¡Hola, Hola! ¿Cómo están? Mi nombre es Carmen Camino – Llevando Su luz a tu camino.

Proverbios 3:5-6 dice, “Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.”

Confiar es la palabra clave aquí. Nuestro Dios es absolutamente confiable. Su carácter hace que le sea imposible mentir. Su sabiduría es tan grande, que Él jamás puede cometer un error. ¡PODEMOS CONFIAR EN NUESTRO DIOS!

¡Consulta con Dios para todo! ¡Siempre! ¡Inmediatamente! ¡Rápidamente! Mantén las líneas de comunicación abiertas con Dios. ¿Señor, es esta oportunidad de ti? ¿Estás Tú en esto? ¿Debo de tomar este camino, Dios mío?

En cada decisión… en cada encrucijada. Reconócelo… obedécelo… pregúntale… ¿Debo de voltear a la derecha o a la izquierda, Señor? Una relación con Dios es exactamente eso. ¡UNA RELACIÓN! Su invitación es muy clara y simple: “Ven y habla conmigo, O mi pueblo… ¿Y cuál es nuestra respuesta? El Salmo 28:7 dice, 7 Yo, Señor, tu rostro busco.

Nosotras permanecemos CON ÉL, y Él permanece con nosotras. Él nos da sabiduría conforme la necesitamos.

Este pasaje ha sido memorizado, por miles de creyentes, y les ha dado gran consuelo... A veces, usamos la palabra confiar “casi sin pensar”, y todo el mundo parece tener una noción diferente de lo que confiar significa. Una mujer confía en su banquero… cuando ella deposita su dinero en el banco.

Un hombre confía que su mecánico le arreglará la transmisión de su carro. Un papá o mamá confía que el doctor determinará, y tratará correctamente la enfermedad de su hijo o hija. Todos estos ejemplos tienen una cosa en común: se le encomienda la responsabilidad de alguien o de algo A OTRA PERSONA.

Y cuando la Biblia nos alienta a confiar en Dios, nos está invitando a poner todas las cuestiones de nuestra vida – nuestras finanzas, desilusiones, relaciones, diversiones, decisiones de nuestra carrera, y condiciones de salud – AL CUIDADO DE DIOS.

Jesús, EL HIJO DE DIOS, nos modeló como poner literalmente todo en las manos de Dios Padre. Una y otra vez, Jesús le recordaba a la gente, que el Padre estaba en control de Su vida. Jesús dijo en Juan 4:34, 34 Mi comida es hacer la voluntad del que me envió, y llevar a cabo Su obra.

La voluntad de Dios Padre dominó el pensamiento de Jesús, AUN HASTA EL FINAL. En Su oración agonizante en el huerto de Getsemaní – POCO ANTES QUE LO ARRESTARAN --Jesús le abrió Su corazón al Padre, y dijo estas desgarradoras palabras en Lucas 22:42-44, Padre, si quieres, haz que pase de Mí esta copa; pero que no se haga Mi voluntad, sino la Tuya.

Dios fue la inspiración de todo lo que Jesús enseñó, y de cada milagro que hizo. LA RELACIÓN DE JESÚS CON DIOS era el punto central de Su vida… EL CORAZÓN DE SU VIDA… y el factor que determinaba todas Sus acciones.

Aun al final de Su vida terrenal, mientras moría en la cruz, Jesús clamó en Lucas 23:46, Padre, en Tus manos encomiendo Mi espíritu. Jesús confiaba en Su Padre -- con Su muerte -- y con todos los eventos que vendrían después.

Él sabía, Y ACEPTABA, que los planes de Su Padre, desde toda la eternidad, habían sido que Él muriera por nuestros pecados.

Nuestra tendencia, DESDE EL JARDÍN DEL EDÉN, ha sido de confiar solamente en nuestro propio entendimiento, para poder estar en control de todo… de hacer las cosas a nuestra manera. Pero nuestra manera… ¡SOLO NOS CREA PROBLEMAS! En vez de eso, necesitamos conocer a Dios, para poder conocer lo que Él quiere para nosotras.

¡ESO ES… LO QUE CONFIAR EN DIOS SIGNIFICA!

5 Y no te apoyes en tu propia prudencia. Apoyarse significa poner “todo nuestro peso” SOBRE ALGO -- descansar sobre alguien -- confiando en esa persona o cosa. Cuando necesitamos tomar una decisión importante, a veces sentimos, que no podemos confiar en nadie – NI SIQUIERA EN DIOS. Pero Dios sabe lo que es mejor para ti.

Además, la cristiana se debe de tomar EL TRABAJO de mejorar su mente. Es nuestra clara obligación DE NO DESCUIDAR NUESTRO ENTENDIMIENTO O PRUDENCIA, sino que debemos de cultivarla diligentemente. En un mundo, donde el conocimiento abunda, LA IGNORANCIA es el fruto de la pereza y la flojera.

6 Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.” Esto abarca tanto las cosas chiquitas… como las cosas grandes. En todas tus preocupaciones, temporales o eternas, ¡QUE SEA DIOS SUPREMO! ¿No hemos encontrado todas nosotras – UNA PAZ INIMAGINABLE -- al llevarle a Dios cosas que parecían chiquitas o personales?

Si vamos al Señor cada mañana con verdadera humildad, reconociendo que no sabemos cómo ordenar nuestro día, recibimos iluminación. No estamos buscando NUEVAS REVELACIONES, ni señales visibles. Estudia la Palabra en oración, y nota como el Espirito de Dios te ilumina.

Asegúrate de que tu voluntad ESTÉ LISTA PARA MOVERSE EN DIRECCIÓN A LO QUE DIOS TE ESTÁ INDICANDO . Conocer y obedecer la voluntad de Dios no debe de ser “ UN ESFUERZO A MEDIAS DE NUESTRA PARTE”, o un entretenimiento CUANDO NOS PROVOQUE. Es un estilo de vida que involucra todo lo que hacemos.

Ignorar la Palabra de Dios es privarnos de la dirección que necesitamos para tomar las decisiones de la vida. No debemos de pensar, que para determinar la voluntad de Dios, la creyente debe de actuar pasivamente, Y SOLO DIOS, debe de actuar activamente. ¡NO!

Si solo andas encomendándote al Señor, leyendo tu Biblia, orando, y consultando con tus amigas, pero nunca haciendo nada al respecto… ¡NUNCA HARÁS MUCHO POR EL SEÑOR! Dios espera que uses tu cerebro, Y QUE HAGAS PLANES, pero también espera QUE LE SOMETAS ESOS PLANES A ÉL, para que Él tome la decisión final.

Si estás entregada al Señor, y tus planes no son exactamente “Sus planes”, ÉL TE MOSTRARÁ EL CAMINO CORRECTO, y te alejará del camino equivocado. A veces Dios nos guía a través de una promesa o de una advertencia en la Biblia. O a través de una canción o de alguna escritura. O a través de nuestras circunstancias.

Así que no tengas miedo de preguntarle: ¿Qué te parece, Señor?