Un existencialista francés dijo que cada siglo se puede resumir en una palabra. El siglo 17 – Matemáticas. El siglo 18 – Ciencias Naturales. El siglo 19 – Biología. El siglo 20 (también podemos incluir al siglo 21) – El Miedo.

Jorge Truett, uno de los grandes predicadores del principio del siglo veinte, dijo que su experiencia con la gente LO LLEVÓ A PREDICAR ACERCA DEL MIEDO – UNA Y OTRA VEZ. En una ocasión, le pidieron que hablara en una universidad de mucho prestigio.

Cuando Truett preguntó acerca del tema que debía presentar, le dijeron, QUE EL CONSEJO ESTUDIANTIL HABÍA DECIDIDO UNÁNIMENTE… QUE SE LES ENSEÑARA… ¡CÓMO VENCER EL MIEDO!

El Salmo 34:4 dice, Busqué al Señor, y Él me escuchó, y me libró de todos mis temores [de todos mis miedos]. Estos versículos nos dicen – QUE AUNQUE EL MIEDO ES UNA REACCIÓN HUMANA NORMAL AL PELIGRO O A UNA CRISIS – DIOS TIENE UN ANTÍDOTO PARA NUESTRO MIEDO.

Nosotras podemos tenerle miedo a la muerte, al fracaso, o a la gente. Tenerle miedo a la gente no viene de Dios. El problema es que muchas cristianas le temen más a la gente… que a Dios. Por miedo a desagradarlas, se vuelven esclavas de ellas. LAS PERSONAS SE VUELVEN SU ENFOQUE… ¡Y NO JESÚS! Por lo tanto… ¡NO COMPLACEN A DIOS!

Una mamá le pidió a su hijito de 5 años que le trajera una lata de atún de la despensa. Pero Juanito no quería ir. Se quejó, “Mami, ¡está muy oscuro ahí! La mamá lo tranquilizó, diciéndole, “Juanito, no te preocupes. No tengas miedo.

Jesús está ahí adentro”. Así que Juanito abrió la puerta lentamente, y viendo que estaba oscuro, gritó, “Jesús, ¿me puedes pasar una lata de atún”? Esta historia tan graciosa de Juanito me hace acordar a Gedeón.

El Señor se le apareció a Gedeón, llamándolo en Jueces 6:12, “Hombre valiente y aguerrido”, y luego le dijo que liberara a Israel de los medianitas. Pero Gedeón estaba muerto de miedo, y contestó, Mi Señor, ¿y cómo voy a salvar a Israel? ¡Yo soy de la familia más pobre que hay en Manasés, y en la casa de mi padre soy el más pequeño!

Incluso después de que el Señor, le dijo a Gedeón – QUE CON SU AYUDA -- él derrotaría a los medianitas, ¡GEDEÓN TODAVÍA TENÍA MIEDO! Así que le pidió al Señor señales que confirmaran la voluntad de Dios y Su poder para equiparlo. Entonces ¿por qué el Señor le dijo al miedoso de Gedeón… QUE ERA UN HOMBRE VALIENTE Y AGUERRIDO.

¡POR LO QUE GEDEÓN SE CONVERTIRÍA ALGÚN DÍA CON LA AYUDA DEL SEÑOR! Nosotras también tendemos a tener miedo de dar el próximo paso, miedo al sufrimiento… nos ponemos ansiosas por lo que pasará mañana.

Cualquieras que sean las circunstancias, no tenemos que avergonzarnos de tener miedo, ni de esconder nuestro miedo – DENTRO DE NOSOTRAS -- para parecer que somos valientes. A veces el miedo nos hace parar y cuestionar lo que Dios nos ha dicho claramente que hagamos.

A LO MEJOR NOS SENTÍAMOS CONFIADAS -- en nuestra obediencia -- hasta que los problemas surgieron. Ahora dudamos si hemos escuchado a Dios correctamente… ¡O NO! El miedo es “MAYORMENTE” miedo a lo desconocido. No sabemos lo que el futuro nos tiene deparado… ¡ASÍ QUE NOS PONEMOS NERVIOSAS!… ¡NOS INQUIETAMOS!

Nuestra imaginación puede magnificar los problemas hasta que llegan a parecer gigantes… insalvables. Necesitamos una mente lúcida para ver las cosas con la perspectiva correcta. ¡El miedo no es una excusa para desobedecer a Dios! No hay razón para vivir con miedo cuando tienes la poderosa presencia del Espíritu Santo dentro de ti.

El miedo te puede esclavizar… ¡PERO CRISTO VINO PARA LIBERARTE! Pídele a Dios que te libre de cualquier miedo que estés sintiendo… Y QUE ABRA TUS OJOS. Nosotras, como Gedeón, también podemos dudar de nuestras habilidades y potencial.

