Colosenses 3:11 dice, “Ya no importa el ser griego o judío, estar circuncidado o no estarlo, ser extranjero o inculto, siervo o libre, sino que CRISTO ES TODO, y está en todos.”

CRISTO ES TODO… Estas tres palabras son la esencia…son la substancia del cristianismo. CRISTO ES TODO… Cristo es el fundamento de la doctrina y práctica del cristianismo. Un conocimiento correcto de Cristo ES ESENCIAL para tener un conocimiento correcto de la santificación y la justificación.

Hubo una época… en que la tierra no existía. Aunque las montañas se vean sólidas, el mar aparezca enorme, y las estrellas del cielo estén bien altas, hubo un tiempo en que no existían. Y el hombre, con todos los pensamientos de grandeza, que tiene de sí mismo, era una criatura desconocida.

¿Y dónde estaba Cristo ahí? Aun en ese momento, Juan 1:1 dice que Cristo estaba “con Dios”, y “era Dios”, y “era igual que Dios”. Aun en ese momento, Cristo era el Hijo Amado del Padre. En Juan 17:5, Jesús le oró al Padre, “Glorifícame tú al lado Tuyo, con aquella gloria que tuve Contigo antes de que el mundo existiera”.

¡Y llegó el momento en que la tierra fue creada en su ORDEN ACTUAL! El sol, la luna y las estrellas, el mar, la tierra y todos sus habitantes fueron creados del caos y la confusión que existía. Y, por último, el hombre fue formado del polvo de la tierra.

¿Y dónde estaba Cristo ahí? Escucha lo que la Escritura dice en Juan 1:3, “Por Él fueron hechos todas las cosas, Sin Él nada fue hecho de lo que ha sido hecho.” ¡Cristo creó todo! ¡Absolutamente todo!

Entonces… que no nos sorprenda, que nuestro Señor Jesucristo, en Su predicación, SACARA A RELUCIR CONTINUAMENTE lecciones de la naturaleza. Cuando Él hablaba de las ovejas, los pescados, los cuervos, el maíz, los lirios, el árbol de higo, y la vid, Él estaba hablando de las cosas, que Él mismo, había creado.

Pero llegó el día… en que el pecado entró al mundo. Adán y Eva comieron del fruto prohibido, ¡Y CAYERON! Ellos perdieron esa naturaleza santa… esa naturaleza pura con que fueron creados al principio. Ellos perdieron la amistad y el favor de Dios, y se volvieron en pecadores culpables, corruptos, indefensos, y sin esperanzas.

EL PECADO VINO COMO UNA BARRERA -- ENTRE ELLOS Y SU PADRE SANTO EN EL CIELO. Si Dios hubiera lidiado con ellos DE ACUERDO A SU PECADO, no habría habido nada delante de ellos, excepto la muerte, el infierno, y la ruina eterna.

¿Y dónde estaba Cristo ahí? Ese mismo día, Cristo les fue revelado a nuestros temblorosos padres, como la única esperanza de salvación.

El mismo día en que cayeron, se les dijo, que la simiente de la mujer heriría la cabeza de la serpiente. Que un Salvador, nacido de una mujer, VENCERÍA AL DEMONIO, y ganaría… para los hombres y mujeres pecadores, LA ENTRADA A LA VIDA ETERNA.

En el mismo día de la Caída, CRISTO FUE EXALTADO, como la verdadera luz del mundo. No se ha dado a la humanidad NINGÚN OTRO NOMBRE bajo el cielo mediante el cual podamos alcanzar la salvación, ¡EXCEPTO EL NOMBRE DE CRISTO! ¡CRISTO ES TODO!

Hubo una época, en que el mundo parecía “estar hundido y enterrado” en su propia ignorancia de Dios. Después de cuatro mil años, las naciones de la tierra, parecían haberse olvidado completamente del Dios, que los había creado.

Los imperios egipcios, asirios, persas, griegos, y romanos no habían hecho “OTRA COSA”, que esparcir la superstición y la idolatría.

Los poetas, los historiadores, y los filósofos habían probado, que con sus poderes intelectuales, no tenían un conocimiento correcto de Dios. Y que el hombre, dejado por sí mismo, era absolutamente corrupto.

¿Y entonces que hizo Cristo aquí? Cristo dejó la gloria, que había tenido desde toda la eternidad con el Padre, y vino a esta tierra a ofrecernos salvación. Él tomó nuestra naturaleza en SÍ MISMO, y nació como hombre. Y COMO HOMBRE, Él hizo la voluntad de Dios perfectamente… esa voluntad que todas nosotras, habíamos dejado de hacer.

Como hombre, Cristo sufrió en la cruz la ira de Dios, que nosotras debiéramos haber sufrido. ¡Él trajo la justicia eterna a nosotros! Él nos redimió de la maldición de la Ley rota. Él abrió la fuente para limpiar todo pecado y suciedad.

Él murió por nuestros pecados. El resucitó por nuestra justificación. El ascendió a la mano derecha de Dios, Y AHÍ SE SENTÓ, esperando a que Sus enemigos fueran puestos por estrado de Sus pies. ¡Y AHÍ SE SIENTA AHORA!, ofreciendo salvación a todos aquellos que vengan a Él… e intercediendo por aquellos que confían en Él.

Llegará el momento… en que el pecado será arrojado de este mundo. La maldad no siempre florecerá, sin ser castigada. Satanás no siempre reinará. La creación no siempre gemirá con angustia. Llegará el momento de la renovación de todas las cosas. Habrá un nuevo cielo y una nueva tierra, donde vivirán los justos. Y la tierra estará saturada del conocimiento del Señor.

¿Y dónde estará Cristo? ¿Y qué estará haciendo? Cristo mismo será el Rey. El regresará a esta tierra, y hará todas las cosas nuevas. Él vendrá sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria. Los reinos del mundo serán Su herencia, y los confines de la tierra… Su posesión.

Ante Él se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará… que Jesucristo es el Señor. Su dominio será un dominio eterno, y nunca tendrá fin… y Su reino jamás será destruido. Se viene el día, en que hombres y mujeres, serán juzgados conforme a sus obras.

¿Y dónde estará Cristo? Cristo Mismo será el Juez. Juan 5:22 dice que “El Padre no juzga a nadie, sino que todo el juicio se lo ha dado al Hijo”. Cuando Cristo venga en Su gloria, y todos los santos ángeles con Él, se sentará en Su trono de gloria. Y todas las naciones serán reunidas ante Él.

Entonces Jesús apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas -- de los cabritos. Es necesario que todas nosotras comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba, según lo bueno o lo malo que haya hecho, mientras estaba en el cuerpo.

¿Tienes miedo a la ira de Dios? Cristo te puede liberar de la ira que se viene. ¿Te sientes sucia? La sangre de Cristo te puede limpiar de todo pecado. ¿Te sientes imperfecta? ¡Serás completa en Cristo! ¿Te sientes que no eres nada? ¡CRISTO SERÁ TODO PARA TU ALMA! ¿Quieres ser salva? ¡VEN A CRISTO, Y ÉL TE SALVARÁ! ¡CRISTO ES TODO!