Enemigo a las Puertas

Efesios 6:10-20

Había una vez, en un reino muy lejano, un dragón terrible. Sus alas eran tan grandes, que cuando las abatía, el ruido se escuchaba a millas de distancia, causando pánico entre la gente del campo.

De un solo golpetazo, sus terribles garras podían matar a un buey. Y de su nariz salía fuego y humo, matando a cualquiera que se le acercara.

Cada año la gente del reino escogía a una damisela, como sacrificio, para apaciguar al dragón. Un año la suerte cayó sobre la bella hija del rey. En el momento en que el dragón se le abalanzaba, un valiente caballero de armadura brillante, llega a caballo a rescatarla.

Esgrimiendo su espada, le asesta un golpe fatal al monstruo, y lo hiere profundamente, tan es así que la princesa puede acercársele, poner su cinto alrededor del cuello del dragón, y guiarlo al mercado del pueblo.

Ahí, en medio del júbilo y los aplausos del gentío, el caballero saca su espada, y mata al terrible dragón... Y luego… vivieron felices para siempre.

Esta historia es obviamente un cuento de hadas. Pero la verdadera historia es que tu Caballeo Celestial, JESUCRISTO, vestido con ropajes brillantes, ha venido a tu rescate, librándote del pecado, y transformándote de víctima… a victoriosa.

Ya no eres una damisela en apuros. Has sido vestida con Su brillante armadura, para fortalecerte en el Señor, y para liberar a otros de Satanás – que es el dragón destinado al infierno.

En este pasaje aprenderemos acerca de los planes del dragón… de como usar nuestra armadura contra él, y como defender nuestros tesoros espirituales, fortaleciéndonos en el Señor.

EMPECEMOS EN ORACION

Tarde o temprano toda creyente descubre que la vida cristiana es un campo de batalla, no un campo de juegos, y que tiene que enfrentarse a un enemigo que es muy poderoso.

El hecho de que Pablo usara términos militares para ilustrar el conflicto con Satanás, tiene sentido. Pablo mismo, estaba encadenado a un soldado romano, y sus lectores estaban familiarizados con soldados y con el equipo que usaban. A decir verdad, las ilustraciones militares eran las favoritas de Pablo.

Como cristianas, NOSOTRAS nos enfrentamos a tres enemigos: al mundo, a la carne, y al diablo. “El mundo” se refiere al sistema alrededor nuestro, que se opone a Dios, y que se manifiesta en los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida.

La definición de la palabra “mundo” es básicamente “una sociedad separada de Dios.” “La carne” es la vieja naturaleza, que hemos heredado de Adán, una naturaleza que se opone a Dios, y que no puede hacer nada espiritual para agradar a Dios.

Por medio de su muerte y resurrección, Cristo venció al mundo, a la carne y al diablo. En otras palabras, COMO CREYENTES, nosotras NO luchamos para obtener victoria, sino que luchamos del lado de la victoria! El Espíritu de Dios hace posible, POR FE, que nos apropiemos de la victoria de Cristo.

En el Capítulo 6, que es el último capítulo de esta carta, Pablo nos habla de dos temas que nos ayudarán a entender, y aplicar, sus verdades para vivir una vida victoriosa.

El título de este mensaje es “Enemigo a las Puertas,” y está dividido en dos partes:

I. La Protección de Dios (Efesios 6:10-17)

II. La Oración a Dios (Efesios 6:18-20)

Empecemos con la primera parte:

I. La Protección de Dios – (Efesios 6:10-17)

El Cuerpo de Inteligencia de los Estados Unidos tiene un rol vital en operaciones militares, que le permite a los oficiales conocer y entender al enemigo. Mientras no sepamos quien es el enemigo, donde está, y lo que puede hacer, no podremos vencerlo.

A través de Efesios 6, y de otras partes de la Biblia, Dios nos instruye acerca del enemigo. Así que no hay razón para que nos tome desprevenidas.

