Romanos 5:8 dice, Pero Dios muestra Su amor por nosotros EN QUE CUANDO AÚN ÉRAMOS PECADORES, Cristo murió por nosotros.

¿ALGUNA VEZ TE HA SUGERIDO ALGUIEN…

Que si Dios realmente te amara, Él sanaría tu enfermedad. Que si Dios realmente te amara, Él no hubiera permitido que perdieras tu trabajo. Que si Dios realmente te amara, te hubiera devuelto a tu marido. Que si Dios realmente te amara, serías rica y no tendrías más problemas.

Pero Dios ha dicho que Su amor NO TIENE NADA QUE VER con estas cosas. La prueba de Su amor es que cuando aún éramos pecadoras, Cristo murió por nosotros. Le agradecerías a Dios, NO SOLO POR DECIRTE “TE AMO” CON PALABRAS… ¡SINO POR DEMOSTRÁRTELO!

Es el amor de Dios que nos garantiza nuestra eterna seguridad. ESE MISMO AMOR, que planeó nuestra redención en los rincones más lejanos de la eternidad. ES ESE MISMO AMOR, que entregó a nuestro Señor Jesucristo A LA MUERTE EN LA CRUZ para abrir las puertas del cielo, ¡Y DARNOS LA BIENVENIDA A CASA!

La prueba de Su amor está en el regalo… ¡en lo que nos ha dado! Juan 3:16 dice, Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel, QUE EN Él CREE, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Efesios 5:25 dice, Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.

Y Gálatas 2:20 dice, Él me amó y se entregó A SÍ MISMO por mí.

Ya sea si la Biblia habla del amor de Dios por el mundo, o por la iglesia, o por ti, o por mí, la medida y manifestación de aquel amor es siempre el mismo. El regalo de Cristo es siempre la prueba del amor de Dios. Pablo nos muestra que el amor de Dios es incondicional.

Romanos 5:6 dice, Cuando aún éramos débiles, Cristo murió por los pecadores. Este pasaje nos recuerda que somos débiles, indefensas, incapaces de salvarnos.

PERO EN EL TIEMPO PREDETERMINADO, nuestro Señor Jesucristo visitó nuestro planeta y murió por la humanidad. Y Él no murió por la gente buena, COMO ALGUNOS SUPONEN, sino por la gente mala.

¡NO HABÍA VIRTUD NI EXCELENCIA EN NOSOTROS PARA PRESUMIR ANTE DIOS! Éramos totalmente indignas, pero Cristo murió por nosotros de todos modos. ¡EL AMOR DE DIOS SE MANIFESTÓ EN EL CALVARIO! Esos clavos EN LAS MANOS TRASPASADAS DEL CRISTO CRUCIFICADO podían haberse convertido EN RAYOS DE FURIA.

Jesús podía haber maldecido a un mundo culpable, convocado a doce legiones de ángeles con espadas, o destruido al mundo. Pero en vez de eso, ESTE MARAVILLOSO HOMBRE DIJO, “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Cristo murió por los pecadores. ¡ESTA ES LA PRUEBA DEL AMOR DE DIOS! ¡SU AMOR ES INCONDICIONAL!

¡Y TAMBIÉN EL AMOR DE DIOS ES INCOMPARABLE! Jesús dice en Mateo 9:13, Porque no he venido a llamar a los justos al arrepentimiento, sino a los pecadores. ¡No es que nos merezcamos la ayuda, y la salvación de Dios. ¡NO NOS MERECEMOS NADA!

Mira lo que el pecado le ha hecho a este bello mundo -- el mundo que Dios bendijo en el primer día de la creación. El pecado ha indignado a Dios, y ha contaminado al cielo y la tierra. Ha introducido rebelión y ruina DÓNDE ANTES REINABA DIOS SUPREMAMENTE.

El mundo está atormentado por demonios, por la enfermedad y la muerte, y está salpicado de tumbas, hospitales, prisiones, e instituciones mentales.

