Pedro dice en Colosenses 1:27-29, 27 A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los no judíos, y que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.
NADA, NADA REALMENTE IMPORTA… SI TU RELACIÓN CON DIOS NO ES COMO ÉL TIENE PLANEADO QUE SEA. Piensa acerca de esta verdad por un momento. Y luego, pregúntate, ¿Es mi relación con Dios todo lo que Él quiere que sea?
La clave para vivir tu relación con Dios, según Su voluntad, es de entender el misterio de “Cristo en ti”. La santificación no es algo que Cristo nos da. ¡ES ÉL VIVIENDO EN NOSOTRAS! Nosotros no lo imitamos. ÉL NOS HABITA.
Desde el principio del tiempo, fue el plan de nuestro Padre celestial poner a Su Hijo eterno en cada creyente. Si tú eres cristiana, toda la plenitud de Dios vive en ti. ¡La vida de Cristo se vuelve tu vida!
Cuando Cristo vive en ti, EL TRAE TODO EL RECURSO DIVINO CONSIGO MISMO. Cada vez que te enfrentas a una necesidad,tú la cubres con la presencia del Señor crucificado, resucitado, Y TRIUNFADOR DEL UNIVERSO, ¡que habita en ti!
Cuando Dios te invita a que te involucres en Su obra, Él ya ha puesto a Su Hijo en ti, para que puedas llevar a cabo SU VOLUNTAD a través de tu vida. Esto tiene implicaciones significativas en tu vida cristiana.
El discipulado es mucho más que adquirir conocimientos, y memorizar versículos de la Biblia. Es aprender a darle a Jesucristo ACCESO TOTAL A TU VIDA, para que Él viva Su vida… A TRAVÉS TUYO.
¿Cuándo otros observan cómo te enfrentas a una crisis, ven ellos al Señor resucitado respondiendo? ¿Ve tu familia la diferencia que Cristo hace cuando te enfrentas a una necesidad? ¿Qué diferencia hace la presencia de Jesucristo en tu vida?
Dios quiere revelarse a Sí Mismo, A AQUELLOS ALREDEDOR TUYO… ¡OBRANDO CON PODER A TRAVÉS TUYO! Él quiere que tu familia VEA A CRISTO EN TI cada día. Dios quiere expresar Su amor a través de tu vida. Hay una gran diferencia entre “vivir la vida cristiana” y permitir que Cristo viva Su vida a través tuyo.
Pídele a Espíritu Santo que abra tu corazónpara que puedas entender mejor este misterio de Dios -- este misterio de “Cristo en ti.” ¡ESTA VERDAD TE TRANSFORMARÁ! Y a lo que haces eso, estate preparada para que la esperanza de gloria impregne tu vida e impacte las vidas de otros.
No podemos entender completamente como un Dios santo puede habitar nuestro cuerpo… ¡DE POLVO! Pero no tenemos que comprenderlo. Solo tenemos que rendirnos a él.
28 Nosotros anunciamos a Cristo, y amonestamos y enseñamos a todo el mundo en toda sabiduría, a fin de presentar perfecta en Cristo Jesús a toda la humanidad. 29 Con este fin, trabajo y lucho con todas mis fuerzas, y con el poder que actúa en mí.
El evangelio, NO ES LO QUE PREDICAMOS, sino a QUIEN predicamos. Ningún hombre o mujer ha predicado jamás el evangelio… QUE NO HAYA PREDICADO A CRISTO. ¡Jesucristo es el evangelio!
El discipulado es pasarle PERSONALMENTE la maravilla de tu relación con Cristo… a la persona que está caminando contigo. No se trata tanto de impartir disciplinas espirituales; más bien, es familiarizarla con una Persona, con Jesucristo, al que amas.
Pablo dijo, que él le enseñaría, y exhortaría, de todo corazón, a cada persona, que Dios pusiera en su vida para que tuvieran una experiencia completa de la persona de Cristo. Él no estaría satisfecho con gente volviéndose como Cristo a medias. El no descansaría hasta, que aquellos alrededor suyo, fueran perfectos y completos, en Cristo.
Es decir, que el fruto del Espíritu fuera completamente expresado a través de cada vida, y que el carácter de Cristo fuera reflejado en cada persona. A veces podemos confundir la actividad cristiana… con nuestra semejanza a Cristo..
La actividad cristiana, Y PARECERNOS A CRISTO no son la misma cosa. No debemos asumir que porque nuestra amiga asiste a la iglesia y lee su Biblia, que ella está creciendo y madurando… COMO CRISTIANA.
Las actividades cristianas son una expresión importante de tu relación con Cristo. Ellas te pueden llevar a una relación. Pero el peligro está en asumir que nuestra actividad religiosa, ¡ES LA RELACIÓN! Si solo alientas, a aquellos alrededor tuyo, a asistir a actividades cristianas, entonces “no las has discipulado” de la forma como Pablo lo hizo.
Tú no les haces ningún favor a otras cristianas enseñándoles que la actividad cristiana es lo mismo que la madurez cristiana. No descanses hasta que todos alrededor tuyo se vuelvan “perfectos” en Cristo. Si Dios ha puesto a nuevos cristianos bajo tu cuidado, tienes la obligación “de quedarte con ellos” hasta que hayan alcanzado la madurez cristiana.
29 Con este fin, trabajo y lucho con todas mis fuerzas y con el poder que actúa en mí.
¿Para qué meta del reino estás trabajando? Cualquier meta para el reino de Dios – como cualquier ambición que tengas para tu vida – requiere esfuerzo.
Sin embargo, nota que la energía, que impulsaba el trabajo de Pablo para el reino – era el poder que actuaba en él.
La palabra griega detrás de “trabajo” también significa “energía” o “poder”. Pablo usa esta palabra para identificar la fuente de su fuerza para el ministerio: El poder de Dios, que levantó a Jesús de los muertos, le fue dado a Pablo para el ministerio.
El apóstol trabajaba y luchaba en el poder de su Señor, logrando cosas que él nunca hubiera podido hacer por su propia fuerza. Ese mismo poder está disponible HOY DÍA para todos aquellos que están en Cristo. ¡Está accesible para ti!
¿Estás trabajando en el poder del Señor? Cuando lo haces, PODRÁS LOGRAR ÉXITOS PARA EL REINO, que nunca hubieras soñado posibles.