10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

A – Veamos pues quién es el Enemigo –(VV 10-12) – El enemigo tiene muchos nombres. Diablo significa acusador, porque él acusa al pueblo de Dios, día y noche, ante el trono de Dios. El nombre Satanás significa “adversario,” porque él es el enemigo acérrimo de Dios.

También es llamado el tentador, el homicida y el mentiroso. Se le compara a un león, a una serpiente, y a un ángel de luz, y también, “el dios de este siglo.” ¿Pero… de dónde viene esta criatura espiritual que se tanto opone a Dios y Su obra?

En la creación original, Satanás era “Lucifer, hijo de la mañana,” que fue arrojado del cielo por su arrogancia, y por su deseo de usurpar el trono de Dios.

Hay muchos misterios con relación al origen de Satanás, pero lo que hace y a donde va, no es un misterio. Como Satanás ES un ser creado, y no es eterno, él está limitado en su conocimiento y su actividad. A diferencia de Dios, Satanás no es omnipotente, ni omniciente, ni omnipresente.

¿Entonces cómo es que él hace tantas cosas y está en tantas PARTES al mismo tiempo? La respuesta es que tiene una organización de ayudantes. Pablo los llama principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, huestes espirituales de maldad.

Esto habla de un ejército de demonios que ASISTEN a Satanás en sus ataques contra los creyentes. En Apocalipsis 12:4 el apóstol Juan nos dice que un tercio de los ángeles del cielo cayeron juntamente Satanás, CUANDO ESTE, se rebeló contra Dios.

Daniel también escribe que los ángeles de Satanás lucharon contra los ángeles de Dios para tomar control de los asuntos de las naciones. En estos mismos momentos, una batalla espiritual se está llevando a cabo en las esferas celestiales, y tú y yo, somos parte de esta batalla.

Lo más importante de todo es que nuestra batalla no es contra seres humanos. Es contra poderes espirituales. A veces perdemos el tiempo peleándonos con la gente cuando deberíamos estar luchando contra el demonio que busca tomar control sobre la gente para que se opongan a la obra de Dios.

Durante el ministerio de Pablo en Efeso, hubo un disturbio que pudo haber destruido a la iglesia. No fue causado SOLO por Demetrio y sus asociados, sino que detrás de ellos, estaban Satanás y sus compinches. Cuando Pablo y la iglesia oraron, la oposición fue silenciada.

¿Qué clase de habilidades tiene Satanás? Las advertencias de Pablo nos indican que Satanás es un enemigo poderoso, y que necesitamos el poder de Dios para mantenernos firmes CONTRA EL Nunca menosprecies el poder del diablo. No en balde lo comparan con un león y un dragón.

El libro de Job nos dice que Satanás tiene poder sobre el cuerpo de un hombre, sobre su casa, sus riquezas, y sus amigos. Por eso EN Juan 10:10 Jesús llamó a Satanás un ladrón que no viene sino para hurtar y matar y destruir.

Pero Satanás no puede hacer nada que Dios no apruebe. No en balde 1 Juan 4:4 dice que “Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.”

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En este pasaje vemos que la creyente lucha contra las “asechanzas del diablo.” Asechanzas del diablo significa que él es intrigante, engañoso, y lleno de artimañas.

Nosotras no podemos darnos el lujo de ignorar las asechanzas del diablo. Algunos hombres o mujeres usan estratagemas para engañar, pero detrás de ellos está el mayor engañador… está Satanás. El mismo Satanás se disfraza como ángel de luz, y busca cegar las mentes de la gente a la Verdad de la Palabra.

El hecho de que Pablo usara la palabra “luchar” indica que estamos involucradas en una batalla mano a mano… y que no somos simplemente espectadoras. Satanás quiere usar nuestro enemigo externo, al mundo, y a nuestro enemigo interno, la carne, para vencernos. Sus armas, y sus planes de batalla, son muy poderosos.

