alma.
Si Dios vive en ti, ES UNA OFENSA, quedarte en la sala, o en cualquier otro lugar, viendo algo que ofende al Señor…. ¡Y A TI MISMA!
1 Corintios 6:19 dice, “¿Acaso ignoran que el cuerpo de ustedes es templo del Espíritu Santo, que está en ustedes, y que recibieron de parte de Dios, y que ustedes no son dueños de sí mismos?”
PAUSA
Desgraciadamente, el pecado sexual HA ESTADO SIEMPRE ASEQUIBLE. Pero la glorificación de las relaciones sexuales entre personas, que no están casadas entre sí, OCULTA MUCHAS VECES, un dolor profundo que tratan de disimular.
Cuando una sociedad describe el pecado sexual, COMO ALGO ATRACTIVO,es fácil olvidar el lado oscuro del pecado. Dios tiene buenas razones al prohibir pecados sexuales. ÉL NOS AMA Y QUIERE LO MEJOR PARA NOSOTRAS. Dios espera que Sus hijas vivan una vida de pureza sexual.
PAUSA
Hoy en día hay muchas cristianas que luchan contra la lujuria… contra el pecado sexual. Caen en relaciones inmorales. ¿POR QUE? Por las cosas que escogen como entretenimiento: Los libros y revistas que leen, la música que escuchan, las películas que ven, y hasta los lugares que frecuentan.
Si en estos momentos estás siendo tentada a tener una relación malsana o dañina por el internet, o estás siendo seducida por la pornografía, ¡DEJA DE HACERLO! ¡DEJA DE NAVEGAR POR LA WEB! Usa tu computadora solo para lo que sea necesario. ¡EVITA TODA TENTACIÓN A PECAR!
Si las películas románticas, o las telenovelas, te hacen sentirte infeliz con tu soltería, o con tu viudez, o descontenta con tu marido, o si crean fantasías sexuales en tu mente, ¡ENTONCES NO LAS VEAS!
Si algunas revistas o libros ponen MALOS PENSAMIENTOS, DESEOS, O IMÁGENES EN TU MENTE, ¡ENTONCES NO COMPRES ESAS REVISTAS! ¡DESHAZTE DE ESOS LIBROS!
Si estás siendo tentada a tener relaciones sexuales con el chico o el hombre, con quien estás saliendo, ¡ENTONCES NO SALGAS SOLA CON ÉL! ¡SAL EN GRUPO! Si es necesario, ¡lleva a tu hermana contigo… o a una amiga!
Si estás siendo asediada o instigada a tener una relación ilícita con algún hombre en el trabajo, ¡SALTE DE AHÍ! ¡RENUNCIA A TU TRABAJO! ¡HAS CUALQUIER COSA! ¡NO TE QUEDES AHÍ! No hagas provisión para tu carne. Las relaciones sexuales, fuera del matrimonio son siempre perjudiciales.
A lo mejor EL TRAGO… es un área en que te sientes vulnerable. ENTONCES NO VAYAS A BARES NI DISCOTECAS. No andes con gente que toma. Corta toda oportunidad, u ocasión, de abusar de las bebidas alcohólicas.
DECIDE NO HACER NADA QUE TE PUEDA CONTAMINAR, MANCHAR O DESHONRAR. No pienses que podrás controlarte tomándote “SOLO UN TRAGUITO.” TARDE O TEMPRANO, el pecado te robará todo aquello que es verdaderamente bello y deseable.
Si te sientes atraída a placeres prohibidos, ya sean físicos o emocionales, no importa cuán seductores o maravillosos parezcan, recuerda que las consecuencias son el sufrimiento y separación de Dios.
El primer paso para mantenerte limpia en un mundo impuro, es de preguntarte: “¿Qué es lo que la Biblia dice?” En la Biblia encontramos preceptos, principios, promesas y personas que nos guían a tomar las decisiones de hoy. Si en realidad queremos obedecer a Dios, ¡ÉL NOS MOSTRARÁ SU VERDAD!
¿QUÉ ES LO QUE TU VIDA REFLEJA A AQUELLOS alrededor tuyo? ¿Tus actitudes, TUS palabras, y comportamiento les dan a otros un RETRATO CORRECTO DE DIOS? ¿O a veces profanas la santidad de Dios quejándote, criticando, o hasta chismeando? ¿O hablando palabras duras e hirientes?
¿O participando en conversaciones vulgares, o hasta riéndote cuando te cuentan chistes groseros y de mal gusto? ¡Cuántas veces LES HEMOS DADO A OTROS un retrato erróneo de Dios con nuestras malas contestaciones…con nuestros malos modos. El llamado a la santidad es un llamado a seguir a Jesucristo. ¡Punto!
Si nuestra búsqueda de la santidad NO ESTÁ CENTRADA EN JESÚS, nos volveremos, simplemente, en SANTURRONAS… Y NADA MAS. No importa cuánto te esfuerces en ser santa, NO LO PUEDES HACER POR TÍ MISMA. Solo Jesucristo puede hacerlo.
