Mateo 1:18-25 nos cuenta… 18 El nacimiento de Jesucristo fue así: María, la madre de Jesús, estaba comprometida con José, pero antes de unirse como esposos, se encontró que ella había concebido del Espíritu Santo. 19 José, su marido, era un hombre justo, y quiso dejarla secretamente, pues no quería denigrarla.
20 Mientras José reflexionaba al respecto, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, NO TEMAS RECIBIR A MARÍA, tu mujer, porque su hijo ha sido concebido por el Espíritu Santo. 21 María tendrá un hijo, a quien pondrás por nombre JESÚS, porque Él salvará a Su pueblo de sus pecados.»
22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor dijo por medio del profeta: 23 «Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Emanuel, que significa: “Dios está con nosotros.”»
24 Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a su mujer, 25 pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito. Y le puso por nombre JESÚS.
La mayoría de los hechos ACERCA DE LA NATIVIDAD vienen a través de la maestría y la capacidad de dos hombres: LUCAS Y MATEO. Estos escritores querían dejar POR ESCRITO la maravillosa historia de cómo Jesús entró a nuestro mundo.
Imagínense todo lo que se hubiera perdido, EN CUANTO A NUESTRO ENTENDIMIENTO Y APRECIACIÓN, si alguien no hubiera preservado los increíbles eventos de Belén, de los pastores, los reyes magos, del hostal y del establo.
Sin los relatos de la infancia de Jesús, no hubiéramos sabido mucho acerca de José, el discreto padre adoptivo de Jesús, que protegió la infancia del Salvador… DEL MUNDO ALREDEDOR SUYO. Por supuesto, que ese fue un detalle que nuestro Señor no quería que nos perdiéramos.
Así que Él mandó a estos dos hombres… CON HISTORIALES DIFERENTES… Y CON DIFERENTES METAS PARA SUS NARRACIONES. Lucas, el médico, escribe en su evangelio en Lucas 1:3 3 Después de haber investigado todo con sumo cuidado desde su origen, me ha parecido una buena idea escribírtelo por orden.
Lucas escribió dos libros para el mundo griego, “LUCAS Y HECHOS”. Es bien claro, cuando leemos la narración de Navidad en su Evangelio, que estamos escuchando las memorias de María. Por otro lado, MATEO ENFATIZA EL RÉCORD JUDÍO, especialmente, de la forma como Jesús cumplió las antiguas profecías.
Era natural que él buscara el testimonio de José, como patriarca de la familia, porque los judíos eran gente patriarcal. También fue fortuito que Mateo documentara ESTA MEMORIA TAN PRECIOSA, porque José, aparentemente, murió pocos años después. Sin importar cuanto tiempo vivió, lo importante es que JOSÉ DEDICÓ SU VIDA A SERVIR A DIOS… y a la historia de la humanidad.
José es el HOMBRE OLVIDADO… ¡DE LA HISTORIA MÁS GRANDIOSA JAMÁS CONTADA! Así que vale la pena, que nos tomemos un momento, PARA RECORDARLO. José era un carpintero, y como tal, era probablemente un hombre simple, y práctico. Seguro que le gustaba palpar la madera y la piedra, y sentía una gran satisfacción cuando construía algo sólido y útil.
Me imagino, QUE COMO MARÍA, él se había imaginado vivir una vida ordenada… una vida común y corriente. Él se dedicaría a su oficio, mantendría un buen nombre en la comunidad, asistiría a la sinagoga, y formaría una familia. Ciertamente que la vida de José parecía estar yendo en esa dirección.., A LO QUE PREPARABA SU BODA.
En la cultura judía, A DIFERENCIA DE LA NUESTRA, el novio era la figura principal de la boda. José estaría esperando ansioso la celebración, y la simple vida que tendrían… DE LLEVAR A MARIA A SU CASA, Y DE TENER HIJOS.
El carpintero se estaba imaginando una vida bien construida. Y ENTONCES… ¡VINO EL SUEÑO! Sorprendentemente, habría cuatro sueños sobrenaturales en la vida de José. El primer sueño vino en un momento de ira y humillación. Anonadado y sin poder creerlo, José nota el embarazo OBVIO de su novia.
Se suponía que María era virgen, Y SU MATERNIDAD SIN HABERSE CASADO, sería un escándalo público. Todo el mundo asumiría maliciosamente que José era el papá. Sin embargo, Mateo nos dice, que la intención de José, era de romper el compromiso discretamente. Él era un hombre práctico, pero también era un hombre delicado.
Sin embargo, en un sueño un ángel le dice a José, que le fuera fiel a María en Mateo 1:20-21, «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu mujer, porque su hijo ha sido concebido por el Espíritu Santo. 21 María tendrá un hijo, a quien pondrás por nombre JESÚS, porque Él salvará a Su pueblo de sus pecados.»
Y José tendría otros sueños: UNO, que se fuera a Egipto con su pequeña familia. OTRO, que volviera a Nazaret a establecer un hogar ahí, donde el Niño estaría seguro. El hombre que amaba la madera y la piedra, se convertiría en un hombre de sueño y destino.
El hombre, que había anhelado tener su propia familia, encontró su llamado ¡COMO PADRE ADOPTIVO! Pero hubo una compensación a todo esto. El Niño, que llegó a la madurez bajo el cuidado de José, y que honró su oficio de carpintero, hizo que valiera la pena todo ese sacrificio.
Hoy en día, CONOCEMOS EL NOMBRE DE JOSÉ, por su fidelidad y obediencia en seguir cada instrucción que Dios le dio. EN JOSÉ Y MARÍA, Dios escogió al único hombre y a la única mujer en el mundo, A QUIENES PODÍA ENCOMENDAR, a Su único y precioso Hijo.
José era un hombre callado. Éra un hombre de fe, de confianza, y práctico, que sirvió como modelo, no solo para el amado Niño,sino para todos nosotros, que estaremos de pie, silenciosamente, ante la presencia del Niño.
¿Por qué José? Para cumplir Su plan, Dios necesitaba un carpintero. El necesitaba a un hombre que fuera fuerte, estable y práctico. Y a la vez, que fuera sensitivo a la voz de Dios. Él necesitaba a alguien QUE ESTUVIERA DE PIE AL LADO DE LA JOVEN VIRGEN, porque podría ser el objeto del ridículo. ¡Quien se hubiera imaginado que MARÍA LLEVABA LA ESPERANZA DEL MUNDO EN SU VIENTRE!
José era fuerte, pero compasivo. Él podía dirigir la fatigosa expedición a Belén, al establo, y también de amar y alentar a la madre de Cristo. José, como el hombre de la casa, fue el maestro que le dio a Jesús Sus primeras lecciones acerca de la Ley de Dios.
Y en Jerusalén, cuando el Niño tenía doce años, QUEDÓ BIEN CLARO,que Su primera lealtad, ERA A SU OTRO PADRE. José fue el hombre, que humildemente y silenciosamente, DIO UN PASO HACIA ATRÁS… PARA CEDERLE EL PASO A DIOS.
Dios todavía está buscando a los Jose’s de hoy en día. A hombres y mujeres que tienen la certeza, ¡de que Dios no ha terminado con este mundo! Gente común para servir a un Dios… ¡QUE ES FUERA DE LO COMÚN!