1 Pedro 3:16-18 dice, 16Tengan una buena conciencia, para que sean avergonzados aquellos que murmuran, y dicen que ustedes son malhechores, y los calumnian por su buena conducta en Cristo.
17 Es mejor que ustedes sufran por hacer el bien, si Dios así lo quiere, que por hacer el mal. 18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el Justo por los injustos, para llevarnos a Dios.
La palabra “conciencia” en español viene de dos raíces del latín: el prefijo con, y la palabra ciencia, que significa saber. La conciencia ES ESE JUEZ INTERNO, que nos da testimonio… que nos permite estar conscientes del bien y del mal… ya sea aprobando nuestras acciones, o acusándolas.
Ya que la conciencia moldea a las personas a su estándar más alto, las creyentes necesitamos mantener ese alto estándar, sometiéndonos a la Palabra de Dios.
A lo que llenamos nuestras mentes, todo el tiempo, con las verdades de las escrituras, la ley perfecta de Dios se aclara en nosotras. Entonces nuestra conciencia nos motiva a vivir de acuerdo con esa ley.
La conciencia funciona como un tragaluz, no como una lámpara. La conciencia no produce su propia luz, sino simplemente deja que la luz moral entre. Y la Biblia nos enseña acerca de la importancia de mantener una buena conciencia.
1 Timoteo 1:5 dice, El propósito de este mandamiento es el amor que nace de un corazón limpio, de una buena conciencia, y de una fe sincera.
A la conciencia se le puede comparar con una ventana que permite que entre la luz de la verdad de Dios. Si insistimos en desobedecer, la ventana se ensuciará más y más, hasta que la luz ya no puede entrar. Esto lleva a una “conciencia sucia”.
Una “conciencia sucia” es aquella contra la cual se ha pecado tanto que ya no es sensible a lo que es bueno, o a lo que es malo. Incluso es posible que la conciencia esté tan sucia y tan endurecida, que apruebe cosas que son malas, Y QUE ACUSE, cuando la persona hace el bien.
Conforme la creyente estudia la Palabra de Dios, y entiende mejor la voluntad de Dios, su conciencia se vuelve más sensible al bien y al mal. ¿Cómo puede ayudar UNA BUENA CONCIENCIA A LA CREYENTE en tiempos de pruebas y oposición?
Para empezar, LA FORTIFICA CON VALOR porque sabe que está bien con Dios y con la gente. Así que no tiene nada que temer.
PAUSA
Inscrito en el monumento de Martín Lutero en la Ciudad de Worms, Alemania, están sus valientes palabras dichas ante el concilio eclesiástico del 18 de abril de 1521: “Aquí estoy, dijo Lutero. No puedo hacer otra cosa. Que Dios me ayude. Amén”. Su conciencia, unida a la Palabra de Dios, le dio el valor para desafiar ¡a toda la iglesia!
Una buena conciencia también nos da paz en el corazón. Y cuando tenemos paz POR DENTRO, podemos enfrentarnos a las batallas POR FUERA. La intranquilidad de una conciencia inquieta divide el corazón y debilita a la persona. ¿Cómo vamos a poder testificar por Cristo con valentía… si nuestra conciencia testifica en contra nuestra?
El Salmo 118:6 dice, El Señor está conmigo; no tengo miedo de lo que simples mortales me puedan hacer. La conciencia nos protege sólo cuando la Palabra de Dios es nuestra GUÍA.
Cuando JOSÉ servía, como mayordomo en la casa de Potifar, Y SE NEGÓ A PECAR, fue acusado falsamente y metido preso. También los funcionarios del gobierno de Babilonia, se confabularon a meter a Daniel en problemas… ya que su vida y obra eran un testimonio en contra de ellos.
Nuestro Señor Jesucristo, por Su vida ejemplar en la tierra, reveló los corazones y las obras pecaminosas de la gente, ¡Y POR ESO LO CRUCIFICARON! Segundo Timoteo 3:12 dice, “También todos los que quieren vivir piadosamente EN CRISTO JESÚS padecerán persecución”.
A fin de mantener una BUENA CONCIENCIA debemos lidiar con el pecado en nuestra vida, Y CONFESARLO INMEDIATAMENTE. Debemos “mantener la ventana siempre limpia.” Y también debemos dedicarle tiempo a la Palabra de Dios y “permitir que la luz entre”.
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el Justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Una buena consciencia no depende de lo que hacemos, O NO HACEMOS, sino de lo que Jesús hizo.
Yo puedo tener una buena conciencia, si es que entiendo, que la multa de mis pecados, defectos, y faltas,que son parte de mi historia, FUE PAGADA COMPLETAMENTE POR CRISTO.
¡NADIE SUPO ESTO MEJOR QUE PEDRO! Lucas 22:60-62 nos recuerda, Y en ese momento, mientras Pedro aún hablaba, el gallo cantó.61 En ese mismo instante el Señor se volvió a ver a Pedro, y entonces Pedro se acordó de las palabras del Señor, cuando le dijo: «Antes de que el gallo cante, me negarás tres veces. 62 Enseguida, Pedro salió de allí y lloró amargamente.
Pedro se arrepintió… y Dios lo usó poderosamente. Pedro fue restaurado PORQUE ENTENDIÓ que Jesucristo murió por sus pecados -- sus pecados de traición, rebelión, y blasfemia. Y la misma noche, en que Pedro negaba a Jesús abiertamente, otro discípulo lo traicionaba secretamente.
Mateo 27:3,5 dice, 3Cuando Judas, el que lo había traicionado, vio que Jesús había sido condenado, se arrepintió y devolvió las treinta monedas de plata… 5 Entonces Judas arrojó en el templo las monedas de plata, y después de eso, salió y se ahorcó.
Esa misma noche, ambos hombres le fallaron a Jesús. Uno se fue al infierno. El otro, siguió a hacer grandes cosas. ¿Cuál fue la diferencia? Cada cual escogió un árbol. JUDAS escogió un árbol de donde colgarse a sí mismo. Pedro escogió un árbol donde podía ver a su Salvador… ¡Y SE AFERRÓ A ÉL! Pedro fue perdonado inmediatamente.
¿Estás obrando en estos momentos con una conciencia clara y limpia, o con una conciencia sucia?