Cuando yo era chica siempre escuché que Jesús, el Hijo de Dios, fue concebido por la virgen María… por obra del Espíritu Santo. A esa edad, yo no tenía idea “que para tener un hijo” se necesitaba la unión de un hombre y una mujer. ¡Me tomó años enterarme de esa verdad!
El hecho de que la virgen María concibiera por medio del Espíritu, ¡fue algo espectacular! ¡Algo nunca visto! ¡Solo Dios, por medio de Su Espíritu Santo, podía haber hecho eso! Ahora entiendo por qué Lucas 1:37-38 dice, ¡Para Dios, no hay nada imposible!
Con razón María se sorprendió “tanto” cuando el ángel le dijo, en Lucas 1:31,34, Vas a quedar encinta, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Lo llamarán Hijo del Altísimo. 34Pero María le dijo al ángel: ¿Y esto como va a suceder? Yo nunca he estado con un hombre.
El ángel le respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, [María] y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso “el Santo Ser que nacerá” será llamado Hijo de Dios. ¡PARA DIOS NO HAY NADA IMPOSIBLE!
Obviamente, el favor de Dios “no necesariamente trae consigo” éxito o fama. La bendición de Dios sobre María -- el honor de ser la madre del Mesías -- le causaría mucho dolor: la gente la avergonzaría, su novio estaría planeando dejarla, y su Hijo sería rechazado y crucificado.
Sin embargo, la única esperanza de salvación “para el mundo” llegaría a través de su Hijo, y por eso “ella ha sido elogiada” a través de las generaciones. Su sumisión al plan de Dios “ERA ESENCIAL” para lograr nuestra salvación.
Si alguna pena o dolor te está agobiando, y te está haciendo perder la esperanza, recuerda el ejemplo de María, y espera pacientemente a que Dios lleve a cabo Su plan. ¿Cuándo fue la última vez que Dios hizo lo imposible en tu vida? ¿Cuándo fue la última vez que Dios te habló acerca de lo que Él quería hacer, y hasta te asustaste por la magnitud de Su plan?
Como Dios quería llevar la salvación a toda la humanidad, era fundamental para María -- no solo que Dios pudiera hacer el milagro -- sino también “que ella pudiera adaptar su vida” a la increíble obra “que Dios había planeado hacer… a través de ella”. María se había mantenido pura sexualmente, y quería permanecer pura para José, su novio.
CUANDO DIOS DICE ALGO… ¡LO QUE DICE PASARÁ!… ¡NO HAY VUELTA QUE DARLE! ¡Piensa en esto! Esto no es solo acerca de María y su milagrosa concepción, sino también es la verdad acerca de cualquier cosa QUE DIOS HAYA DICHO. ¿Todas aquellas palabras acerca de tu rol en el Reino de Dios, y la herencia que recibirás? ¡DALO POR HECHO!
¿Todas aquellas promesas acerca de Su presencia y Su poder obrando dentro de nosotras? ¡NO CAMBIARÁN! Cada palabra consoladora y alentadora, acerca de cómo Él te defenderá, te guiará, te protegerá, te sanará, te dará fuerzas, te liberará y te restaurará. ¡TODAS SE HARÁN REALIDAD!
¿Y qué hay “de todas esas promesas” de que Él contestará tus oraciones y cumplirá Sus propósitos para ti? ¡TODAS ELLAS SE CUMPLIRÁN! Todo lo que Él ha dicho… ¡SE LLEVARÁ A CABO! ¡Si! Hay ciertas condiciones para algunas de esas promesas… ¡PERO Él HA DICHO BIEN CLARO QUE NO SERÁN PESADAS!
Porque el peso de cumplir nuestra parte del trato, ¡NO RECAE EN NOSOTRAS, SINO EN DIOS! Dios se toma “muy en serio”. el cumplimiento de Sus promesas. ¡ÉL ES FIEL!
¡Esas son las buenas noticias! Nosotros no siempre somos fieles, ¡PERO ÉL SIEMPRE LO ES! ¡SU PALABRA ES ORO! Cuando Dios hace una promesa… ¡ÉL LA CUMPLE! No importa a lo que nos estemos enfrentando en la vida, podemos estar seguras “de la fidelidad” de Su Palabra. ¡PARA DIOS NO HAY NADA IMPOSIBLE!