Pero nunca dudemos de lo que Dios puede hacer en nosotras… ¡CUANDO CONFIAMOS EN ÉL!… ¡Y LO OBEDECEMOS! El Dios de Gedeón es el mismo Dios que nos ayudará a llevar a cabo todo lo que Él nos pida hacer. Nosotras nos podemos enfrentar a cualquier miedo cuando sabemos que el Señor está con nosotros.

A lo que Jesús te revela la realidad de tu situación, Él te facultará a continuar en obediencia. LO MARAVILLOSO ES QUE, MUCHAS VECES, EL MIEDO NOS HACE CORRER A LA PRESENCIA DE DIOS. Él nos invita a orarle, y a deshacernos de nuestros miedos, en vez de estar paralizadas por ellos.

¡Algo increíble sucede cuando le entregamos nuestros miedos a Dios! A cambio de nuestros miedos, Dios nos llena de fe, esperanza, y amor. Dios quiere que nuestra esperanza sea pura. La esperanza aviva la fe, y la fe, “casi siempre”, ES UNA CONDICIÓN NECESARIA PARA QUE DIOS CONTESTE NUESTRAS ORACIONES.

El miedo de que Dios nos vaya a defraudar, de que Sus promesas no signifiquen lo que nosotras pensamos que significan… ¡CORROMPEN NUESTRA FE! AUNQUE EL MIEDO NO AHOGUE LA FE COMPLETAMENTE… ¡LA MEZCLA ES TÓXICA!

Es lo que Santiago dice en Santiago 1:8, Quienes titubean son inconstantes en todo lo que hacen. 7 Quien sea así… NO PIENSE QUE RECIBIRÁ DEL SEÑOR COSA ALGUNA.

5 Los que a Él acuden irradian alegría; no tienen por qué esconder su rostro.

Si buscamos a Dios para que nos ayude – si nuestra mirada está llena de esperanza y de fe – ¡IRRADIAREMOS GOZO! ¡NO NOS DECEPCIONAREMOS! No tengas miedo de dar el paso de fe. Mira a Dios para que te ayude. Y aun si tropiezas y caes, Dios honrará el corazón detrás de tu fe, y te llevará al lugar de alegría.

SU PRESENCIA IRRADIARÁ DE TÍ… ¡PORQUE TÚ ESCOGISTE CONFIAR EN ÉL! Dios va a aquellos que dejan que la esperanza venza al miedo… ¡Y QUE INVIERTEN SUS ESPERANZAS EN EL SEÑOR! 6 Este pobre clamó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. Mucha gente piensa que el miedo es lo opuesto a la fe.

Tal vez esto sea verdad, PERO DE MUCHAS MANERAS, el miedo es, simplemente, otra clase de fe. ¡ES UNA FE NEGATIVA! Es una fe en el poder de Satanás, o en los caminos del mundo. Es una declaración de que Dios… “PUEDE” QUE TE PROTEJA… O” PUEDE” QUE PROVEA POR TI. Que tal vez… ÉL NO ESTÁ GUIANDO TUS PASOS.

El miedo nos confunde y nos paraliza. ¡EL MIEDO REFLEJA UNA PERSPECTIVA REAL! ֎ El miedo no es la falta de creencia. Más bien es no creer en algo que Dios ha dicho en Su Palabra, o de no creer en uno de Sus atributos.

En este salmo, David nos da un simple remedio contra el miedo. ÉL CLAMÓ A DIOS EN SU SUFRIMIENTO, ¡Y DIOS LO ESCUCHÓ! ¡ESO FUE TODO! No hubo que ahondar sicológicamente, ni tener una mentalidad de víctima. ¡NO HUBO NINGUNA FÓRMULA SECRETA!

Solo una petición, y la seguridad que Dios lo había escuchado. ¡DIOS CONTESTÓ! Este salmo es una celebración de victoria – ¡ES LA CELEBRACIÓN DE UNA SITUACIÓN CAMBIADA!

Esto, aparentemente, fue suficiente para librar a David de sus miedos. No dejes que el miedo te paralice. El miedo es un síntoma de que tu fe no está totalmente desarrollada en cierta área de tu vida. Reconócelo como una señal de que estás escuchando una mentira -- en algún nivel de tu corazón.

¡EXPÓN LA MENTIRA! ¡REEMPLÁZALA CON LA VERDAD! ¡Y CREE! ¡Y DIOS TE LIBRARÁ DE TUS MIEDOS!

Harry Emerson dijo: El miedo encarcela, la fe libera. El miedo paraliza, la fe alienta. El miedo enferma, la fe sana. El miedo pone la desesperanza en el corazón, MIENTRAS QUE LA FE… ¡SE REGOCIJA EN SU DIOS!

Si tú estás viviendo una vida llena de miedo y de ansiedad, estás probando tu falta de fe en la protección de Dios. Vive tu vida con la confianza de que Jesús está continuamente intercediendo con el Padre a tu favor. SI TÚ CONFÍAS EN JESÚS COMPLETAMENTE… ¡NO LE TENDRÁS MIEDO A NADA!