AMOR POR OTROS – 1 Juan 4: 7-8

1 Juan 4:7-8 dice, Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

¿Sabías que cada vez que demuestras amor, le das gloria a Dios? Como Dios es amor, Su gloria revela lo que Dios ES realmente. Dios te dice, “Yo soy amoroso. Yo soy compasivo. Quiero que seas como Yo. Quiero que desarrolles Mi carácter.”

¡Tú nunca vas a ser Dios! Pero Dios quiere que te vuelvas MÁS COMO ÉL. ¡Qué te conviertas en una mujer piadosa! Él quiere que desarrolles Su carácter. Pues, como dice el refrán, ¡de tal palo, tal astilla! ¡Así qué! ¡De tal Padre, tal hija! Él quiere que aprendas a amar a la gente, de la manera, como Dios ama a la gente. ¡Dios es amor!

PAUSA

El amor es la fuerza fundamental en las buenas relaciones. La Escritura nos dice, claramente, que necesitamos ser gente que ama. Necesitamos amar a Dios con todo nuestro corazón, amar a nuestro prójimo, como a nosotras mismas, y amar a nuestros enemigos. Pero, realmente, es difícil amar, cuando no nos sentimos amadas.

Niños descuidados... Esposas ignoradas por sus maridos… Padres marginados por sus hijos. Todos ellos saben la angustia de una vida sin amor.

Así que, para cada persona que anhela ser amada, bienvenida a la alegría de saber que tú eres amada apasionadamente por Jesús. Piensa en el impacto profundo de Su amor, que fue derramado por ti en la cruz. Piensa en el hecho, QUE SI TÚ CONFIASTE EN JESUCRISTO, Su amor cubre tus faltas y pecados. Y AHORA estás vestida con Su justicia.

Romanos 3:22-24, dice, “La justicia de Dios, por medio de la fe en Jesucristo, es para todos lo que creen en Él. Pues no hay diferencia alguna. 23 por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios; 24 Pero son justificados gratuitamente por Su gracia, mediante la redención que proveyó Cristo Jesús.”

Una vez que aceptes cuan maravillosamente te ama Dios, te será más fácil ser la persona amorosa, que Dios te ha llamado a ser – aun con aquellos que no te demuestran amor. Aceptar el amor de Dios por nosotros, ES LA CLAVE para amar a otros.

PAUSA

Otra de las formas como puedes amar a otros, ¡ES ACEPTÁNDOLOS! Por el solo hecho de que no te guste lo que la gente hace, no quiere decir que no puedes aceptarla. ¿Sabes la diferencia que hay entre aceptar y aprobar? Tú puedes aceptar a alguien sin tener que aprobar todo lo que esa persona hace. ¡Esa es la gran diferencia!

Nosotros debemos aceptar a todos, pero no tenemos que aprobar todo lo que ellos hagan. Así que no importa lo que la persona haga, o con quién lo haga, o por cuanto tiempo lo haga, tú debes de quererla. ¡Debes de aceptarla! Eso no quiere decir que apruebas lo que hace. Dios te ama, pero eso no quiere decir que Él aprueba todo lo que tú haces.

El amor no es decir, “Yo apruebo todo lo que haces”. ¡NO! El amor dice,“Yo te acepto… a pesar de lo que haces”. Romanos 15:7 dice, “Por tanto, recíbanse unos a otros, como también Cristo nos recibió, para la gloria de Dios”.

¿A quién necesitas aceptar en tu vida, aun si no apruebas lo que esa persona crea, o haga? ¡El amor de Dios es incondicional y justo!

Jesús no dijo que el mundo lo conocería a Él por nuestros milagros, ni por nuestros grandes testimonios, ni por nuestro amplio conocimiento de la Biblia. ¡NO! El mundo conocerá a Jesús por el amor que los cristianos se demuestran unos a otros.

¿Estás teniendo conflictos con otros todo el tiempo? Pídele a Dios que te dé bondad, un corazón tierno, y un espíritu perdonador, y especialmente, que te de mucho amor hacia otros. A lo que permites que el Espíritu ponga esas cualidades en ti, tu vida será una bendición para todos a tu alrededor.

PAUSA

Hoy en día se habla mucho del amor… en libros, revistas, en la televisión y en el cine. Con todo lo que se dice, pensaríamos que nuestra sociedad es la más amorosa de la tierra. Pero gran parte del “amor del que hablan”, no es nada menos que lujuria disfrazada de amor. O egoísmo disfrazado de bondad.

¡Dios es amor! El carácter de Dios es lo que define el amor. El amor de Dios es incondicional. Romanos 5:8 dice, “Pero Dios muestra Su amor, por nosotros, en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.”

Dios nos amó cuando éramos pecadoras, cuando NO éramos justas, y cuando nosotras no podíamos corresponder a Su amor. Dios nos dice que el amor debiera ser el valor más grande en nuestra vida. Porque Dios es amor, y porque Él te creó a ti para amarte, Él quiere que aprendas a amar también. Aprender a amar es la lección #1!

Dios quiere que aprendas a amar en esta tierra. Esta vida es la escuela del amor. Primero Juan 3:14 dice, “En esto sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida: en que amamos a los hermanos. El que no ama a sus hermanos, permanece en la muerte.”

Aprender a amar a Dios, y a otros, debe de ser nuestra meta máxima, nuestro objetivo más grande, nuestra primera prioridad, nuestra aspiración más profunda, nuestra ambición más fuerte, nuestro enfoque constante, nuestra intención más apasionada, y el valor más importante de nuestra vida. Cuanto más aprendamos a amar auténticamente, más nos pareceremos a Jesús.

¿Cómo les demuestras amor a otros? ¿Es tu amor incondicional, o te niegas a querer a aquellos que te hieren? ¿Quieres solo a aquellos que corresponden a tu amor? ¿Eres fría e indiferente al amor de otros?

Si tú no sabes cómo expresar tu amor de forma significativa, DIOS TE ENSEÑARÁ A HACERLO. ¡Dios es la autoridad en el amor! A lo que te relacionas con otros, pídele a Dios que haga QUE SU AMOR se desborde sobre ellos… a través de tu vida.