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Así que, ya vimos quien es el enemigo. Ahora veamos el equipo que Dios nos ha dado para derrotarlo…

B - El Equipo (VV 13-17)

13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

Como estamos luchando contra enemigos espirituales, necesitamos un equipo especial, TANTO DE OFENSA COMO DE DEFENSA. Dios nos ha dado TODA la armadura necesaria, así que no debemos omitir ninguna de sus piezas.

Satanás busca la parte más vulnerable, la parte que no está protegida, para sacar ventaja. Pablo nos ordena que nos pongamos toda la armadura, que tomemos todas las armas, y que nos mantengamos firmes contra Satanás.

Sabiendo que Jesucristo ya ha derrotado a Satanás, y que tenemos la armadura espiritual y las armas necesarias, POR FE, aceptamos la protección que Dios nos da para enfrentarnos al enemigo. Romanos 8:31 dice: “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”

Así que comencemos con las diferentes piezas de la armadura…

1 - El Cinturón de la Verdad (14a): Satanás es un mentiroso, pero la creyente, cuya vida es controlada por la Verdad, puede derrotarlo. El cinturón sujeta las otras piezas de la armadura, y la Verdad es la fuerza esencial para vivir una vida victoriosa.

Un hombre o mujer de integridad, con una conciencia limpia, puede enfrentarse al enemigo sin miedo.El cinturón también sostiene la espada. Si no vivimos una vida EN LA VERDAD, nosotras no podremos usar la Verdad de la Palabra. Una vez que la mentira entra a la vida de la creyente, todo comienza a desmoronarse.

Por más de un año, el rey David mintió acerca de su adulterio con Betsabé, y por consiguiente, nada le fue bien. Los salmos 32 y 51 nos hablan del precio que tuvo que pagar por sus mentiras.

2 - La Coraza de la Justicia (VV 14b): Esta pieza de la armadura, hecha de placas de metal o cadenas, cubría el cuerpo de un soldado desde la nuca hasta la cintura , tanto por delante como por detrás. ∐ La coraza SIMBOLIZA LA JUSTICIA de CRISTO EN LA CREYENTE, lo mismo, que SU VIDA JUSTA en Cristo.

Satanás es el acusador, pero él no puede acusar a la creyente que está viviendo una vida piadosa en el poder del Espíritu Santo. La clase de vida que llevemos puede FORTALECERNOS contra los ataques de Satanás, o puede debilitarnos.

Cuando Satanás acusa a la cristiana, ES la justicia de Cristo que le da seguridad de su salvación. Sin embargo, nuestra posición en la justicia de Cristo, sin la práctica diaria de la justicia,, le da a Satanás la oportunidad de atacarnos.

Yo me acuerdo hace años, cuando todavía era una niña en el Señor, una amiga me contaba que cada mañana, antes de salir de su casa, ella hacía SU RUTINA de ponerse toda la armadura de Dios. Se ponía la coraza de justicia. Se ponía los zapatos del evangelio de la paz.

Luego tomaba el escudo de fe, el yelmo de salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Era todo un ritual. Si ella no salía con toda esta “armadura imaginaria puesta,” entonces ella no sentía que estaba lista para enfrentarse al enemigo.

Todo esto me sonaba de lo más extraño… tan fuera de lugar. Yo pensaba, “Si el diablo es tan poderoso, ¿Cómo es que haciendo un ritual, como este, podemos vencerlo? Así que decidí preguntarle a mi pastor. El me dijo : “Carmen, tienes razón, una vez que aceptas a Cristo, ya tienes la armadura puesta. Ya estás segura en Cristo.”

¿Si Cristo es tu justicia, como puedes quitarte Su justicia? Si Cristo te promete que nunca te dejará ni te abandonará, ten la seguridad de que tus órganos vitales están protegidos todo el tiempo.

En resumidas cuentas, los aspectos esenciales de nuestra protección, están en su lugar, porque estamos en Cristo.

