1 Pedro 3:7 dice, Ustedes, los esposos, sean comprensivos con ellas en su vida matrimonial. Hónrenlas, pues como mujeres son más delicadas, y además, son coherederas con ustedes del don de la vida. Así las oraciones de ustedes no encontrarán ningún estorbo.
En este pasaje, Pedro les recuerda A LOS ESPOSOS CRISTIANOS, cuatro de los aspectos de responsabilidad en su relación con sus esposas. Son Responsabilidades Físicas, Intelectuales, Emocionales, y Espirituales.
Así que… comencemos con…
1. La Responsabilidad Física: Pedro dice, “En su vida matrimonial.”. Esto implica mucho más que vivir en la misma casa y tener la misma dirección. El matrimonio es fundamentalmente una relación física. Efesios 5:31 dice, “Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán un solo ser.”
Por supuesto, las parejas creyentes disfrutan de una relación espiritual, mucho más profunda, ¡pero las dos cosas van juntas! El esposo verdaderamente espiritual cumplirá con sus deberes matrimoniales, ¡Y AMARÁ A SU ESPOSA!
El esposo debe de dedicarle tiempo a su esposa. Un estudio reciente revela,que por lo general, el esposo y la esposa tienen apenas treinta y siete minutos a la semana de comunicación real entre sí.
Este versículo también sugiere que el esposo debe de proveer por las necesidades físicas y materiales del hogar. Aunque la esposa tenga un empleo o carrera, su primera responsabilidad es de cuidar de su casa. ¡Y es el esposo el que debe de proveer!
2.La Responsabilidad Intelectual: Pedro dice, “Ser compresivos con ellas”. ¡Es increíble cómo un hombre y una mujer puedan estar casados, y vivir juntos, sin realmente conocerse el uno al otro! La ignorancia es peligrosa en cualquier aspecto de la vida, pero es especialmente peligrosa, en el matrimonio.
El esposo creyente necesita conocer los cambios de humor de su esposa, sus sentimientos, sus necesidades, sus temores y sus esperanzas. Necesita “escuchar con el corazón” y tener con ella una comunicación abierta y elocuente.
Debe de haber en el hogar una atmósfera tan protectora de amor y sumisión, que los esposos pueden hablar y discutir, y aun así, ser felices en su matrimonio. Hablar es la solución a los problemas de comunicación.
Bien se ha dicho, que el amor SIN LA VERDAD, es hipocresía. Y la verdad SIN AMOR es crueldad. Necesitamos tanto la verdad como el amor para poder crecer en comprensión el uno por el otro.
¿Cómo puede el esposo mostrar consideración a su esposa… si no entiende las necesidades o los problemas de ella? Decir: “¡Nunca supe que te sentías de esa manera!” es confesar que, en algún momento, uno de ellos le cortó la comunicación al otro.
Cuando una esposa tiene miedo de abrirse a su esposo, y de ser franca en cuanto a un asunto, está construyendo paredes, Y NO PUENTES.
3.La Responsabilidad Emocional: Pedro dice, “Hónrenlas ”. La CABALLEROSIDAD puede estar muerta, pero todo esposo debe ser un príncipe azul que trata a su esposa, como una princesa. (Dicho sea de paso, el nombre Sara quiere decir princesa.)
Pedro no sugiere que la esposa es “más delicada” mentalmente, moral o espiritualmente, sino más bien físicamente.
Hay excepciones, por supuesto, pero hablando en general, el hombre es el más fuerte de los dos, en cuanto a logros físicos. El esposo debe tratar a su esposa como un vaso valioso, hermoso, frágil, en el que hay un precioso tesoro.
PAUSA
Cuando un chico y una chica comienzan a salir juntos, el chico es cortés y considerado. Después de que se comprometen, él demuestra incluso más cortesía, actuando siempre como todo un caballero.
Pero es triste decirlo, que al poco tiempo de casarse, muchos esposos se olvidan de ser bondadosos y caballerosos, y dejan de valorar a su esposa. Se olvidan de que la felicidad en un hogar se forma de muchos detallitos, incluyendo las pequeñas cortesías de la vida.
Muchas veces, LOS GRANDES RESENTIMIENTOS EMPIEZAN, como ofensas pequeñas. El esposo y la esposa necesitan ser francos uno con el otro, admitiendo ofensas, y pidiendo perdón para que la herida sane. Además, el esposo puede no estar de acuerdo con su esposa, y aun y todo, respetarla y darle honor.
4.La Responsabilidad Espiritual: Pedro dice, “Así las oraciones de ustedes no encontrarán ningún estorbo”. Pedro daba por hecho, que los esposos orarían juntos. Muchas veces, ese no es el caso. Y esa es la razón de tanto fracaso… y tanta desgracia.
Si las personas no cristianas pueden tener hogares felices SIN LA ORACIÓN (y muchas veces, los tienen), ¡cuánto más felices serían los hogares de los creyentes con la oración! ES MÁS… es la vida de oración de una pareja la que indica cómo marchan las cosas en el hogar. Si algo anda mal, sus oraciones no serán contestadas.
El esposo y la esposa necesitan tener sus propios tiempos de oración privado e individual… CADA DÍA. Pero también necesitan orar juntos, y tener un tiempo de devoción familiar.
Si Jesucristo está en medio de dos personas -- reunidas en Su nombre -- imagínate cuan poderosas pueden ser las oraciones… ¡ cuando el esposo y la esposa están unidos! ¡Ese es un maravilloso retrato de la unión de Cristo y Su iglesia!
Basado en lo que Pedro nos acaba de enseñar en este pasaje, ¿cuáles son las preguntas que los esposos y las esposas se deben de hacer? 1. ¿Nos estamos ayudando el uno al otro a ser más espirituales? 2. ¿Estamos dependiendo de cosas externas? ¿O DE COSAS ETERNAS? ¿De lo artificial o de lo real?
3. ¿Nos estamos entendiendo mejor el uno al otro? 4. ¿Somos sensibles, el uno al otro, en cuanto a sentimientos… a ideas, o hemos dejado de valorarnos el uno al otro? 5. ¿Está Dios respondiendo a nuestras oraciones?¡Las respuestas sinceras, A ESTAS PREGUNTAS, pueden hacer una gran diferencia en tu matrimonio!