¿Te gusta cantarle alabanzas a Dios? ¿Qué significa alabar? ¿Qué es adorar? Adorar significa “atribuir valor.” Es dar todo lo que somos… es adorar a Dios por ser quien es, y por todo lo que El hace. ¡Él es digno! El cielo es un lugar de adoración, y el pueblo de Dios lo adorará a través de toda la eternidad.

En Apocalipsis 4:8 vemos a la creación adorando a Dios Padre. “Día y noche no cesaban de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, El que era, El que es, y El que ha de venir.

¿Por qué es la adoración tan importante?

Primero, porque la adoración es el programa del cielo. Si tú quieres tener al cielo en tu corazón esta noche, o en tu hogar… si te sientes atrapada en una situación terrible en tu trabajo, o en una relación, tú puedes traer el cielo a tu situación… alabando a Dios.

¡Cántale canciones de alabanza a Dios a pesar de tu situación, y verás lo que Él puede hacer por ti! Tal vez no cambie tu situación completamente, pero Él te cambiará a ti.

Segundo, porque la adoración es el propósito de la creación. Todo lo que existe, existe por una sola razón: para agradar a Dios. Así que, dependiendo hasta qué punto agradas a Dios, HASTA ESE PUNTO, sentirás satisfacción en lo más profundo de tu ser.

¿Cómo adoras a Dios? La palabra griega Proskuneo, dice que adorar significa “Voltear y dar un beso.” ¡Eso es adoración! Por lo tanto, adoración real y verdadera es cualquier expresión sincera con el deseo de agradar al Señor.

1 Vi entonces que el que estaba sentado en el trono tenía en la mano derecha un libro, el cual estaba escrito por dentro y por fuera. El libro estaba sellado con siete sellos.

En ese momento, vemos que Dios Padre tiene en la mano derecha un libro. ¡Pero no había nadie digno de abrirlo! Por eso, en Apocalipsis 5: 4-6 encontramos a Juan llorando, “4 Yo lloraba mucho al ver que no había nadie digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.

5 Y uno de los ancianos me dijo: “No llores, pues el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido y puede abrir el libro y quitarle sus siete sellos. 6 En ese momento vi a un Cordero en medio del trono.”

Este es el Cordero en Su profunda humillación, exaltado en la gloria de Dios. Este es El que nos habla y nos invita a tener comunión íntima con El… a ser como El.

Toma tiempo, profunda reverencia, e intensa adoración para entender plenamente lo que significa, que Aquel que vive en la gloria del Padre, ante el cual todo el cielo se postra en adoración, es nada menos que Aquel que ofrece ser tu Compañero, y a cuidarte como un Pastor cuida de cada una de Sus ovejas.

Jesús aparece en el salón del trono para reclamar Su herencia como Hijo de Dios. Jesús es el heredero de la familia real judía. Nuestro Señor Jesucristo es el León y el Cordero. El león representa la Segunda Venida de Jesús. El Cordero representa la Primera Venida de Jesús.

El león simboliza Su majestad; el Cordero simboliza Su mansedumbre. Como león, Jesús es soberano; como Cordero, Él es Salvador. Como león, Él es el Juez; como Cordero, Él es juzgado. El león representa el gobierno de Dios. El Cordero representa la gracia de Dios.

Entonces el Cordero se acerca al trono, y toma el libro de la mano de Dios Padre. Nuevamente, el pueblo de Dios, y los representantes de la creación, unen sus voces en adoración.

9 Y entonaban un cántico nuevo, que decía: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste inmolado. Con tu sangre redimiste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.

Si éste es Aquel que viene a ti en tu vida diaria, que te ofrece caminar contigo, ser tu fuerza, tu gozo, tu Guardián todopoderoso, estoy segura que no esperarás que El permanezca contigo, a menos de que tu corazón se incline en profunda reverencia, y en total entrega a una vida de alabanza y servicio, y que seas digna del amor conque has sido redimida.

¿Qué debes de hacer mientras esperas el regreso de Cristo? Primero que nada, asegúrate que te hayas reconciliado con Dios. Si es así, ¡En hora buena! ¡Esa es una seguridad maravillosa!

Pero todavía hay mucho que hacer para Su Reino. Tienes que mantenerte ocupada sirviendo a Jesús hasta que El regrese. Tienes que estar enfocada en El, aprendiendo y recibiendo de Él, y adorándolo.

¿Y qué otras actividades puedes hacer mientras esperas? No solo yendo a la iglesia, sino también teniendo compañerismo con las hermanas, alentándolas, evangelizando, orando, intercediendo por otros, estudiando la Biblia, y ministrando.

Si te mantienes así, totalmente dedicada a Jesús y a Su obra, cuando El regrese, podrás escuchar con alegría Sus palabras, “Hiciste bien, sierva buena y fiel.” Y al escuchar estas palabras el cielo entero estallará con música y canción:

SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR TODOPODEROSO, EL QUE ERA, EL QUE ES, Y EL QUE HA DE VENIR.

Jesús, el Cordero, está en medio del trono. Él es, sin ninguna duda, la personificación de la gloria omnipotente del Dios eterno, y de Su amor. Tener al Cordero de Dios, como tu Pastor Todopoderoso y tu Cuidador fiel HACE QUE LOS PENSAMIENTOS Y PREOCUPACIONES DE ESTE MUNDO, no te separen de Su amor – ¡NI POR UN MOMENTO! ¿Amen?