3 - El Calzado del Evangelio de la Paz (VV 15): El SOLDADO ROMANO usaba sandalias con tachuelas en las suelas para darse una mejor tracción en el campo de batalla. Si queremos mantenernos firmes, y resistir, entonces necesitamos los zapatos del evangelio de la paz.

Y como tenemos PAZ CON DIOS, por medio del evangelio, no necesitamos tener miedo de los ataques de Satanás, ni de los hombres. Debemos estar en paz con Dios, y con otros, SI QUEREMOS DERROTAR AL DEMONIO.

PAUSA

Pero el calzado del evangelio de la Paz también tiene otro significado. Debemos estar preparadas, todos los días, para compartir el evangelio con un mundo perdido. La cristiana, cuanto más comparte el evangelio, más victoriosa es.

Isaías 52:7 dice. “Cuán hermosos son sobre los montes los pies DEL QUE TRAE alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que “trae nuevas del bien,” del que publica salvación.” Si NOS PONEMOS los zapatos del evangelio de la paz, tendremos los bellos pies que mencionan aquí.

Satanás nos ha declarado la guerra, pero tú y yo somos embajadoras de paz, y por lo tanto, llevamos el evangelio de paz, a donde vayamos.

16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.”

4 - El Escudo de la Fe (VV 16) - El escudo del soldado medía aprox. cuatro pies por dos pies, así que era bastante grande, y era hecho de madera, y cubierto con cuero o piel dura. Mientras que el soldado sostuviera el escudo delante de él, él estaba protegido de lanzas, y flechas, y “dardos de fuego.”

Los bordes de estos escudos eran construidos, de tal manera, que la línea entera de soldados podía entrelazar los escudos, y marchar contra el enemigo como una gran muralla. Nosotras, las cristianas tampoco estamos solas en la batalla.

Un rey de la antigua Esparta se jactaba mucho de SUS murallas poderosas, porque estás podían bloquear a cualquier ejército invasor. Un embajador, en misión diplomática, fue a visitar la famosa ciudad.

La reputación del poder de Esparta era aclamada por todo Grecia, así que él esperaba ver murallas fortificadas alrededor de la ciudad. Le llamó mucho la atención que no hubiera murallas. Así que le preguntó al rey, “Su Majestad, no he visto murallas de defensa. ¿A dónde están?”

El rey respondió. “Venga mañana y le mostraré las murallas de Esparta.” Al día siguiente el rey llevó a su invitado al campo donde se encontraba el ejército con todo su arsenal de batalla, y sus escudos relucientes bajo el sol.

Señalando orgullosamente a las columnas de soldados, que estaban firmes en atención, le dijo, “He aquí las murallas de Esparta – 10,000 hombres, cada cual es un ladrillo!”

El rey de Esparta estaba preparado para la batalla. El había reclutado y entrenado a un ejército de hombres, dándoles escudos de defensa y espadas de combate.

PAUSA

Dios está preparado para la batalla de todos los siglos: Las fuerzas de la luz contra el poder de las tinieblas.

Tú has sido reclutada para el ejército de Dios. Tienes que estar preparada para la batalla. Así que levanta tu escudo de fe, y desenvaina la espada del Espíritu contra los enemigos de Dios.

La FE es el Arma de Defensa que nos protege contra los “dardos de fuego” de Satanás. En la época de Pablo, las flechas se sumergían en una substancia inflamable , y luego, eran prendidas y disparadas.

Satanás dispara “dardos de fuego” a nuestros corazones y mentes: con mentiras, malos pensamientos, dudas, y el deseo de pecar.

SI POR FE, NO apagamos los dardos, éstos prenderán un fuego dentro de nosotros, terminaremos desobedeciendo a Dios. Nosotros no sabemos cuándo Satanás nos va a disparar un dardo, así que debemos andar por fe, usando el escudo de fe.

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Un ejecutivo, “bastante gordito,” decidió que ya era tiempo de ponerse a dieta para bajar de peso. Se tomó su dieta bien en serio, a tal punto, que cambió su ruta para no pasar delante de su pastelería favorita.

