Una de mis escrituras favoritas es Juan 17:3, que dice “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
Muchos claman conocer a Dios, pero no conocen a Cristo. Claman conocer a Dios, pero niegan la divinidad de Cristo. Ese es un error fatal. ¡No hay salvación sin Jesús! ¡No hay vida eterna sin Jesús!
No es la cantidad de conocimiento que tengas lo que importa, sino la “CLASE DE CONOCIMIENTO.” ES A QUIEN CONOCES… ¿Conoces a Cristo? Del mismo modo, no es la cantidad de fe que tengas, sino la clase de fe que tengas. Hay una canción muy conocida que se titula “Solo Cree.” ¿Solo cree? ¿Creer en qué?
Carlos Spurgeon dice: “No es tu gozo en Cristo lo que te salva. ¡Es Cristo! No es por tu fe en Cristo que eres salva, aunque ese es el instrumento. ¡Es el mérito y la sangre de Cristo que te salva!
El evangelio es la buena noticia de que Jesús murió por nuestros pecados, que fue sepultado, y resucitó de entre los muertos. ¡Esos son los hechos!
Nuestro conocimiento de los hechos, y como respondemos a este conocimiento, ES LA FE. Fe es confiar en Cristo como nuestro Señor y Salvador. ¡Él es el objeto de nuestra fe! ¡Y el Dador de nuestra salvación!
Jesús dice en Juan 5:19, De cierto, de cierto les digo: “El Hijo no puede hacer nada por si mismo, sino lo que ve que el Padre hace; porque todo lo que el Padre hace, eso mismo lo hace el Hijo.”
Mucha gente lee la Biblia para que le conteste la pregunta,“¿Qué es lo que debo de hacer? ¿Cómo me debo de comportar?” SU ENFOQUE PRINCIPAL, en su relación con Dios, ES SU CONDUCTA. Si bien el hacer buenas cosas es importante, NO ES LO FUNDAMENTAL.
El propósito esencial de CUALQUIER RELACIÓN “DE VERDADERO AMOR Y AMISTAD,” no es el de hacer,SINO EL DE CONOCER. Las acciones fluyen de la intimidad que existe, y no vice-versa. Si miramos bien de cerca, eso lo vemos en las palabras de Jesús.
Esto indica que había intimidad entre el Padre y El, antes de que hubiera nada más. Él tenía que conocer al Padre para poder hablar así. Pero este texto también dice, que Él hace “solo” lo que ve al Padre hacer.
Es decir, que antes de que pudiera haber cualquier cambio de conducta, Jesús ya había visto lo que el Padre estaba haciendo. Jesús conoce y sabe primero, y luego, El hace. ¡Así es como una buena relación funciona!
Jesús nunca dice, “Yo deduzco “lo que debo de hacer” leyendo las Escrituras y obedeciendo lo que dice.” ¡NO! Lo queEL HACE tiene que ver con Su relación con el Padre, de principio a fin. ¿Toman parte las escrituras en todo esto? ¡Por supuesto!
Para comenzar, cuando se trata del corazón de Jesús, no es suficiente descifrar lo que la Palabra enseña, ¡SINO DE CONOCER A LA PERSONA QUE HABLÓ LA PALABRA ! ¿Qué te preguntas a ti misma cuando lees la Biblia? ¿Qué es lo que realmente estás buscando?
Tu respuesta a esto hace gran diferencia, no solo en la forma cómo vives tu vida, sino por tu deseo de conocer a Dios más. Cuando leemos la Biblia, muchas de nosotros caemos en la trampa de buscar instrucción solamente, ya sea, porque no estamos muy interesadas, o porque no sabemos cómo buscar una verdadera intimidad con Dios.
No vemos lo que Dios está haciendo, así que sacamos los fundamentos que podemos de Su Palabra, y confiamos que son las instrucciones de Dios. ¡ESO ES RELIGION! ¡ESO NO ES RELACION! ¡Dios quiere algo MUCHO MAS PERSONAL… MUCHO MÁS ÍNTIMO ¡que eso!
Efesios 1:17 dice, “Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, le dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él.
Pablo rara vez oraba acerca de las cosas QUE SON TAN IMPORTANTES PARA NOSOTRAS EN NUESTRAS ORACIONES – Queremos buena salud, más plata, mejores condiciones de trabajo, resolver problemas familiares, y hasta de pedir que las crisis mundiales se acaben.
Sin embargo, Pablo oraba para que la gente CONOCIERA A DIOS MÁS, que se familiarizara más con Jesús. El conocimiento de Diossolo puede venir del mismo Dios. Dios se revela a sí mismo en dos formas – (1) EN LA PALABRA INSPIRADA y (2) EN LA PALABRA ENCARNADA. Él nos ha dicho como es Él -- EN LA UNA, y nos ha mostrado como es Él, -- EN LA OTRA.
Nuestra responsabilidad es de conocerlo, a través de las Escrituras, y a través del Salvador. En este mundo,¡no hay ocupación más grandiosa que ésta! Cuando me entregué a Cristo hace unos años, escuchaba a muchas cristianas decir “El cristianismo no es una religión. Es una relación.”
Sin embargo, tal parece que muchas cristianas se pasan años sirviendo al Señor fielmente --con un enfoque en el servicio – SEMBRANDO Y COSECHANDO. ¡PERO CONOCER A DIOS ES LA META!
El deseo de Dios es que digamos, “Señor, quiero conocerte más, quiero amarte más. Quiero estar contigo.” SI NOS PERDEMOS ESTO EN LA VIDA, la iglesia, la familia, o cualquier otra área de la vida, REALMENTE NO IMPORTA. Podemos buscar apasionadamente las cosas de Dios “sin conocer a Dios.”
Podemos estudiar Su Palabra, y hasta enseñarla, SIN CONOCER A DIOS. Podemos especializarnos en las verdades y acciones del evangelio SIN CONOCER EL CORAZÓN DETRÁS DEL EVANGELIO. Eso pasa todo el tiempo, ¡Y ES TRÁGICO!
El verdadero propósito “de la venida y muerte de Jesús por nosotras”, ES MAS GRANDE… MUCHO MÁS GRANDE. FUE PARA QUE LO CONOCIÉRAMOS – PARA QUE NOS RELACIONÁRAMOS INTIMAMENTE CON ÉL. ¡ES POR ESO QUE ÉL QUIERE HACERSE CONOCER!