¿Eres cariñosa, o criticona? ¿Eres delicada? ¿Cuánto tiempo pasas tú, durante el día, chequeando las faltas y los defectos de otros? Tu respuesta es un buen barómetro de donde te encuentras espiritualmente. La persona carnal quiere divulgar. La persona espiritual quiere restaurar. ¿Por qué?

Porque mientras la persona carnal está envanecida por un falso sentido de orgullo y de seguridad, la persona espiritual sabe cuan cerca está, ella misma, a sucumbir a la tentación.

Génesis 9:20-23 dice “que Noé comenzó a labrar la tierra y plantó una viña y bebió del vino, y se embriagó, y se quedó desnudo en medio de su tienda. Cuando Cam, el padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, se lo dijo a sus dos hermanos, que estaban afuera.

23 Entonces Sem y Jafet tomaron ropa, la pusieron sobre sus propios hombros y, caminando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, mientras volvían el rostro para no ver la desnudez de su padre.”

La Escritura declara que el amor cubre una infinidad de pecados. El amor no habla acerca del pecado, no llama la atención al pecado, ni convoca una reunión de oración para discutir acerca del pecado. ¡NO! El amor camina hacia atrás, y cubre el pecado.

Gálatas 6:1 dice, “Si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales, restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado.”

Puede que la tentación, de la cual Pablo habla aquí, sea la tentación a ser criticona, o peor aún, de dártelas de santurrona.NINGUNA DE ESAS es forma de tratar a un hermano o hermana en Cristo, que está luchando contra el pecado. Romanos 14:1 dice, “Reciban al que es débil en la fe, pero no para entrar en discusiones.”

En el momento en que comenzamos a juzgar a otros, incitamos a Satanás a que nos ataque en nuestras áreas más vulnerables.

¿Cuál es tu primera reacción cuando alguien arruina su vida por el pecado? Piensas en tu mente “ ¡Ah! Yo se lo advertí!,” o ¡Ya lo veía venir!, o “¡Se lo merece!” o “¡Cómo pudo ser tan tonta!” ¿Te crees tú la maravilla? ¿La perfecta? ¿Superior a otros?

La reacción de Jesús, hacia la mujer sorprendida en el acto de adulterio, FUE LA DE AFECTO Y SENSIBILIDAD. El la defendió ante la otra gente, y una vez que la multitud se hubo ido, Jesús lidió en privado con ella -- ¡con respecto a su pecado! Jesús fue gentil con ella. ¡No la condenó! La trató con cariño.

¿Por qué debemos de ESFORZARNOS a no ser criticonas? Porque esa es la forma como Cristo nos ha tratado. Romanos 15:7 dice, “Recíbanse unos a otros, como también Cristo nos recibió, para la gloria de Dios.” ¡Dios nos aguanta ¡TANTA COSA! El soporta nuestras incongruencias… nuestras debilidades.

Así que nosotras debemos de aprender a soportar los defectos de otros. Cuando te sientas tentada a juzgar a otra persona, HAS UN ALTO, y recuerda CUANTO MÁS te ha perdonado Dios.

Cuanto más reconozcas la gracia de Dios en tu vida, MÁS AGRADABLE SERÁS CON OTROS. Cuando la gente te desilusione, ¡ SE GENTIL CON ELLA! Dios es constantemente gentil contigo, y quiere que tú seas gentil con otros.

¡AHORA BIÉN! ¡PASEMOS A OTRO TEMA! No solo es importante ser cariñosas, y no ser criticonas, sino también debemos de ser suaves y delicadas con aquellos que nos tratan mal. ∐ Nunca vas a poder complacer a todo el mundo. Siempre habrá gente, que le gustará discutir y pelear contigo.

Santiago 3:16-17 dice, “Pues donde hay envidias y rivalidades, allí hay confusión y toda clase de mal. 17 Pero la sabiduría que viene de lo alto es, ante todo, pura, y además pacífica, amable, benigna, llena de compasión y de buenos frutos, ecuánime y genuina.”

¡Siempre habrá gente que te contradecirá en todo! Así que ¿Cómo deberías responderle a esta gente? ¡AMABLEMENTE! Una de la pruebas de la madurez espiritual ES COMO TRATAS A LA GENTE QUE NO ESTÁ DE ACUERDO CONTIGO.

Algunas personas tienen “ESAS ANSIAS” “ESOS DESEOS” de destrozar a todo aquel que no está de acuerdo con ellos. Si los desafías, o les ofreces una comparación, o una alternativa, o una crítica, ¡uy! responden con un ¡ataque personal tremendo!

Entonces ¿qué debes de hacer en esos casos? Tienes tres alternativas: (1) Puedes retirarte con miedo, (2) Puedes reaccionar con cólera, y (3) Puedes responder con delicadeza. Mucha gente prefiere retirarse, ¡o reaccionar con cólera! ¡Muy poca gente responde con delicadeza!

Si te das por vencida, Y TE RETIRAS CON MIEDO DE LA GENTE PLEITISTA, estarás diciendo, “Bueno, hazlo a tu manera.” LA PAZ A CUALQUIER PRECIO -- PRODUCE COSTOS OCULTOS EN UNA RELACIÓN. Por otro lado, si reaccionas con cólera, estarás tomando la ofensiva, y contraatacando a la persona, que te está contrariando.

La cólera, es generalmente, una señal de inseguridad. La persona, que responde con cólera, se siente intimidada por la desaprobación de alguien.

Y la tercera alternativa ES LA DE RESPONDER CON DELICADEZA – que es el enfoque que Dios quiere que tengamos contra la oposición. Esta manera de responder requiere un balance entre mantener tu derecho a tu opinión, PERO RESPETANDO A SU VEZ, el derecho de la otra persona a su propia opinión.

La causa de los pleitos y los argumentos ¡ES EL EGOÍSMO! Es querer las cosas a nuestra manera, ¡exigiendo que otros nos den la razón! La Biblia dice que las personas sabias son pacíficas, puras, gentiles y amigables. Tú puedes caminar mano a mano con otra persona, sin tener que estar de acuerdo con ella EN TODO.