Sin embargo, una mañana llegó a la oficina cargando un gran pastel. El explicó que este pastel era muy especial. “Esta mañana,” dijo, “por casualidad, pasé por la pastelería, ¿y qué creen? En la vitrina había toda clase de pasteles deliciosos... recién sacaditos del horno.

Así que pensé que no era una coincidencia que yo estuviera ahí justo en ese momento. Así que oré, “Señor, si Tú quieres que yo tenga uno de estos pasteles, ¿dame un estacionamiento delante de la pastelería?” “¿Y qué creen? Después de dar solo ocho vueltas a la manzana, encontré el estacionamiento.”

PAUSA

Cuando caemos en tentación siempre buscamos excusas para justificar nuestro mal comportamiento. Hay que estar atenta a los dardos de fuego que el enemigo nos tira, y usar el ESCUDO DE FE para mantenernos firmes contra él.

5 – El Yelmo de Salvación (VV 17) Satanás quiere atacar nuestra mente, de la misma forma como atacó y derrotó a Eva. El yelmo, o casco de salvación, se refiere a una mente controlada por Dios.

ES UNA PENA que muchos cristianos tengan la idea de que el intelecto no es importante, cuando en realidad, TIENE un rol vital en el crecimiento de la cristiana, en su servicio… y su victoria.

Cuando Dios controla la mente de la cristiana, Satanás no puede llevarla por el mal camino. La cristiana que estudia su Biblia, y aprende el significado de sus doctrinas, no va a ser llevada fácilmente por el mal camino.

2 Pedro 3:18 dice, “Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” Dondequiera que Pablo iba, él le enseñaba a los nuevos conversos las verdades de la Palabra de Dios. El yelmo o casco de salvación protegía sus mentes de las mentiras de Satanás.

6 – La Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios (VV 17b)

Esta espada es el arma de ofensa que Dios nos da. El soldado romano ponía en su faja una pequeña espada para las luchas “mano a mano.” Hebreos 4:12 compara la Palabra de Dios con una espada porque es filuda y cortante, y puede penetrar al hombre interno de la misma forma que una espada física puede penetrar el cuerpo.

Cuando Jesús fue arrestado en el Jardín de Getsemaní, Pedro trató de PROTEGERLO usando una espada física, pero aprendió en Pentecostés, que la espada del Espíritu es mucho más poderosa.

Por eso Hechos 2:37 nos dice, que en Pentecostés, cuando Pedro compartió la Palabra de Dios con la gente, “Que estos se compungieron de corazón,” porque la Espada del Espíritu hizo convicción en sus corazones por sus pecados.

Moisés también trató de conquistar con una espada física, pero descubrió que la Palabra de Dios era suficiente para derrotar a Egipto.

Una espada física penetra el cuerpo… mientras la Espada del Espíritu penetra el corazón. Cuanto más se usa una espada física, más pierde su filo. En cambio, cuanto más usas la Palabra de Dios, más filuda se vuelve” en nuestras vidas.

Una espada física requiere la mano del soldado, pero la espada del Espíritu Santo tiene su propio poder. La Biblia dice que la Palabra de Dios es “viva y eficaz.” El Espíritu Santo no solo escribió la Palabra, sino que también la esgrime, cuando la cogemos por fe, y la usamos.

Una espada física corta para dañar y matar, mientras que la espada del Espíritu corta para sanar, y para dar vida. Cuando usamos la espada contra Satanás le podemos dar un golpe que lo puede incapacitar, evitando así, dañar la obra de Dios.

Cuando Jesús fue tentado en el desierto, Cristo usó la Espada del Espíritu – la Palabra de Dios para derrotar al enemigo. Tres veces Jesús le dijo: “Escrito está.” ∐ Noten que Satanás también puede citar la Palabra. En Lucas 4:10 éste le dice Jesús, “Porque escrito está.” Pero él no citó la Palabra adecuadamente.

