¿Has tenido alguna vez verdadera sed? No hay nada como el agua para saciar la sed. A todas nos hace falta agua para vivir. Sabemos que sin agua, no podríamos vivir por mucho tiempo. Jesús nos ofrece el agua de vida que satisface la sed del alma. ¡Él es el único que puede hacerlo!

Nosotras, que confiamos en Cristo, nunca necesitaremos buscar satisfacción fuera de nosotras mismas, porque Jesús, el Agua Viva, vive en nosotras, proveyendo toda necesidad emocional y espiritual. Los placeres de este mundo no pueden satisfacer los anhelos más profundos de nuestra alma.

El capítulo 4 de Juan es la historia de Jesús y la mujer samaritana… Y dice así, “Jesús salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea. 4 Le era necesario pasar por Samaria, 5 así que fue a una ciudad llamada Sicar, la cual está junto a la heredad que Jacob le dio a su hijo José.

6 Allí está el pozo de Jacob, y como Jesús estaba cansado del camino, se sentó allí, junto al pozo. Eran casi las doce del día. 7 Una mujer de Samaria vino a sacar agua, y Jesús le dijo: ‘Dame de beber.’ 9 La samaritana le dijo: ‘¿Y cómo es que tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?’

Y es que los judíos y los samaritanos no se tratan entre sí.’ 10 Jesús le respondió: ‘Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’; tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva.’ 11 La mujer le dijo: ‘Señor, no tienes con que sacar agua, y el pozo es hondo.

Así que, ¿de dónde tienes el agua viva? 12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?’ 13 Jesús le respondió: ‘Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed;

14 Pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás. Más bien, el agua que Yo le daré será en él una fuente de agua que fluya para vida eterna.’ 15 La mujer le dijo: ‘Señor, dame de esa agua PARA QUE YO NO TENGA SED ni venga aquí a sacarla.’

¿Por qué era necesario que Jesús pasara por Samaria?” Porque Jesús tenía una cita divina esperándolo. Tenía que pasar por Samaria porque era la voluntad del Padre. Así que, a pesar de que los judíos odiaban a los samaritanos, Jesús pasó, A PROPÓSITO, por ese territorio.

Históricamente, el agua del pozo se sacaba, ya sea muy temprano por la mañana, o al anochecer para evitar el calor del Mediterráneo. El que la mujer de Samaria fuera a sacar agua del pozo a las doce del día significa que esta mujer vivía aislada. Ella iba a sacar agua cuando las otras mujeres no estaban.

La mujer de Samaria era conocida como una mujer inmoral. Una mujer de mala reputación. Ella había roto el código moral de su comunidad.En el mundo de esa época, los hombres raramente les hablaban a las mujeres en público, AUN SI ESTUVIERAN CASADOS CON ELLAS. Un hombre soltero jamás le hablaba ni tocaba a una mujer, POR NINGÚN MOTIVO.

Sobre todo, UN RABÍ, COMO JESÚS ERA CONOCIDO, guardaba estos ideales escrupulosamente. Esto explica la sorpresa de la samaritana. Ella no era simplemente una samaritana, sino era una MUJER samaritana. La mujer de Samaria se sorprendió realmente cuando Jesús le pidió agua. Ella reconocía las barreras que existían entre ambos.

Sin embargo, Jesús ignoró y derribó esas barreras al pedirle agua. ¿Por qué? Porque esta mujer estaba perdida espiritualmente, ¡y Jesús estaba ahí para salvarla! ∐ El apóstol Pablo dice en Romanos 3:23, “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.”

E Isaías 53:6 dice, “Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino. Hemos rechazado la ley de Dios. Hemos desdeñado Su amor. Hemos repudiado Su consejo, y nos hemos reído de Sus regaños.

Desde Génesis, donde encontramos al hombre y a la mujer escondidos entre los árboles, hasta Malaquías, donde Dios dice en Malaquías 2:8, “Pero ustedes, se han apartado del camino.” ¿Qué es lo que haces tú cuando te das cuenta que te has apartado del camino? Tratas de encontrar el camino de regreso, ¿no es cierto?

¿Y qué haces cuando no puedes encontrarlo? Buscas a alguien que te ayude, ¡Eso es lo que Jesús vino a hacer! El vino a mostrarnos a una humanidad caída y rebelde… a una humanidad compuesta de gente como la mujer de Samaria… GENTE COMO TÚ Y YO,

el camino a Dios, nuestro Padre Celestial.

Por eso Jesús le dice, “Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; 14 Pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás. Más bien, el agua que Yo le daré será en él una fuente de agua que fluya para vida eterna.’

¿Alguna vez has visto un pozo QUE BROTE AGUA, como una fuente? ¡NO! Solo las aguas de una fuente manan hacia arriba. El agua del pozo simplemente yace ahí. Así que Jesús no estaba hablando de un pozo. ¡La mujer había ido al pozo! Y Jesús la estaba invitando a una fuente de agua viva.

Él quería poner esa fuente en su corazón… una fuente que nunca se acabaría, sino que continuaría burbujeando para siempre. ¡Esto era lo que Jesucristo le ofrecía! Él le estaba prometiendo un lugar, una fuente, TANTO A ELLA, como a todo aquel que venga a Jesús. Esta fuente será eterna, gratis, llena de gozo, y autosuficiente.

Jesús mismo dice en Juan 7:37, “Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba. Del interior del que cree en Mí, correrán ríos de agua viva.” Si lo haces, Jesús podrá satisfacer cualquier anhelo que hayas tenido jamás. A decir verdad, ¡Jesús ha puesto ese anhelo en ti! Él te hará una mujer conforme a Su corazón, y serás una bendición en la vida de otros.

HOY EN DÍA, muchos predicadores dicen: “El reino de Dios es prosperidad, buenos carros, viajes… casa en la playa… mucho dinero.” Pero Jesús dice que el que beba de esa agua TENDRÁ SED DE NUEVO – porque nada de lo material PUEDE SACIAR LA SED DE TU ALMA.

SI NO, ¡MIRA NO MAS LA VIDA DE LOS RICOS Y FAMOSOS! ¡MIRA A LOS ARTISTAS DE CINE! Tienen todo lo material, pero viven vidas vacías, disipadas, desordenadas. Viven descontentos, drogados y alcoholizados.

Sin embargo, una vida en Cristo NO ES UNA VIDA ESTANCADA. Es una vida vibrante… llena de gozo… ES UNA VIDA TRANSFORMADA. El mundo se presentará como emocionante y lleno de energía, PERO NO HAY NADA MÁS ABURRIDO, que la búsqueda de placeres mundanos.

Los placeres de este mundo no satisfacen los anhelos más profundos de tu corazón. ¡SOLO JESÚS SATISFACE!