Cuando tus ojos se vuelven a Jesús, comenzarás a desearlo más y más – Su belleza, Su justicia – y dejarás de desear tanto las seducciones del mundo. Serás transformada a Su imagen. ¿No es eso lo que queremos?
16 Escrito está: Sean santos, porque Yo soy santo”.
¡Escrito está! ¡ES UNA DECLARACIÓN QUE LLEVA GRAN AUTORIDAD PARA LA CRISTIANA! Nuestro Señor Jesucristo usó la Palabra de Dios para derrotar a Satanás… y lo mismo podemos hacer nosotras.
A cada tentación de Satanás, Jesús dijo: “¡ESCRITO ESTÁ!” Pero la Palabra de Dios no es sólo una espada para la batalla, sino también es una luz para guiarnos en un mundo oscuro. El Salmo 119:105 dice, “Tu Palabra es una lámpara a mis pies”. ¡Es la luz que ilumina mi camino”! También es comida que nos fortalece.
Jesús dijo en Mateo 4:4, “Escrito está: No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Y también es agua que nos limpia.
Efesios 5:25-27, dice, “Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amo a la iglesia, y se entregó a SÍ MISMO por ella. 26 Para santificarla. Él la purificó en el lavamiento del agua por la Palabra, a fin de presentársela a SÍ MISMO, como una iglesia gloriosa, santa e intachable, sin mancha ni arruga ni nada semejante”.
En Juan 17:17, Jesús le oró al Padre, “Santifícalos en Tu verdad. Tu Palabra es Verdad”. En Su gran oración intercesora, nuestro Señor habló las Palabras que el Padre le había dado a Él. Y Él, a su vez, se las dio a Sus discípulos… y ellos las recibieron y las creyeron.
Si guardaban estas palabras, esto les permitiría vivir la vida y hacer la obra de verdaderos discípulos. El gran objetivo de la Palabra de Dios es de hacernos santas. Ninguna diligencia o éxito en el estudio de la Biblia, nos puede hacer provecho, a menos que nos haga más humildes y más santas. Ese es el objetivo de usar la Sagrada Escritura.
La razón, por la cual, hay mucha lectura de la Biblia, y muy poco “ resultado verdadero en el carácter de Cristo”, es que la santificación no es deseada. La santidad, por medio de la Palabra, debe de ser buscada, y esperada en Dios, EN ORACIÓN.
Es necesario conocer la Palabra de Dios, y meditar en ella, para que nuestros corazones se aferren a ser santas, y de hacer esto nuestro primer objetivo, cuando estudiamos la Biblia.
Cuando yo acepté a Cristo, como mi Señor y Salvador, y a pesar de que sabía que era pecadora, no me había dado cuenta cuan pecadora era realmente. Como Jesús me dio… hambre y sed por la Palabra de Dios, Y CÓMO YO TENÍA TANTOS DESEOS DE CONOCERLO MÁS, todos los días leía Su Palabra, y buscaba estar con Él, en mi hora de devoción diaria.
Después de varios meses, me di cuenta que Dios me estaba cambiando. Me di cuenta cuan contaminada había estado por el mundo. ¡Cuántas cosas malas había comenzado a aceptar, como algo totalmente normal! Yo pensaba… después de todo… ¡TODO EL MUNDO LO HACE!
Pero Jesús estaba lavando mi corazón y mi mente. Me estaba haciendo santa. Él hace todas las cosas santas, CON SU SOLA PRESENCIA.
Cuando oramos por fe… “Santifícame, Señor, en Tu verdad. Tu Palabra es Verdad”, Nuestro conocimiento de la Palabra de Dios nos hará realmente santas. Es importante conocer la Palabra de Dios, para que nos ayude a conocer mejor al Dios de la Palabra.
Pedro quiere que nos demos cuenta, que a pesar de que vivimos en un mundo malo, lleno de pruebas y tentaciones… debemos mirar más allá de nuestras circunstancias presentes. ¡La santidad significa ser distinta… ser diferente! Santidad sin obediencia no sirve para nada. ¡NO FUNCIONA!
¡NOSOTRAS SOMOS EL TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO! DIOS VIVE EN NOSOTRAS. Y hasta que no le digamos ¡NO! a nuestra carne pecadora, no podremos sentir la libertad, el perdón y la plenitud que nuestros corazones anhelan.
En estos momentos, te quiero preguntar… ¿Eres santa? ¿Eres santa, o no lo eres? Hebreos 12:14 dice que, “Sin Santidad… nadie verá al Señor.” ¿Eres santa hoy día? 1 Juan 3:3 dice, “Todo el que tiene esta esperanza en Cristo, se purifica a sí mismo, así como Él es puro.” “Sin Santidad… nadie verá al Señor.”
La Escritura es muy clara. Debemos de ser santas, si queremos ver al Señor. ¿Qué clase de cristianismo tendríamos, SI NO SOMOS SANTAS? Nosotras no podemos llevar el nombre cristiano, y el conocimiento cristiano, si no tenemos también el carácter cristiano.
