Mientras Gabriela llegaba a su casa, vio varios carros estacionados en la entrada, y suspiró, “¡Ay, no… tengo visita”! En otro momento, ella hubiera estado encantada de ver cuatro carros alineados en su entrada.
Pero después de haber pasado toda una semana “acompañando a su hijita enferma en el hospital”, lo último que quería era tener visita. ¡Su casa estaba hecha un desastre! Gabriela se bajó del carro, y caminó hacia la puerta principal.
Su amiga Julia le dio la bienvenida, la abrazó y le preguntó, ¿Qué es lo que estás haciendo aquí tan temprano? “¡No te esperábamos hasta dentro de una hora!” Nosotras pensábamos irnos mucho antes que tú llegaras”. Gabriela pensó, “¿Es esta mi casa? ¿Estaré soñando? ¡Todo se ve tan limpio!
De repente, más voces, más abrazos de sus amigas. Silvia, acababa de planchar una montaña de ropa limpia. Regina entró a la cocina, después de terminar de aspirar las alfombras. Y Juanita había arreglado el caos de los cuatro dormitorios. Gabriela preguntó, “¿Cuándo llegaron aquí? ¿Cómo es que han hecho todo esto?
A Gabriela se le salían las lágrimas de emoción. Ella dijo, “Me he pasado la semana entera orando a través de esta crisis, rogándole a Dios para que me diera un sentido de Su presencia en el hospital. Y en vez de eso, Él me ha dado un manto de orden, belleza y amor en nuestro hogar, a través de cuatro ángeles.
Sus amigas le dijeron, “Descansa, Gabriela. Te hemos dejado la cena lista – y muchas otras comidas en el freezer. La mesa ya está puesta. “No te preocupes. Estamos orando por ti”, dijeron sus amigas. “Dios tiene todo bajo control”.
Después que sus amigas se fueron, Gabriela fue de cuarto en cuatro, todavía llorando, por la enormidad de este regalo de tiempo y trabajo. Ella encontró bellos arreglos florales en cada cuarto, y regalitos encima de cada cama.
En la sala, Gabriela encontró una nota bajo el florero lleno de rosas. Se suponía que ella iba a llegar después que ellas se hubieran ido. La nota decía solamente: “Tus Amigas en Cristo estuvieron aquí”. Gabriela comprendió que Dios tenía todo bajo control.
Filipenses 1:3 dice, Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. 4 En todas mis oraciones siempre ruego con gozo por todos ustedes. En 1930, La Universidad de Harvard comenzó un estudio, titulado “El Desarrollo del Adulto” que ha durado varias décadas, y nos ha dado un mayor entendimiento de la importancia de las relaciones saludables.
La investigación comenzó con un grupo de 268 estudiantes de la Universidad de Harvard, y luego se expandió, entre otros, a 456 residentes de un centro urbano de Boston. Los investigadores les hicieron muchas entrevistas a los participantes. Y de cuando en cuando, chequeaban sus récords médicos.
Descubrieron que las relaciones íntimas son el factor más importante para predecir la felicidad y la salud. Resulta qué si nos rodeamos de las personas adecuadas, es muy probable que experimentos un profundo sentido de gozo… de alegría.
Esto parece reflejar lo que el apóstol Pablo describe en este pasaje. Los amigos, de quien Pablo habla, no parecen ser simples amigos. Eran hermanos y hermanas en Cristo que compartían en la gracia de Dios, y eran compañeros en el evangelio con Pablo.
Su relación era de compartir y reciprocar una verdadera comunión moldeada por el amor de Dios, y el evangelio mismo. Si, las amigas son importantes, pero nuestras amigas en Cristo son las que nos estimulan a sentir un gozo profundo y verdadero.
La gracia de Dios “NOS PUEDE UNIR” como nada más lo puede hacer. Y aun en los momentos más oscuros de la vida… ¡EL GOZO QUE VIENE DE ESE VÍNCULO, ¡PERDURARÁ!
Un gran ejemplo de amistad sincera es la de David y Jonatán. Mientras David estaba de pie ante el rey, después de haber matado a Goliat, el hijo de Saul, Jonatán, estaba parado a un lado. Aparentemente, él y David no se habían conocido antes. Desde el momento que se conocieron, una bella amistad floreció entre ellos.
Dios sabía que David necesitaría tener “un buen amigo” que lo sostuviera en los momentos difíciles. Su amistad es una de las más profundas e íntimas que se encuentran en la Biblia. (1) Ellos basaron su amistad en un compromiso con Dios, y no solamente entre ellos.
(2) No permitieron que nada se interpusiera entre ellos, ya fueran sus oficios o problemas familiares. (3) Se unieron aún más cuando su amistad fue puesta a prueba. (4) Pudieron permanecer amigos hasta el final.
Este pacto entre Jonatán y David fue un acuerdo mutuo en el que dos hombres establecieron un vínculo para ocuparse de las necesidades y cuidar de los intereses, el uno del otro. Es la bella imagen de una amistad sincera. Jonatán tenia poco que ganar al entrar en un pacto con David.
Como hijo de Saúl, Jonatán era el siguiente en la línea al trono. Sin embargo, él se quitó su manto, su armadura y su espada (símbolos de su autoridad real) y se los dio a David. Lo honró, cediéndole sus derechos. ¡Qué amistad tan bella y sincera! En esta tierna historia, Jonathan protegió a David.
Al abrazar a David, Jonatán le estaba diciendo que su vínculo de lealtad nunca se rompería. Eso también es verdad en nuestras vidas. Amigas intimas no siempre son muchas.
Generalmente solo tenemos una amiga íntima, u ocasionalmente, dos o tres en toda nuestra vida. Pero hay algo especial en una amiga, que hace que nuestras almas se entrelacen. Te encontrarás con muy pocas personas en tu vida con la cual tendrás un alma gemela, y por la cual no tienes que esforzarte mucho para cultivar esa relación.
Simplemente crece de la noche a la mañana. De repente, ahí están con sus vidas unidas en una verdadera amistad, por la gracia de Dios. Yo tengo una amiga como esa. Se llama Nancy. Dios sabía que yo iba a necesitar una buena amiga que me sostuviera en los momentos difíciles. Y viceversa.
Jesús les dijo a Sus discípulos en Juan 15:13, Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos. Así como Jonatán entregó Sus derechos para establecer un pacto con David, así Jesús cedió los Suyos, entregando Su vida por los pecadores, para que pudieran ser llamados amigos Suyos.
Él dejó a un lado sus vestiduras reales, y murió la muerte de un pecador, para que los pecadores pudieran tener vida eterna. Además de nuestras amistades humanas en nuestras vidas, nosotras tenemos la amistad de Jesús mismo.
Jesús hizo amistades con la gente más improbable – con recaudadores de impuestos y pecadores. ¡Y ÉL ANHELA TENER INTIMIDAD” “CON CADA UNA DE NOSOTRAS” TAMBIEN!
En Juan 15:14-15, Jesús dijo, Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. 15 Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes.
Proverbios 18:24 dice, Hay amigos que no son amigos, y hay amigos que son más que hermanos. Nosotras nunca estamos solas, desamparadas o abandonadas. Jesús es realmente “el verdadero amigo” de por vida.
¿Quiénes son las amigas que te rodean? ¿Cuál es la esencia de tus relaciones? ¿Cómo ha moldeado la gracia de Dios tu elección de amigas?