En el Salmo 143:5, David dice, Cuando evoco los días de antaño, me acuerdo de tus grandes proezas y pienso en todo lo que has hecho. David se llenaba de confianza y seguridad a lo que recordaba los días de antaño CUANDO EL FAVOR DE DIOS Y LA BENDICIÓN DIVINA habían estado claramente sobre su vida.

Yo me acuerdo lo emocionada que estuve EL OTRO DÍA cuando Dios contestó una de mis oraciones. Todo el día, no hice otra cosa que agradecerle. Sin embargo, AL DÍA SIGUIENTE, surgió una situación que me dejó perpleja… inquieta… preocupada. Pensé, “Dios mío, ¿qué va a pasar aquí?” Tuve miedo de que Dios me decepcionara.

Pero cuando me acordé cuan alentada me había sentido el día anterior, me di cuenta que este cambio de acontecimientos no “NO INVALIDABA” lo que había sido cierto un día antes. ¡Me di cuenta que tenía una elección! Podía escoger ver a Dios a través del lente de la decepción, o verlo a través del lente de la gratitud.

1 Tesalonicenses 5:18 dice, Den gracias a Dios en todo, porque ésta es Su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. Por eso, escogí adoptar la actitud del primer día, como un reflejo verdadero de la bondad de Dios. Y VER EL ESTADO DE ÁNIMO DEL SEGUNDO DÍA… COMO ALGO FALSO. Dios, muchas veces, nos da la oportunidad de escoger.

Las alabanzas que declaramos un día, son muchas veces, desafiadas por las circunstancias del día siguiente. Ahí nos daremos cuenta SI REALMENTE CREÍAMOS lo que nuestros labios decían. Si nuestra opinión de Dios, cambia con cada nueva circunstancia o estado de ánimo, entonces nuestra fe es todavía muy inmadura.

Debemos dejar que las bendiciones y victorias de una época, HABLEN IGUALMENTE DE FUERTE, como las que se vienen en otra época. Si en un momento dado estuvimos convencidas de la bondad de Dios, entonces debemos permanecer convencidas de ella, aun en los tiempos difíciles. Y la mejor manera de hacerlo es RECORDANDO.

Cuan fácilmente nos olvidamos de las gracias pasadas, y cuan rápidamente nos enfocamos en los dificultades presentes. Cuando hacemos eso, terminamos con percepciones distorsionadas.

Escoger recordar lo que Dios ha hecho en el pasado – ya sea hace tiempo o hace unas horas – le dará a nuestros corazones y a nuestras mentes LA PERSPECTIVA CORRECTA de lo que Dios está haciendo.

8 Muéstrame tu misericordia POR LA MAÑANA, porque en Ti he puesto mi confianza. Con cada nuevo día, la vida de la naturaleza se renueva. A LO QUE EL SOL SALE DE NUEVO CON SU LUZ Y CALOR, las flores se abren, los pajaritos cantan, y la vida es estimulada en todas partes.

Nuestra vida interior necesita ser renovada DIARIAMENTE también. Cuando nos alimentamos de la Palabra de Dios, y tenemos comunión con Él por medio de la oración, EL VIGOR DE NUESTRA VIDA ESPIRITUAL, comienza a crecer.

Cuando los israelitas deambulaban por el desierto, EL MANÁ CAÍA DEL CIELO TEMPRANITO POR LA MAÑANA, y alimentaba a toda la gente. PERO LUEGO, EL SOL DE MEDIA MAÑANA, derretía el maná. Pienso que las cosas que Dios quiere decirnos -- EL MANÁ QUE ÉL TIENE PARA NOSOTRAS -- nos está esperando tempranito por la mañana también.

Pero si no buscamos a Jesús en ese momento, NOS PERDEMOS HASTA CIERTO PUNTO, lo que Él quiere decirnos.

El Salmo 5:2-3 dice, Mi rey y Dios, presta atención a mi clamor, porque a Ti dirijo mi oración. 3 Oh, Señor, POR LA MAÑANA escucharás mi voz; POR LA MAÑANA me presentaré ante Ti, y esperaré.

Para muchas de nosotras… ¡CADA MAÑANA ES UNA BATALLA! Desde el momento en que el despertador suena, y tocamos el suelo con los pies, nuestros pensamientos pueden volverse muy negativos.

La lista de cosas que tenemos que hacer en el día, y los posibles obstáculos, COMBINADOS CON LA FATIGA DEL DÍA ANTERIOR, parece conspirar “EN CONTRA NUESTRA” para abrumarnos y debilitarnos.

A pesar de que la batalla de la mañana ES REAL PARA MUCHAS… ¡SÉ PUEDE GANAR! La clave PARA CAMBIAR TU ACTITUD “DE NEGATIVA A POSITIVA” es de invitar a Jesús A TU CONVERSACIÓN INTERNA, apenas te despiertas.

Antes de comenzar a pensar en todo lo que tienes que hacer en ese día, en las posibles dificultades, en los problemas pendientes del día anterior, O EN ALGO MÁS, ten una conversación con Jesús – NO ACERCA DE TUS PROBLEMAS -- sino simplemente por el placer de Su compañía. Goza de la comunión con Él. Quédate quieta en Su Presencia.

Exprésale palabras de adoración y gratitud. Escucha Sus palabras de afecto y aliento. Deja QUE ÉL MOLDEE TU AMBIENTE INTERIOR, antes de enfrentarte a tu mundo exterior. Haz a Jesús la prioridad de tu día. Cuando hagas eso, tu día podrá tomar un tono completamente diferente. Realmente, el tono del día puede tener un impacto duradero.

¡Las decisiones se toman con una luz diferente! Tus relaciones cercanas son fortalecidas… en vez de ser debilitadas. Las buenas ideas, y el ingenio te vendrán más fácilmente, y los obstáculos perderán su poder. Ganar la batalla de la mañana – DÍA TRAS DÍA -- puede impactar tu vida. ¡HAS TODO LO POSIBLE PARA INVITAR A JESÚS A TU MAÑANA!

Antes de levantarte por la mañana, ¡GOZA DE SU PRESENCIA! Cuanto más temprano hagas a Jesús el centro de tu día, MÁS PROFUNDAMENTE LO MOLDEARÁ. La hora de la mañana es el momento de renovarnos DIARIAMENTE, por medio del Espíritu Santo. Necesitamos un tiempo de meditación y oración para preparar nuestros corazones para servir a Dios.

Necesitamos una verdadera visión de cómo “LA MUJER INTERIOR” puede ser renovada DÍA A DÍA… ¡A LA IMAGEN DE DIOS! La vida de Dios, ESTÁ EN TI, y Su semejanza puede ser vista en ti. ¿Qué lecciones hemos aprendido aquí? ¿Qué puedes hacer para no sentirte descontenta, desanimada, y decepcionada?

¡RECORDAR TODO LO QUE DIOS HA HECHO POR TI EN EL PASADO! Te sugiero que hasta lo escribas en un papel… para no olvidarte. Y sé agradecida siempre. La gratitud es el secreto de la felicidad. ¿Quieres adquirir sabiduría? ¿Amar como Dios ama? ¿Conocer Su voluntad? ¿Ser transformada a Su imagen?... ¡COMIENZA TU DÍA CON JESÚS!