Debemos de ser santas en esta tierra, si queremos ser santas en el cielo. Dios lo ha dicho, ¡y Él no se echa para atrás! “Sin Santidad… nadie verá al Señor.” El calendario del papa podrá decir… QUE SOLO SE PUEDEN HACER SANTOS DE LOS MUERTOS, pero la Escritura REQUIERE SANTIDAD DE LOS VIVOS.
¡NO TE ENGAÑES A TÍ MISMA! La santificación es el requisito necesario para aquellas que son salvas en Jesucristo. Él no guía a nadie al cielo, a menos, que Él no lo haya santificado primero en la tierra. En Juan 3:7 Jesús dice, “Es necesario que ustedes nazcan de nuevo”.
Todas sabemos, que las cristianas, necesitamos un cambio radical… un cambio completo. Necesitamos nuevos corazones, nuevas naturalezas, si es que somos realmente salvas. Las cosas viejas ya han pasado. La cristiana se debe de volver en una nueva criatura. “Porque sin Santidad… nadie verá al Señor.”
Realmente, no puedo leer la Biblia… sin desear que las cristianas se vuelvan más espirituales, más santas, y más concentradas en las cosas del cielo. QUISIERA VER, a más creyentes, más separadas del mundo, teniendo conversaciones más piadosas… y caminando más cerca de Dios.
¿No es verdad que necesitamos “un estándar más alto de santidad” hoy en día? ¿Dónde está nuestra paciencia? ¿Dónde está nuestro fervor… nuestro celo? ¿Dónde está nuestro amor? ¿Dónde están nuestras obras? ¿Dónde está el poder de nuestra fe? ¿Dónde está ese tono inconfundible de los santos de antaño, que estremecieron al mundo?
Hebreos 12:1 dice, “Liberémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”. Y 2 Corintios 7:1 dice, “Limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, y perfeccionémonos en la santidad y en el temor de Dios”.
¿Estás buscando la santidad COMO LA COSA más importante de este mundo? ¡EL PRIVILEGIO DE SER SANTA ES TUYO! ¡LA DECISION Y RESPONSABILIDAD DE SER SANTA ES TAMBIEN TUYA!
¿Quieres ser santa? ¿Quieres convertirte en una nueva criatura? Entonces tienes que empezar con Cristo. Jesús es la raíz y el comienzo de la santidad. La forma de ser santa es de ir a Cristo, POR FÉ. Cristo no solo es la sabiduría y la justicia para Su gente, sino también es su santificación.
¿Sientes hoy día un fuerte deseo de ser santa? ¿Quieres ser partícipe de la naturaleza divina de Jesús?
¡ENTONCES VEN A CRISTO! ¡No esperes por nada! ¡No esperes por nadie! ¡No te detengas! ¡Entrégate a Cristo! No hay ladrillo ni piedra, que se pueda colocar en la obra de nuestra santificación, ¡HASTA QUE NO VAYAMOS A CRISTO! La Santidad es Su regalo especial. ¡LA SANTIDAD VIENE DE CRISTO!
ORÉMOSLE AL SEÑOR
Padre, perdónanos. Perdónanos por ofenderte tantas veces. Por no tomar Tu Palabra en serio. Por imitar al mundo con tanta facilidad. Queremos honrarte en todo lo que hacemos y decimos. Queremos vivir vidas puras. Queremos ser diferentes al mundo. Tú eres un Dios santo. Y Tú quieres que vivamos vidas santas.////////////////////
Así qué… te pregunto… ¿Te está hablando Jesús al corazón en estos momentos? ¿Quieres ser hija de Dios? ¿Quieres ser santa? ¿Quieres recibir la vida eterna que Jesús te ofrece?
Jesús dice en Juan 14:6, “Yo soy el camino, la verdad y la vida, y nadie viene al Padre si no es por Mí.” ¡Jesús es el único camino! Ninguna religión, ninguna iglesia, ninguna persona te puede llevar al cielo. ¡Solo Jesús puede hacerlo! ¿Qué si este es tu último momento? ¿Tu último día? ¿Estás segura que si te mueres hoy, te irás al cielo?
La Biblia dice que puedes estar segura. ¡Que hoy es tu día de salvación! Romanos 10:9 dice, “Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salva.” Y Juan 1:12 dice, “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechas hijas de Dios.”
Sí quieres aceptar a Jesús por primera vez, O si lo aceptaste en el pasado, pero sabes que no has estado viviendo una vida santa, hoy es tu oportunidad de regresar a Él.
SI ES ASÍ, REPITE ESTA ORACIÓN DESPUÉS DE MÍ. “Señor Jesús, Sé que soy pecadora. Perdóname. Yo creo que moriste por mis pecados y resucitaste de entre los muertos. Ya no quiero pecar más. Ahora te invito a que entres en mi corazón y vida. ¡Quiero ser santa porque Tú eres santo! Quiero seguirte, como mi Señor y Salvador para el resto de mi vida. En el nombre de Jesús… Amén