Génesis 37:5 dice, José tuvo un sueño, y se lo contó a sus hermanos. Pero ellos llegaron a odiarlo aún más. Desde la perspectiva humana, el paso de José parecía ser un error trágico. Dios le había hablado, y José le había contado a sus hermanos, “SIN MUCHO CRITERIO”, (debo de admitir) de que algún día ellos se inclinarían ante José.

Este sentir, APARENTEMENTE ARROGANTE, de tener un destino superior al de ellos, LOS ENFURECIÓ. ¡Y ellos contraatacaron! Primero, con un plan de matarlo. Y LUEGO, reexaminaron su plan, para venderlo como esclavo. Sabemos en retrospectiva, QUE ESTE FUE EL CAMINO PARA QUE EL SUEÑO SE CUMPLIERA.

Pero por años… ¡PARECÍA TODO LO CONTRARIO! Cuando Dios nos da una señal de nuestro llamado, y luego las circunstancias nos llevan en dirección contraria, muchas veces, nos desorientamos. Clamamos, “Señor, ¿me dijiste esto solo para frustrarme? Pero lo que parece una lección exagerada de fe y paciencia, es realmente, la misericordia de Dios.

ÉL NO NOS DA una señal de nuestro llamado – PARA FRUSTRARNOS – por las demoras y los obstáculos. Nos da esta señal para prepararnos a perseverar. En las muchas vueltas que da la vida, vamos a necesitar depender de todas Sus Palabras.

Sus Palabras “SE VUELVEN EN NUESTRA ANCLA DE LA VERDAD”, en medio de los “mensajes cambiantes y conflictivos” del mundo alrededor nuestro. Ellas nos dan dirección y esperanza, cuando nos es difícil discernir el camino a tomar.

Yo me acuerdo hace 20 años, cuando me entregué a Cristo, que en menos de un mes, mi vida cambió radicalmente. Todo lo que podía haber ido mal, fue mal. Perdí mi negocio y todo lo que yo pensaba que era importante para mí. No entendía lo que estaba pasando. Le pedí, “Señor, ayúdame”.

Después de todo un año, Él me habló a través del Salmo 46:10. Me dijo: “Quédate quieta, y reconoce que Yo soy Dios”. En ese momento me di cuenta que lo que Él quería es que tuviera paciencia… que confiara en Él. Que estuviera en Su Presencia… QUE ORARA… y dejara que Él dirigiera mis pasos.

Mientras yo esperaba pacientemente en Él, Jesús me abrió la puerta para que fuera a la Escuela de Ministerio. Fue un tiempo de preparación para servirlo. Cuando terminamos la parte académica de la escuela, nos fuimos en VIAJE MISIONERO.

Y es ahí, EN EL CAMPO MISIONERO, que Jesús me habló de nuevo al corazón. Esta vez, diciéndome que yo tenía mi propia gente. Yo le pregunté: “Señor, ¿quién es mi gente? ¿La mujer peruana? ¿La hispana? ¿La americana? ¿O la mujer en general?

El Señor me comenzó a preparar para enseñar la Biblia a las mujeres.

Primero en mi iglesia, como maestra bíblica en inglés, luego yendo a Latino América – durante mis vacaciones – para dar conferencias bíblicas a las mujeres hispanas. Pero, el tiempo pasaba… ¡Y NADA! ¿Habría escuchado bien al Señor?

¿A lo mejor Dios no me había hablado? Comencé a dudar mi llamado. Pero después de 11 años, cuando ya pensaba, que tal vez, no había escuchado bien al Señor, Dios me volvió a hablar, esta vez, a través de Josué 18:3, ¿Hasta cuándo vas a esperar para tomar posesión del territorio que te he dado?

¡UY! ¡No lo podía creer! ¡El momento había llegado! Lo que Dios promete… ¡Él lo cumple! Dios abrió la puerta en el momento preciso, para que enseñara Su Palabra, a la mujer latina, a través de la radio, la televisión, el internet, mi página web, y YouTube.

PAUSA

José también tuvo que esperar para que los sueños, QUE EL SEÑOR LE HABÍA DADO, se hicieran realidad. Sus sueños parecerían ser una parte innecesaria de la historia. Dios podría haber logrado TODO LO QUE TENÍA PLANEADO, sin tener que darle ningún anticipo.

