En Jeremías 33:3, Dios nos dice, Clama a Mí, y Yo te responderé. Te daré a conocer COSAS GRANDES Y MARAVILLOSAS que tú no conoces.

Dios nos habla en tiempos de tranquilidad y seguridad. Y también nos habla en tiempos de angustia y peligro. El profeta Jeremías estaba pasando por momentos angustiosos. El rey, cansado de las “interminables profecías de destrucción de Jeremías”, había dado órdenes de que lo mandaran a la cárcel.

Mientras tanto, la situación en Jerusalén se hacía cada vez más desesperada. ¡SE ESTABA DETERIORANDO A PASOS AGIGANTADOS! Las casas habían sido destruidas. Los Babilónicos habían aniquilado la ciudad de Jerusalén. Judá había sido derrotado y abandonado. ¡PARECÍA QUE LA HISTORIA JUDÍA ESTABA POR TERMINAR!

Y para remate, el pobre Jeremías había sido amenazado, perseguido, y encarcelado. ֎ Pero en medio de todo esto, Dios le hace una maravillosa predicción a Jeremías acerca de la futura restauración de Israel y de Judá. La ciudad de Jerusalén, no solo sería reconstruida y restaurada, sino que Dios haría UN NUEVO PACTO con la gente del restaurado Israel.

El Salmo 145:18 dice, Tú, Señor, estás cerca de quienes te invocan… de quienes te invocan con sinceridad. Y Jesús mismo dice en Mateo 7:7, Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá.

MUCHAS VECES… NOSOTRAS NOS CONFORMAMOS “CON MUCHO MENOS” DE LO QUE DIOS QUIERE HACER A TRAVÉS NUESTRO. ¡No confiamos en Él completamente! Y esta falta de confianza, la vemos en Jeremías 32:27, donde Dios dice, Yo soy el Señor, el Dios de toda la humanidad. ¿ACASO HAY ALGO QUE ME SEA DIFÍCIL?

Y nosotras contestamos -- de la boca para afuera -- “No, Señor”. No hay nada difícil para Ti. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles, nuestras expectativas acerca de lo que Dios va hacer, comienzan a decaer. Es una cosa creer que Dios puede hacer un milagro en la Biblia, O HACE MIL AÑOS, o hasta en la vida de una amiga.

PERO ES OTRA COSA, creer incondicionalmente, ¡DE QUE DIOS PUEDE HACER “LO QUE ÉL QUIERE” EN NUESTRAS VIDAS!

¡Clama a Mí! y Yo te responderé. Ese es el único requisito que Dios le pone a Jeremías para escuchar Su voz. ¡CLAMA A MÍ! Obviamente, que Jeremías había sido escogido… CON UN PROPÓSITO ESPECÍFICO… EN UNA ÉPOCA EN PARTICULAR DE LA HISTORIA… para darle “MENSAJES FUNDAMENTALES” a la gente de Dios.

Y JESÚS MISMO LE DA “OÍDOS PARA ESCUCHAR” A TODA SU GENTE… cuando nos llena con Su Espíritu. ¡Los profetas fueron excepciones en el Antiguo Testamento! Pero en la era del Nuevo Testamento… ¡SON LOS EJEMPLOS! Dios derrama Su Espíritu en todas aquellas… ¡QUE CREEN EN ÉL!

Por eso en Hechos 2:17-18 Dios dice, En los últimos días derramaré de Mi Espíritu sobre toda la humanidad. Los hijos y las hijas “DE USTEDES” profetizarán; sus jóvenes tendrán visiones y sus ancianos tendrán sueños. 18 En esos días derramaré de mi Espíritu sobre Mis siervos y Mis siervas… ¡Y TAMBIÉN PROFETIZARÁN!

¡Clama a Mí! y Yo te responderé. Te daré a conocer COSAS GRANDES Y MARAVILLOSAS, que tú no conoces. Esta es la voz de un Dios que está deseoso de compartir Su corazón. Él no oculta Sus misterios… ¡ÉL BUSCA A GENTE EN QUIEN CONFIAR!