Este mundo está arruinado por la vileza y la suciedad, la miseria y el odio, la guerra y el hambre, las plagas y pestilencia, la muerte y la corrupción – SON TODOS PRODUCTOS DEL PECADO. El hombre es UÑA Y CARNE con el pecado. Cuando Dios mandó a Su Hijo para que fuera Su Salvador, los hombres lo escupieron en la cara. Lo abofetearon.

Marcaron Su espalda con azotes. Lo desnudaron. Y le pusieron una corona de espinas. Se burlaron de Él en Su angustia y dolor. Y a pesar de todo eso, Colosenses 1:20 dice que, Dios hizo la paz mediante la sangre de Su cruz. Esta es una de las declaraciones más increíbles de la Palabra de Dios.

Nosotros entenderíamos si dijera QUE DIOS HABÍA HECHO LA GUERRA SOBRE SU PRECIOSA SANGRE DERRAMADA… ¡Y POR ESA MALVADA CRUZ! ¡PERO NO! Leemos, EN VEZ, que Él hizo la paz por medio de esa misma sangre. ¡EL AMOR DE DIOS ES INCOMPARABLE!

Nuestra expiación está basada COMPLETAMENTE en la obra de UN SOLO HOMBRE, en cierta época, en un evento, cuando Jesucristo murió hace dos mil años en el Calvario. Un Hombre, en cierta época, en un evento, ¡PAGÓ EL PRECIO QUE NOSOTROS NO PODÍAMOS PAGAR! ¡LO PAGÓ COMPLETAMENTE!

A pesar de que sabemos esto teóricamente, CUANDO REALMENTE LO ENTENDEMOS, podemos gozar de nuestra relación con el Padre, ¡Y CELEBRAR NUESTRA SALVACIÓN! Hay algunos, QUE EN ESTE MOMENTO, puede que digan, ¿Puede un solo evento realmente tener repercusiones DOS MIL AÑOS DESPUÉS para toda la humanidad?

¿Puede UN ACTO hecho por UN HOMBRE, en UN LUGAR realmente cambiar la historia del mundo? En respuesta a eso, PIENSO EN OTRO EVENTO, que cambió la historia del mundo. El 6 de Agosto, 1945, UN HOMBRE, Harry Truman, presidente de los Estados Unidos, ordenó que tiraran LA BOMBA ATÓMICA sobre Hiroshima.

Y la muerte, la devastación y la destrucción que siguieron, ¡FUERON INIGUALABLES EN EL HISTORIA!

La bomba atómica CAMBIÓ EL CURSO COMPLETO de los eventos geo-políticos… CUANDO CADA EDIFICIO DENTRO DE LOS 7 1/2 KILOMETROS DEL EPICENTRO fue aplanado instantáneamente. Noventa-y-tres mil personas murieron inmediatamente, y otras 300,000 murieron eventualmente de efectos secundarios.

Un evento, en un momento, ORDENADO POR UN HOMBRE resultó en una devastación y destrucción incomprensible. PERO ESA NO ES LA BOMBA ATÓMICA, de la cual Pablo nos habla en romanos.

¡NO! Él no escribió acerca de la bomba atómica que cayó en Hiroshima en 1945, sino de la bomba de Adán, QUE CAYÓ EN EL JARDÍN DEL EDÉN CUANDO ADÁN PECÓ AL PRINCIPIO DE LA HISTORIA. Porque cuando Adán pecó, los efectos y temblores secundarios afectaron a toda la humanidad… HASTA EL DÍA DE HOY.

PAUSA

POR ESO, SI ALGUIEN SUGIERE… Que si Dios realmente te amara, Él sanaría tu enfermedad. Que si Dios realmente te amara, Él no hubiera permitido que perdieras tu trabajo. Que si Dios realmente te amara, te hubiera devuelto a tu marido. ¡RECUERDA!… Dios ha dicho que Su amor no tiene nada que ver con estas cosas.

La prueba de Su amor es que cuando aún éramos pecadoras, ¡CRISTO MURIÓ POR NOSOTROS! Le agradecerás a Dios, NO SOLO POR DECIRTE “TE AMO” CON PALABRAS… ¡SINO POR HABÉRTELO DEMOSTRADO?