38María le dijo al ángel: Yo soy la sierva del Señor. ¡Cúmplase en mí lo que has dicho!»
Para María, ¡estas no eran noticias fáciles de asimilar! Como muchas muchachitas de su edad, ella tendría sueños de casarse y tener una familia. Estos, probablemente, no incluían “un embarazo escandaloso” que parecería ser inmoral ante toda la gente de su barrio.
¿Qué estaría pensando María cuando el ángel le dijo que ella concebiría “al Hijo de Dios,” por medio de Su Espíritu? Eso sería un honor y un privilegio para ella, pero también tenía el potencial “de ser una vergüenza” ante los ojos de su familia y su comunidad. ¿Cómo podría ella explicar este increíble suceso, y esperar que la gente le creyera? ¡La mayoría no le creería!
Ella comenzaría su matrimonio con José… ¡ya estando encinta! Y ella “no sería vindicada públicamente” hasta muchos años después, cuando se dieron cuenta quien era Jesús. Aun así, María dijo “estas palabras tan dramáticas” sin quejarse. ¡Cúmplase en mí lo que has dicho!
¡Ella afirmó estas palabras como verdaderas! ¡Ella no titubeó a pesar del gran costo para ella! ¡María simplemente cumplió la voluntad de Dios!
Luego de unos meses, María fue a visitar a su parienta Elisabet. Al verla, Elisabet le dijo a María 45¡Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá lo que el Señor te ha anunciado! En el reino de Dios, “creer” es un requisito fundamental para recibir.
Dios le habló a María y le dio las garantías -- que Él siempre da -- cuando le asigna lo imposible a Su gente. Todo estaba dispuesto para que Dios actuara. Lo único “que hacía falta” era que María creyera. Una vez que ella creyera… ¡ya era un hecho! Se necesita un corazón íntegro, para creer bajo tales circunstancias… ¡y un corazón puro para ver a Dios!
¡Ésta “siempre ha sido la manera de Dios” con Su gente! María no podía ver todo lo que se había organizado y preparado en las cortes del cielo. Ella no podía ver las legiones de ángeles preparados para protegerla a ella, y a su bebé.
Ella no conocía el futuro, “y a todo lo que ella y su hijo se enfrentarían”. Todo lo que ella sabía era que Dios le había hablado… ¡Y ESO ERA SUFICIENTE! Ella dijo, ¡Cúmplase en mí lo que has dicho!
Cuando Dios habla de Sus planes, Él lo hace cuando todo está dispuesto para que Su Palabra se cumpla. ¡Él sabe exactamente lo que va a pasar! Él simplemente pregunta… ¡SI LE VAS A CREER! Tú experimentarás una gran bendición, ¡cuando pongas tu confianza absoluta en Dios!
María nunca hubiera soñado todo lo que resultaría de su fiel obediencia. De la misma forma, tú no puedes imaginarte, “todo lo que Dios tiene deparado para ti”, ¡CUANDO CONFÍAS EN ÉL! Dios sabe exactamente “lo que traerá salvación a alguien por quién has estado orando”, o sanará a tu amiga, o proveerá por tus necesidades.
Dios tiene todo dispuesto. ¿Le creerás? A Él le encanta escuchar un corazón que dice “SI” antes de entender los detalles, aun cuando Él altere nuestros planes con algo “mucho más grande y desconocido”, que no podemos entender. Estoy segura que María no podría haberse imaginado” todo lo que el resto de su vida implicaría”.
¡Así qué! ¡Sigue a Dios! … ¡aun cuando te parezca que los resultados terminarán en desastre! En distintas ocasiones -- cuando Dios anunció el nacimiento de algún hijo especial -- hubo distintas reacciones.
Por ejemplo: Sara, la esposa de Abrahán, se rió, cuando Dios le dijo que ella tendría un hijo en su vejez. Zacarías, el esposo de Elisabet, también dudó. Pero con María fue diferente. ¡Ella se sometió “fielmente” a la voluntad de Dios!
Ella creyó el mensaje del ángel, aunque fuera humanamente imposible. ¡PARA DIOS NO HAY NADA IMPOSIBLE! Nuestra respuesta a Sus mandatos no debería ser “la desconfianza o la duda”, ¡SINO MÁS BIEN, LA FE Y LA OBEDIENCIA!