PERO JOSÉ SE AFERRÓ A SUS SUEÑOS, a través de esos años tan oscuros.

11 Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba acerca de esto. José había sido reprochado, TANTO POR SUS HERMANOS… COMO POR SU PAPÁ, a razón de sus sueños.

Los sueños eran, culturalmente y socialmente, inapropiados. Los padres y hermanos mayores NO SE INCLINABAN ante sus hijos y hermanos menores. Sin duda alguna, Dios nunca presentaría una imagen tan ofensiva del futuro. ¡Esa no podía ser Su voz! ¡PERO LO ERA! Y José pagó un alto precio POR COMPARTIR lo que él había visto.

Aunque todos alrededor de José estaban ofendidos por sus sueños --DADOS POR DIOS -- y aunque José mismo, seguramente, que no entendería su propósito, Dios estaba ocupado preparando para un día futuro… CUANDO LA PRESENCIA DE JOSÉ EN EGIPTO… sería necesaria. Dios estaba proveyendo para Su gente, mucho antes de su necesidad.

Él sabía, que algún día, ellos estarían en una situación desesperada, Y SOLO UN GOBIERNO COMPASIVO EN EGIPTO, podría proveer por ellos. Dios comenzó a poner en marcha este “gobierno compasivo” con anticipación. ¡Y DIOS TAMBIÉN PROVEERÍA PARA EGIPTO!

Él sabía, QUE ALGÚN DÍA, los egipcios necesitarían un OFICIAL DE GOBIERNO con sabiduría divina. El sistema religioso de Egipto no podía equipar a un hombre con esa clase de perspicacia, sabiduría y talento. Dios puso a alguien que podía soñar e interpretar los sueños en una sociedad extranjera -- antes de que la crisis ocurriera en esa sociedad.

Él ya tenía la solución, ANTES DE QUE EL PROBLEMA SURGIERA. Ese es, muchas veces, el propósito de la voz de Dios. Él está atrayendo a naciones enteras a Sus propósitos -- edificando Su Reino en cada nivel de la sociedad. Cuando buscamos escuchar Su voz, necesitamos escucharla CON GRANDES PROPÓSITOS… Y A PLAZO LARGO, en mente.

Servimos a un Dios que tiene el CUADRO COMPLETO, y quiere darnos una visión de ese cuadro completo. Él está buscando a gente que pueda escuchar EL LATIDO DE SU CORAZÓN para este mundo.

Hay momentos en que Dios nos da una visión o una promesa. Y se ocupa de ella con Su Presencia… Su testimonio, y Sus confirmaciones – Y LUEGO, desaparece del mapa… ¡O AL MENOS, ASÍ PARECE! Él lo hizo así con los sueños de José. ¡Y lo hace con nosotros también!

¡Nos prepara para el gran momento! Cuando Dios parece estar distante… ¡NO ES EL MOMENTO DE CONFIAR EN NUESTROS PROPIOS SENTIMIENTOS! Analiza todo lo que Dios ha hecho “tan gentilmente” por ti… ¡Y LO QUE TE HA DICHO!, y deja que ese sea el estándar MEDIANTE EL CUAL, entiendes Su amor por ti.

José podía haber cuestionado la revelación de Dios… “DURANTE ESOS LARGOS AÑOS”, cuando las circunstancias parecían hasta burlarse de él, y Dios parecía estar dolorosamente ausente. José se encontraba cautivo en la prisión, esperando que la visión de sus hermanos, INCLINÁNDOSE ANTE ÉL, se cumpliera.

¿Pero cómo ascendió José a la prominencia? No regañando a los egipcios por su idolatría, o por lo mal que lo habían tratado. ¡NO! FUE A TRAVÉS DE SU PACIENTE RESISTENCIA AL SUFRIMIENTO QUE SE ENFRENTÓ. Y por estar abierto a la sabiduría y revelación de Dios.

Dios tiene un gran plan para tu vida también. Busca la Presencia de Dios en todo momento. Ora. Estudia tu Biblia. Tú podrás pasar por pruebas difíciles, pero Dios se complace cuando ve tu resistencia e integridad. ¡Así que! ¡Espera en Él! ¡Ten paciencia! Aférrate a la visión que Él te ha dado. ¡Y a lo que te ha dicho! Y en su momento… ¡LA PUERTA SE ABRIRÁ!