¿Estás teniendo problemas en tu matrimonio? ¿Se pasan tú y tu esposo peleando todo el tiempo?” ¿O parte del tiempo? ¿Quieres que haya paz y armonía en tu casa? Efesios 5: 33 dice, Por lo demás, cada uno de ustedes ame también a su esposa, como a sí mismo; y ustedes, las esposas, honren a sus esposos

Cuando mi esposo y yo nos casamos hace veinticinco años, no conocíamos al Señor. Así que yo nunca había escuchado eso de que la mujer se tenía que someter al marido. Y tampoco sabía lo que era respetarlo realmente.

Yo era de lo más criticona. Mi esposo siempre quería darme gusto en todo. El podía hacer diez cosas… y de las diez, a lo mejor una, no le salía perfecta. Así que, en vez de alabarlo por las nueve cosas que había hecho bien, lo criticaba por esa “cosita” que no había hecho perfecta. Pobrecito. Como me aguantaba.

Cuando le entregamos nuestras vidas al Señor hace veinte años, nuestras actitudes comenzaron a cambiar. Aprendí a ser una esposa sumisa (la mayor parte del tiempo), pero todavía no caía en cuenta de que no estaba respetando a mi esposo. Todavía era media pesada.

Un día me encontré con una amiga que me contó que había asistido a un retiro de parejas de lo más bonito. Durante el retiro, los organizadores dividieron a las parejas. Pusieron a las mujeres a un lado del auditorio, y a los hombres, al otro lado.

Primero le preguntaron a las mujeres, que era lo que ellas más deseaban en su matrimonio. Todas dijeron que ellas querían amor, romance, compañerismo…

Luego les preguntaron a los hombres, que era lo que ellos más querían en su matrimonio.

Y todos dijeron, unánimemente, que lo que ellos más querían era que sus esposas los respetaran. ¡Esto realmente me impactó! ¡Me hizo cambiar! ¡Y he visto los resultados en mi relación con mi esposo!

33 Cada uno de ustedes, ame también a su esposa como a sí mismo; y ustedes, las esposas, honren a sus esposos. ¡Es tan importante respetar al esposo! Verás que cuando lo respetas, él cambiará, y se desvivirá por darte gusto. ¿No es eso lo que quieres?

¿Por qué crees que Dios le ordena al hombre a que ame a su esposa, pero le dice a la mujer que respete a su esposo? Si la Biblia le ordena al hombre a que ame a su esposa es porque ella necesita amor. Y si le ordena a la esposa a que respete a su marido es porque el esposo necesita respeto de su esposa.

¡Y este es un mandato de Dios! ¡Hay que respetar al esposo! Dios no le ordena a la mujer que ame a su esposo… porque nosotros ya lo hacemos. Dios creó a la mujer para amar, apoyar, y alentar. Sin embargo, Dios le ordena a la mujer a respetar a su esposo. Si tú quieres que tu esposo te demuestre amor, entonces, respétalo.

Las esposas necesitan amor como el aire que respiran. Los esposos necesitan respeto como el aire que respiran. Pero cuando hay un conflicto conyugal, si él no le demuestra amor, la esposa reacciona y le falta al respeto a su esposo. Y si no hay respeto, él reacciona y no le demuestra amor a su esposa.

Y como él no le demuestra amor, ella le falta al respeto, y como ella no lo respeta, él no le demuestra amor. Este es un círculo vicioso que puede terminar en divorcio. No puedes continuar haciendo la misma cosa, y esperar un resultado diferente.

Creo que la pregunta más importante aquí sería, ¿Qué es realmente respeto? El diccionario dice que respetar significa acatar, honrar, alabar, amar, o querer. ¿En qué forma puedes respetar y honrar a tu esposo, especialmente después de saber que eso es lo que él más quiere… lo que más necesita?

Te voy a dar seis maneras prácticas, y bíblicas, de cómo respetar a tu esposo:

(1) Como esposa, apoya a tu esposo en su deseo de trabajar y triunfar por su familia. (2) Aprecia el hecho de que tu esposo quiere ser responsable… protegiéndote y proveyendo por ti y tu familia.

(3) Dale espacio para que tu esposo se convierta en el líder espiritual del hogar. Reconoce su deseo de guiar y de servir en el hogar. (4) Aprecia el deseo de tu esposo de analizar los problemas, y de aconsejarte, escuchando las ideas que él te da.

(5) Gózate de que él quiere que tú seas su mejor amiga, y quiere afrontar la vida “hombro a hombro” contigo. Y (6) Como esposa aprecia su deseo de tener intimidad sexual contigo. Responde amorosamente. Tú eres la única que puede satisfacer esos deseos.

Muchas mujeres le hablan a su esposo como ningún otro hombre se atrevería a hablarle.

Hay un código de honor y respeto entre los hombres. Si tu amas a un hombre, Y LO RESPETAS, él se ablandará… se te apegará… se interesará por ti. ¿Y no es eso lo que quieres? Tú amas a un hombre, respetándolo. Así que respeta a tu esposo.

Cuando yo halago a mi esposo, cuando le demuestro respeto, cuando le presto atención y le agradezco todos los esfuerzos que hace para proveer por la familia, y no lo ando juzgando o regañando todo el tiempo, EL SE DERRITE. Me daría la luna y las estrellas, si pudiera.

La esposa respetuosa trata de honrar los deseos de su esposo, no porque él sea el esposo perfecto, sino porque ella quiere obedecer el mandamiento de Dios de respetar a su esposo incondicionalmente. Ella entiende que no se trata de su esposo, sino del mandato de Dios, como esposa.

Tu respeto motiva su amor. Cuando la esposa realmente respeta los deseos de su esposo, es muy probable que él se sienta motivado a demostrarle amor a su esposa. El esposo no tiene que ganarse el respeto de ella, y la esposa no tiene que ganarse el amor de él. Ambos, el amor y el respeto, deben de ser incondicionales.

Comunícale a tu esposo tus sentimientos y tus emociones honestamente, cariñosamente; y sobretodo, respetuosamente. Pero tú me dirás, “¡Ay Carmen, tú no conoces a mi esposo!” Tienes razón. Yo no lo conozco. Pero la Biblia NO DICE que tu esposo se tiene que ganar tu respeto. Dios dice simplemente, “Respeta a tu esposo.” Punto.

Además, no se trata de tu esposo. ¡Se trata de ti! Tú eres responsable ante Dios por tu propio comportamiento, no por el de él. Así que comienza a obedecer a Dios, y El bendecirá tu matrimonio.

¿Eres una esposa respetuosa? Tengo una idea. ¡Has una prueba! Has una prueba de respetar a tu esposo por toda una semana.” Por siete días no le digas nada negativo. Todos los días dile ALGO que admiras o aprecias de él… pero que sea verdad… hermanitas. ¿Quieres reavivar tu matrimonio? ¡Resp