Satanás usa la Palabra de Dios para confundirnos, así que es bien importante que aprendamos la Palabra de Dios. Cuanto más conoces la Palabra de Dios, más fácil te será detectar las mentiras de Satanás, y podrás rechazar sus ofrecimientos.

En un sentido, “la armadura de Dios” es un retrato de Jesucristo. Cristo es la Verdad, y El es nuestra Justicia, y nuestra Paz. Su fidelidad hace posible nuestra FE. El es nuestra salvación, y la Palabra de Dios.

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¿Te pondrías tú un bikini para ir al campo de batalla? Usarías una pistola de agua contra una bazuka? ¡Por supuesto que no! Un buen soldado debe ponerse la ropa y el equipo adecuado para llevar a cabo su misión.

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Juanito era un chiquito que le encantaba vestirse de marino, o de gladiador, o de cowboy. El estaba siempre listo para derrotar a cualquier enemigo del vecindario, o cualquier enemigo de su imaginación.

Una noche cuando su mamá lo estaba arropando para dormir, ella siente algo duro debajo de la colcha. .∐ Cuando levanta las cobijas, descubre que Juanito tenía todo un arsenal debajo: una espada de plástico, una pistola de madera, y un látigo de cuero.

Su mamá le pregunta, “¿Juanito, por qué tienes todas estas armas debajo de las sábanas? El chiquito le contesta, “Mamá, no te preocupes. Yo te voy a proteger contra los chicos malos que se quieran meter a nuestra casa.” La mamá lo besa, y dándole las buenas noches, le dice:

“Juanito, te estás convirtiendo en un muchachito grande, pero tu papá es más grande que tú, y él puede cuidarte mientras duermes. ¿Y sabes otra cosa? Dios es más grande todavía. El puede cuidarnos, a todos nosotros, mientras dormimos.”

¿No es maravilloso saber, que en todas las batallas de la vida, las visibles o invisibles, que Dios está siempre de nuestro lado? Con Sus armas y vestiduras puestas, estamos preparadas para ser invencibles contra los chicos malos de las tinieblas.

¡Así que! Ya vimos la Protección de Dios. Ahora vayamos a nuestro segundo punto.

II. La Oración a Dios (Efesios 6:18-20)

18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,

20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de El, como debo hablar.

La oración es la energía que le permite al soldado cristiano ponerse la armadura y esgrimir la Espada. No podemos pelear la batalla por nuestras propias fuerzas, por muy fuertes o talentosas que seamos.

Cuando Amalec atacó a Israel, Moisés se fue a la cumbre de la montaña a orar mientras Josué, espada en mano, peleaba la batalla en el valle. Se necesitó el esfuerzo de ambos hombres para ganar la batalla. Josué usó la espada para vencer al enemigo, mientras que Moisés usó la oración para interceder por él.

La oración es el poder que nos da la victoria; pero no es simplemente cualquier tipo de oración. Pablo nos dice como orar para poder derrotar a Satanás. La oración lo cambia todo.

Sin embargo, si estás enferma, la oración no es el substituto a la medicina. Si necesitas tu pan de cada día, la oración no es el substituto al trabajo. Y si quieres salvación para las almas perdidas, la oración no es el substituto al evangelio. Sin embargo, ninguna de estas cosas es el substituto a la oración.

Y como los cristianos oran, algunos que están sanos, que podrían estar enfermos. Algunos que están vivos, podrían estar muertos, y almas que son salvas hoy, podrían estar perdidas. Y las puertas de la oportunidad se abren, cuándo podrían estar cerradas.

CON LA ORACION, muchísimas cosas son POSIBLES de lo que el mundo se puede imaginar. Y muchas más serían posibles, si oráramos más. Santiago 4:2 dice, “No tienes lo que deseas, porque no pides.”

