Un pajarito, el más chiquito de las currucas europeas, pasan los veranos en Alemania y los inviernos en el África. Cuando los días comienzan hacerse más cortos, las currucas adultas vuelan hacia el sur, dejando atrás a sus pequeños.

Varias semanas después, los pequeños viajan miles de kilómetros por tierras y mares desconocidos para reunirse con sus padres. ¿Cómo pueden estas currucas encontrar un lugar totalmente desconocido para ellas?

Experimentos han demostrado que las currucas tienen un conocimiento instintivo de longitud, latitud, y una habilidad de saber a dónde ir, por medio de las estrellas. Dios les ha dado un calendario, un reloj, y toda la data náutica que necesitan para volar esos miles de kilómetros inexplorados para llegar al lado de sus padres.

El evolucionista dice que nuestro mundo “tan increíble y complejo” se formó por casualidad. ¿Pero es esto más fácil de aceptar, que creer que Dios creó a estas currucas tan asombrosas, y a miles de otras criaturas? Para mí, atribuir esto a una casualidad, es simplemente absurdo.

La sabiduría de Dios es claramente evidente en las obras de Su creación. Su obra en la naturaleza habla claramente acerca de Su existencia y poder, que Pablo la usó como un argumento para establecer la culpabilidad y la condenación del hombre.

Pablo escribió que el hombre no tiene ninguna excusa, sino de responder con fe al Dios, que lo creó todo.

Romanos 1:19-21 dice, Para ellos, lo que de Dios se puede conocer es evidente, pues Dios se lo reveló; Lo invisible de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, y pueden comprenderse por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

21 Pues a pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón se llenó de oscuridad.

En estos versículos, PABLO RESPONDE A UNA PREGUNTA COMÚN DE LOS “NO CREYENTES”: ¿Cómo puede un Dios amoroso enviar a alguien al infierno, especialmente, a alguien que nunca ha oído acerca de Cristo? De hecho, dice Pablo, que Dios se ha revelado con claridad a todas las personas a través de la creación.

Sin embargo, la gente no quiere saber nada de este conocimiento básico de Dios. Además, todas las personas tienen un sentido interno de lo que Dios requiere… ¡PERO OPTAN POR NO VIVIR DE ACUERDO CON ÉL! En otras palabras, sus estándares morales son siempre muchos mejores que su propia conducta.

Si la gente elimina la verdad de Dios, a fin de vivir como le da la gana, no tiene excusa alguna. La gente sabe la verdad, y tendrá que sufrir las consecuencias por descartarla.

Hay que estar “espiritualmente sordo” para no escuchar la voz de Dios en la naturaleza. ¡La creación alrededor nuestro testifica de la realidad de Dios! El esplendor del cielo le ha hablado a cada lengua, a cada cultura, y a cada sociedad a través de la historia.

El Salmo 19:1-3 dice, Los cielos proclaman la gloria de Dios; el firmamento revela la obra de sus manos. 2Un día se lo cuenta al otro día; una noche se lo enseña a la otra noche. 3Sin palabras, sin sonidos, sin que se escuche una sola voz.

El filósofo Bertrand Russell, ateo y crítico del cristianismo, dijo una vez, “Qué si Dios lo confrontara acerca del más allá, y le preguntara por qué él no había creído, él le diría que no había habido suficiente evidencia”.

En realidad, muchos agnósticos y ateos dicen, que no solo no hay suficiente evidencia para creer en Dios, sino que hay gran evidencia que prueba, que el Dios de la Biblia no existe. Ellos rechazan la idea de que este mundo existe debido a un creador – especialmente al que la escritura describe.

Pablo afirma que la creación misma demanda creer en un creador, y que las cualidades invisibles de Dios, pueden ser vistas por aquellos que las buscan. ¿Cuál fue la conclusión de Pablo? ¡No hay excusa para no creer en Dios! Con tantas evidencias visibles y un corazón inclinado a buscar a Dios… ¡DIOS PUEDE SER ENCONTRADO!

Una noche, Napoleón estaba con un grupo de sus almirantes en el barco. Ellos estaban discutiendo si Dios existía, o no. Se dice que Napoleón apuntó al cielo, y dijo, “Señores, si se van a deshacer de Dios, más les vale deshacerse de los cielos también”.

¡Napoleón tenía razón! Los cielos declaran la gloria, la realidad, la substancia, el valor, y la importancia de Dios.

LA NATURALEZA DICE QUE HAY UN DIOS… ¡LO VEMOS EN LAS ESTACIONES DEL AÑO, EN LAS ESTRELLAS, EL SOL, LA LUNA… ¡Él es eterno en Su poder! Sin embargo, el hombre necesita algo más que la naturaleza. El hombre o la mujer necesita a un Redentor personal.

La naturaleza no puede satisfacer esa necesidad, porque la naturaleza no sabe nada acerca del perdón. La naturaleza “no enseña códigos morales”. Las tribus salvajes han habitado en la naturaleza por siglos… ¡y solo han producido caníbales!

La naturaleza tiene una voz, pero no tiene corazón, y no ofrece ninguna solución al problema más grande del hombre y la mujer… ¡EL PROBLEMA DEL PECADO!

La naturaleza no menciona a un Salvador. No hay comparación, entre el testimonio de Dios de Si Mismo en la creación, y Su testigo de Si Mismo, en la redención.

La creación nos puede decir “algo” acerca de la obra de Sus manos, pero solo el Calvario nos puede revelar Su corazón. Algunas personas se preguntan por qué hay que mandar misioneros, si la gente puede conocer a Dios por medio de la naturaleza (la creación).

Hay varias respuestas a esta pregunta: (1) Aunque la gente sepa que Dios existe, su perversidad los ciega a la verdad. Los misioneros les señalan su pecado y les muestran el camino a Cristo.

(2) Aunque la gente pueda creer que hay un Dios, se niega a entregarse a Él. Los misioneros ayudan a persuadirlos -- al hablarles de la Palabra de Dios y señarles las consecuencias peligrosas de sus acciones.

(3) Los misioneros ayudan a la iglesia a obedecer la gran comisión recibida de nuestro Señor Jesucristo en Mateo 28:19-20, Vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 20Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.»

(4) Lo más importante es que, aunque la naturaleza revele a Dios, hay que hablarle a la gente sobre Jesús -- y cómo por medio de Él -- pueden tener una relación personal con Dios. No es suficiente saber que Dios existe. La gente debe saber que Dios es amor, y que envió a Su Hijo para mostrar Su amor por nosotros.

Debemos de mostrarle a la gente como aceptar el perdón de Dios por sus pecados. ¿Qué es lo que nos revela la naturaleza acerca de cómo es Dios? La naturaleza nos muestra que Él es un Dios de poder, de inteligencia y de detalles complejos, un Dios de orden y belleza; un Dios que controla las fuerzas poderosas.

Mira al espacio a través de un telescopio y verás la evidencia del tamaño y poder de Dios. Mira a través de un microscopio y verás la evidencia del gran intelecto de Dios. ¡La naturaleza misma es el mejor argumento de diseño inteligente! ¡Y Jesús es el amor y la salvación de Dios!

¡Así que! ¡Aplaudamos a nuestro Creador… a Su creación! ¡Y a Su Cristo!