¿SABES LO QUE COSTÓ?
¿SABES LO QUE COSTÓ?
1 Pedro 1:18-25; 2:1-3
¿Qué podemos hacer para redimirnos a nosotras mismas? Nada. Entonces ¿Cómo podemos ser redimidas? Solo con la preciosa sangre de Cristo. Pedro dice que la sangre de Cristo es preciosa. Pero por muy preciosa que sea, la sangre física “solamente” no nos puede salvar, y no ha salvado a nadie tampoco. Solo cuando la sangre es derramada en la muerte, la multa del pecado puede ser pagada. Es importante notar también que fue por medio de la sangre “derramada” de Cristo. La Escritura no dice que Jesús murió desangrado. Más bien, nos enseña que Jesús, voluntariamente, entregó Su espíritu. Sin embargo, esa muerte física no podría haber traído redención, aparte de Su muerte espiritual, por medio de la cual, Jesús fue separado del Padre, cargando la culpa total de todos los pecados de todos aquellos que serían salvados.
Presione aquí para escuchar | Transcripción a Texto
¡SÉ DIFERENTE!
¡SÉ DIFERENTE!
1 Pedro 1:13-16
¿Qué significa ser santa? Significa ser separada, ser distinta, ser diferente. La esencia de la santidad es imitar el carácter de Dios. Todo lo demás, fluye de eso. Significa luchar contra todo aquello que nos impide vivir en Su imagen. Significa cultivar todo aquello que reproduzca Su imagen en nosotras. Significa volvernos más centradas en Dios, más como Cristo, y facultadas por el Espíritu Santo. Una persona realmente santa es una persona de personalidad bella y atractiva. Es una persona dedicada a Dios, entregada a amar, a aceptar, y a perdonar a otros. Está enfocada a vivir una vida de rectitud y gozo. Tiene la personalidad más saludable, que te puedas imaginar. Sus conversaciones son piadosas, y su estilo de vida, reflejan lo que habla. Está contenta porque ella confía en Dios.
Presione aquí para escuchar | Transcripción a Texto
UNA ESPERANZA VIVA
UNA ESPERANZA VIVA
1 Pedro 1:1-7
Todas las personas, en todo lugar, y en todos los tiempos han tenido algo en común: ellas han sabido lo que es sentir dolor. Ya fueran judíos o cristianos, musulmanes o hindús, ateos o idólatras – las lágrimas han sido todas las mismas. Las culturas tienen altos y bajos. Las naciones ascienden y caen. Grupos de gente van y vienen. Pero el sufrimiento trasciende todas las culturas, invade todas las naciones, y transmite su mensaje de dolor a cada persona que ha vivido. Pedro entendió que las pruebas son inevitables. Él indudablemente experimentó una buena dosis de ellas. La forma como él actuaba, durante esas pruebas, revela cuanto había madurado espiritualmente desde sus primeros años con el Señor. En la época, en que los discípulos de Cristo se sentían tentados a darse por vencidos – ante tanta prueba -- Pedro los alienta a que vieran sus dificultades, como el medio para mostrar la gracia, el poder, y el amor absoluto de Dios.
Presione aquí para escuchar | Transcripción a Texto
¿Estás Segura? 1 Juan 5:6-21
¿ESTÁS SEGURA?
1 Juan 5:6-21
¿Cómo puedo saber que Dios me escucha cuando oro? ¿Cómo puedo saber si Dios contestará mi oración? ¿Cómo puedo saber si estoy orando de acuerdo a la voluntad de Dios?
Las enseñanzas de Jesús siempre conectaban la respuesta a la oración con una vida vivida de acuerdo a la voluntad de Dios: confiando, perdonando, siendo misericordiosa, siendo humilde, creyendo, pidiendo en Su nombre, permaneciendo en Su amor, guardando Sus mandamientos, y Sus palabras permaneciendo en nosotras. Cuando vives de acuerdo a la voluntad de Dios, podrás discernir espiritualmente que pedir.
Presione aquí para escuchar | Transcripción a Texto
Perfecto Amor- 1 Juan 4:17-5:5
PERFECTO AMOR
1 Juan 4:17-5:5
Dudo mucho, que exista una persona que no sepa, en lo más profundo de su ser, que al final de su vida, tendrá que rendir cuentas. Tendremos que presentarnos ante nuestro Creador. Dios evaluará ¡cuán bien serviste a otros en tu vida! Piensa en todo lo que esto implica. Algún día Dios comparará cuanto tiempo y energía gastaste en ti misma, y cuánto tiempo invertiste en servir a otros. En ese momento, todas nuestras excusas egoístas sonarán vacías: “Ay, estaba muy ocupada” o “tenía mis propias metas” o “andaba muy involucrada en mi trabajo” o “preparándome para retirarme.” A todas estas excusas, Dios responderá. “Lo siento, esa es la respuesta equivocada. Yo te creé, te salvé, te llamé y te mandé a que vivieras una vida de servicio.”
¡Nosotras vivimos vidas verdaderamente llenas cuando estamos ayudando a otros!
Presione aquí para escuchar | Transcripción a Texto