En este pasaje, Pablo nos dice cómo debemos de orar:

Orar en todo Tiempo – Obviamente esto no significa “estar repitiendo oraciones” como cotorras… sin parar. Dios no nos escucha, por el solo hecho de hablar continuamente. Primero de Tesalonicenses 5:17 dice: “Orad sin cesar.” Esto significa estar en comunión constante con nuestro Señor.

La cristiana debe de orar, en todo momento, porque siempre está sujeta a tentaciones y ataques del diablo. Los ataques sorpresivos han llegado a derrotar, a más de una cristiana, porque se olvidó de ‘orar sin cesar.”

Orar en toda Oración Hay varias formas de orar: Oración, súplica, intercesión, y de acción de gracias.

La creyente que SOLO ORA para pedir cosas, se está perdiendo la bendición que viene cuando intercedemos por otros, y cuando damos gracias. En realidad, ser agradecida es una gran arma para derrotar a Satanás.

La alabanza cambia las cosas. La oración también cambia las cosas. Y la intercesión por otros puede traer victoria a nuestras propias vidas. Escuchen lo que Job 42:10 dice, “Y quitó el Señor la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos.”

Hay que Orar en el Espíritu La fórmula de oración, que la Biblia nos da es: “Que le oremos al Padre, por medio del Hijo, y en el Espíritu.” Cuando oramos en el poder del Espíritu Santo estamos orando en la voluntad de Dios. Si no, nuestras oraciones pueden convertirse en oraciones egoístas, y no estar dentro de la voluntad de Dios.

Orar Velando Velando significa orar estando alerta. La frase “velad y orad” ocurre muchas veces en la Biblia. Cuando Nehemías estaba reparando las paredes de Jerusalén y el enemigo estaba tratando de impedir su trabajo, Nehemías derrota al enemigo “velando y orando.”

Y dice así Nehemías 4:9e, “Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos, pusimos guarda contra ellos de día y de noche.” “Velad y orad” es el secreto de la victoria sobre el mundo, la carne, y el diablo. Pedro se durmió en Getsemaní, cuando debía haber estado velando y orando, y como resultado, la victoria fue de Satanás.

Dios espera que usemos los sentidos que El nos ha dado, guiadas por el Espíritu Santo, para detectar cuando Satanás comienza a obrar.

Seguir Orando y Perseverando La palabra perseverancia significa simplemente “que NO debemos de darnos por vencidas.” Ser perseverantes no significa que estamos tratando de forzar a Dios a que nos de lo que queremos, sino más bien, que nos sentimos tan agobiadas, que no podemos descansar hasta no recibir respuesta de Dios.

Por eso Jesús contó la parábola del juez injusto. Una viuda le pedía justicia al juez, todo el tiempo, pero él no le hacía caso. La viuda tanto agotó su paciencia, que finalmente, este dictó un fallo a su favor, porque estaba simplemente cansado de los ruegos constantes de la viuda.

JESUS CONTO esta historia para enseñarnos “de que debemos de orar, y no darnos por vencidas.” Aunque Dios no es como ese juez injusto y altanero, El nos dice que debemos de ser persistentes, como la viuda. Dios nunca se cansa de nuestras peticiones, aun cuando nos parezca, que no nos está escuchando.

Dios nos invita a ORAR, y promete escucharnos. Grandes cosas suceden cuando oramos. El que nos ama, Jesucristo, nos manda a orar, y nosotras le mostramos amor, cuando obedecemos Sus mandatos, Y ORAMOS.

Hebreos 4:16 dice: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” ¡Qué promesa tan maravillosa! Y sin embargo, ¡muchas de nosotras oramos muy poco!

Roberto Law dijo, “La oración no es hacer la voluntad del hombre en el cielo, sino hacer la voluntad de Dios en la tierra.”

Muchas de nosotras dejamos de orar… cuando Dios está punto de darnos la victoria. Sinceramente, ¿quién puede orar toda la noche? No mucha gente. Pero todas podemos perseverar en oración… un poquito más.

