La Navidad no es solamente una fecha en el calendario. Es la celebración del evento más espectacular en la historia de la humanidad. La Navidad es el momento en que celebramos que Dios nos ama, y que está siempre con nosotros.

El hombre fue creado para tener comunión con Dios. Dios nos creó a Su imagen, para poder gozar de una relación íntima y personal con El. El pecado nos robó de esta comunión. Solo esta comunión puede satisfacer el corazón del hombre… la mujer… ¡o el corazón de Dios! Es esta comunión que Jesús vino a restaurar a esta tierra.

Dios podía haber escogido muchas formas de comunicarse con nosotras, pero como Él nos diseñó, Él sabía que la mejor manera de comunicarse con nosotras ERA CARA-A-CARA.

Por eso Él se convirtió en uno de nosotros. No mandó a un ángel, ni a un profeta, o un político, o embajador. ¡NO! ¡Vino Él mismo!

Si tú quieres que alguien sepa CUÁNTO LA QUIERES, no puedes mandar a un representante para comunicarte con ella. Tienes que ir personalmente, ¡Y DECÍRSELO! ¡Eso es lo que Dios hizo en Navidad!

PAUSA

La Biblia nos dice que Dios es amor. El amor es la esencia del carácter de Dios. ¡Es su propia naturaleza! Tú fuiste creada para ser el objeto del amor de Dios. Él te ha creado para amarte. Su amor es la razón, por la cual estás viva. ¿Sabías que Dios estaba pensando en ti, aun antes de la creación del mundo?

Como el amor de Dios es incondicional, Él te ama en tus días buenos… y en tus días no tan buenos. Te ama cuando sientes Su amor, y hasta cuando no lo sientes. Te ama a pesar de tu conducta, de tus humores, de tus acciones, o de tus pensamientos. ¡Su amor no cambia!

Todo en tu vida puede cambiar, ¡PERO EL AMOR DE DIOS NUNCA CAMBIA! Es constante, estable, y continúo. HAGAS LO QUE HAGAS, Dios nunca dejará de amarte. Él te promete que nunca te dejará ni te abandonará. ¡QUÉ ÉL ESTARÁ CONTIGO SIEMPRE!

Efesios 3:19 dice: “Que conozcan ese amor, que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios.”

Algunas personas se sienten solas durante la Navidad. Puede que en este momento no sientas que Dios está contigo. Dios vino a esta tierra en Navidad para recordarnos que Él está siempre con nosotros, ¡SIN IMPORTAR DONDE ESTEMOS! ¡Ese es un hecho! ¡Lo sientas, o no lo sientas!

Mateo 1:22-23 nos dice: “Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor dijo por medio del profeta: Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Emanuel, que significa, ‘Dios está con nosotros’.”

Setecientos años antes del nacimiento de Jesús, Isaías había profetizado, que UNO llamado Emanuel – Dios está con nosotros – nacería. Jesús, el “tema” de esta promesa, era el niño que nacería para salvar a la humanidad de sus pecados.

CON UNA MISIÓN COMO ESTA, Jesús tenía que ser divino. SU DIVINIDAD le dio la habilidad de salvarnos. SU HUMANIDAD le dio la habilidad de morir, después de haber vivido una vida perfecta. SOLO JESÚS -- EL DIOS-HOMBRE -- podía ofrecer esta salvación eterna.

La Navidad significa que Emanuel ha venido – “que Dios está con nosotros.” Significa que nuestro sucio pasado ha sido derrotado y cambiado por el sacrificio de Jesús en la cruz, y por Su victoriosa resurrección. Significa que ahora somos de la familia de Dios, herederas de Dios y ciudadanas del cielo.

Significa que Dios viene a nosotras en nuestros momentos de sufrimiento y dolor, y nos dice, “Yo estoy contigo siempre.” “Yo te daré descanso.”

Gracias a Jesús, tú nunca estás sola. Al despertar por la mañana, Él está contigo. Por la noche, El vela tu sueño. El conoce tu nombre. Tú estás en Sus pensamientos todo el tiempo. Y Él te susurra al corazón: “Tú eres mía. Yo soy tu mejor Amigo.”

Sin embargo, la soledad es uno de los grandes problemas, al cual la gente se enfrenta. Podemos estar en un grupo, o en una fiesta,y de repente, sentirnos solas. ¿Sabes lo que es eso? Esa es soledad de Dios. ¡Tu alma anhela a Dios! Hemos sido hechas a Su imagen… hechas para tener comunión con Él.

O a lo mejor fuiste abandonada – ya sea, por tu esposo, tus padres, tus hijos, o por personas, que tú pensaste, eran tus amigas. Todo el mundo se enfrenta al dolor y la angustia de ser rechazada de alguna forma.

Puede que hayas experimentado la punzada de prejuicios raciales o étnicos, discriminación sexual, o intolerancia religiosa.Si es así…¡Cuánto lo siento! ¡Pero Dios no te ha abandonado! ¡Y nunca te abandonará! Jesús te dice en Mateo 28:20, “Yo estaré contigo todos los días, hasta el fin del mundo.” Jesús es tu defensor. El protege tu corazón.

Te rodea con Su amor. Tú estás bajo Su cuidado. Con Jesús a tu lado, puedes estar segura que nunca serás derrotada. Por eso Isaías 41:10 te dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.”

No sé qué dificultades puedas estar pasando en estos momentos, pero lo que sí sé, ES QUE CUALQUIERA QUE SEA EL PROBLEMA, Dios lo sabe, Él se preocupa, lo entiende, y está caminando de la mano contigo a través de él. ¡Tú no estás sola!

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Uno de los problemas de las navidades es que mucha gente piensa en Jesús, COMO SI FUERA SOLO UN BEBÉ. Su idea de Él es la de un indefenso recién nacido en los brazos de Su mamá. Si Jesús nunca hubiera crecido para hacer lo que hizo, Él no tendría el poder de transformar nuestras vidas.

Pero el bebé que nació en Belén, no se quedó como bebé. Jesús creció, y se hizo hombre, y modeló para nosotros la clase de vida que a Dios le agrada. ¡NOS ENSEÑÓ LA VERDAD!

El pagó por nuestros pecados muriendo en la cruz. ¡Y luego resucitó! ¡Ese es el evangelio! ¡Las buenas noticias!

Cuando los romanos clavaron a Jesús en la cruz, le estiraron sus brazos lo más que pudieron. Con Sus brazos abiertos a todo dar, Jesús te estaba demostrando físicamente, “Así de grande es mi amor. ¡Te amo tanto… que duele! ¡Prefiero morir, que vivir sin ti.” ¡ESE ES JESUCRISTO! ¡ESE ES TU DIOS!