Él busca espíritus sensibles, mensajeros fieles, almas hambrientas que lo buscan… ¡DE TODO CORAZÓN! Y cuando Él los encuentra – LES REVELA VERDADES -- que nunca antes habíamos escuchado.

Él nos da la percepción y la inspiración – QUE NOS ACERCAN A SU CORAZÓN -- como nunca antes nos hubiéramos imaginado que fuera posible. ¡Y ÉL NOS GUÍA A ENCUENTROS QUE CAMBIAN EL MUNDO. Cambian a la gente, a la cultura, e instituciones alrededor nuestro. ¡SUS SECRETOS HACEN HISTORIA EN NUESTRO MUNDO!

A pesar de que Dios, generalmente, “NO NOS DA DETALLES’ ACERCA DEL CAMINO A SEGUIR… ¡ÉL GUÍA NUESTROS PASOS! Él nos informa de Sus grandes propósitos. Él planta deseos, visiones, e instrucciones… DENTRO DE NOSOTRAS… y nos prepara para enfrentarnos al destino que tiene trazado para nosotras.

Cuando clamamos a Dios, Y NOS ACERCAMOS A ÉL, Él nos susurra el futuro. ֎ En el caso de Jeremías, el futuro del pueblo de Dios, no solo incluía corrección y castigo, sino también incluía esperanza ¡Y NUESTRO FUTURO TAMBIÉN INCLUYE LA ESPERANZA!

¡CLAMA A MÍ! Generalmente, CUANDO NOS ACERCAMOS A DIOS… ¡USAMOS PALABRAS!… y casi siempre las usamos en la forma de peticiones. ¡Y A ÉL LE ENCANTA QUE LO HAGAMOS! Pero nuestra relación con Dios está destinada a ser más diversa que eso. Si buscamos Su voz… ¡PODREMOS OÍRLA!

La posibilidad de escuchar la voz de Dios “CON SEGURIDAD” preocupa a muchas cristianas. Algunas están inquietas… porque piensan… que le quita la autoridad a las Escrituras. Sin embargo, la Biblia nos da “ejemplo tras ejemplo” de gente que escuchó la voz de Dios. ¡Otras están convencidísimas de que no pueden escuchar a Dios habla!

En muchos casos, AQUELLAS QUE NO HAN ESCUCHADO A DIOS, es que no le han hecho preguntas con la expectativa… ¡DE QUE ÉL LES CONTESTE! Y muchas, no se han sentado en Su Presencia… POR LARGO RATO… ni han enfocado sus mentes en Dios.

Ambas prácticas – PIDIENDO CON EXPECTATIVA Y ESPERANDO OÍR SU VOZ – son requisitos “INDISPENSABLES’ para escucharlo constantemente. COMO EN CUALQUIER RELACIÓN, oír solo ocurre cuando escuchamos atentamente.

Las respuestas vienen SOLO cuando hacemos preguntas. Dios le habla aquellos… ¡QUE SINTONIZAN SUS OÍDOS HACIA ÉL!

Escucha a Jesús decir, “Ven, siéntate en Mi Presencia. Hazme preguntas. Espera calladamente y verás cómo te contesto por medio del Espíritu Santo… ¡QUE VIVE EN TI! Yo soy la Palabra.

¿Cómo podría Yo mantenerme callado ante la presencia de aquellos que amo? ¡Quiero una relación profunda contigo! Las buenas relaciones involucran comunicación. ¡PON ATENCIÓN A MI VOZ! … ¡Y YO TE HABLARÉ!”

Hazle preguntas a Dios, y siéntate calladita en Su Presencia… ¡ESPERANDO RESPUESTAS! Fíjate que pensamientos surgen de dentro de ti. ¡HASTA PUEDE QUE TE SORPRENDAS DE CUAN PROFUNDA TE HAS VUELTO! … ¡ENTONCES SABRÁS QUE JESÚS TE HA SUSURRADO “ALGO” EN LO MÁS PROFUNDO DE TU ESPÍRITU!