La iglesia del “siglo I” oró sin cesar mientras Pedro se encontraba en la prisión, y a último minuto, Dios les dio la respuesta. ∐ Sigue orando hasta que, el Espíritu te diga que pares, o el Padre te conteste. Cuando estés a punto de darte por vencida, Dios te dará la respuesta.

Orar por todos los Santos - Cuando se trata de la oración, Jesús nos ha dado la oración modelo. El comienza con “Padre Nuestro” y no con “Padre mío.” Nosotras oramos como parte de la gran familia de Dios. Debemos de orar las unas por las otras.

En este pasaje, Pablo le pide a los Efesios que lo apoyen en oración. ¡Increíble, no? ¿No era Pablo el que había ido al tercer cielo, y vuelto? Si Pablo necesitaba las oraciones de los santos, ¡con mayor razón nosotras!

SI NUESTRAS ORACIONES pueden ayudar a otro creyente a derrotar a Satanás, entonces, su victoria también es nuestra. Pablo NO PIDIO que oraran por su comodidad, o su seguridad, sino por la eficacia de su testimonio, y ministerio.

Así que para concluir…

La Biblia es muy clara cuando dice que el diablo es real y que sus intrigas comenzaron desde el jardín del Edén. Hay un reino espiritual, más allá de nuestra vista finita, donde la batalla por las almas se está librando en estos momentos.

Jesucristo ya ha ganado la victoria, pero las batallas se siguen librando porque Satanás quiere hacer de los cristianos, y del cristianismo, algo débil e ineficaz. Estas batallas espirituales, en esferas invisibles, son tan reales, como las batallas que se libran en la tierra.

Hay también batallas que ocurren dentro de nuestros propios pensamientos, en nuestras relaciones, en nuestras actitudes, y hasta en las decisiones que tomamos cada día. Si el diablo nos puede hacer perder la paciencia con nuestros hijos, o que menospreciemos a nuestro esposo, o que hablemos mal de alguien, habrá logrado debilitar nuestro testimonio.

Dios nos da Su armadura espiritual para cada batalla a la cual nos enfrentamos. La armadura de Dios está basada en la Verdad, la Justicia, la Fe y la Paz. Dios nos pide que nos armemos con Sus atributos, no con los nuestros.

Y sobre todo, tenemos el poder de la oración, que pone la batalla en manos de Cristo, que ya triunfó sobre el enemigo.

No necesitamos vivir temerosas del diablo, ni tratar de encontrarlo detrás de cada puerta. Más bien, debemos mantenernos alertas, y orando, para percatarnos de sus estratagemas, para que cuando se presenten, podamos pelear la batalla vestidas con toda la armadura de Dios.

OREMOSLE AL SEÑOR

Y COLORIN, COLORADO, ESTE LIBRO SE HA ACABADO. ¿PERO SE HA ACABADO REALMENTE?

¡NO! Tenemos que aplicar las doctrinas que Pablo nos ha enseñado en este libro. Tenemos que llevar sus enseñanzas a la práctica. En los tres primeros capítulos, Pablo nos dice que somos hijas de Dios, y a partir del cuarto capítulo en adelante, nos dice cómo debemos de comportarnos.

Como debemos de actuar como mujeres, esposas, madres, hijas, y como empleadas o empresarias.. En fin, como andar dignas del llamado de Dios para que nuestro testimonio haga impacto en la vida de otros. Para que el nombre de Cristo sea exaltado y glorificado por nuestra conducta.

PAUSA

Que Dios las bendiga. Ha sido un honor y un privilegio, para Nora y para mí, el haber traído LA LUZ DE CRISTO A SU CAMINO, por medio del estudio de Efesios.. Así que s igan estudiando… sigan aprendiendo… y sigan compartiendo. Sigan alentándose las unas a las otras. ¡Brillen por Cristo!

Todos sabrán que le pertenecen a Cristo por el amor que se tienen las unas a las otras. ¿Amen?